Las comedias de la tercera edad parecen haber encontrado cierta fórmula en la industria y se han convertido en algo habitual a través de los años en la industria cinematográfica. Actualmente películas como Un Golpe con Estilo - 48%, Cuando Ellas Quieren - 65% e inclusive en el ámbito de las series con el original de Netflix El método Komsky.
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Bajo esta misma línea llega Mejor que Nunca - 38%, una película dirigida por la documentalista Zara Hayes y el guión quedó a cargo de Shane Atkinson. Es presentada como una comedia, sin embargo, por momentos llega a tener elementos dramáticos que incluso funcionan mejor que los cómicos. La cinta toca varios temas como la vejez, la muerte, los sueños frustrados y la amistad, temas que son tocados de una manera efectiva, ya que conectan con el espectador y se puede llegar a identificar fácilmente. Sin embargo la profundidad emocional no llega a ser tan profunda como uno esperaría.
Mejor que Nunca presenta la historia de Martha (Diane Keaton) una mujer solitaria, sin familiares ni seres queridos, que un día decide mudarse a una residencia de ancianos para pasar ahí la etapa final de su vida. Ahí toma la decisión de retomar un proyecto personal que inició de adolescente: ser animadora. Para ello decide formar un grupo de animadoras con sus compañeras de residencia, con el objetivo de presentarse en una competición oficial.
Diane Keaton, es sin duda, lo mejor que presenta la cinta, estamos ante una de las actrices más legendarias en la industria, que debutó en 1970 y ha tenido una trayectoria deslumbrante con cintas como Dos Extraños Amantes - 98% y El Padrino - 100%. La relación entre la protagonista y Jacki Weaver, Rhea Perlman, Pam Grier y Alisha Boe se convierten en lo más rescatable del filme, sin embargo, sus papeles no logran profundizar más allá de lo común y es eso uno de los problemas que presenta Mejor que Nunca.
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El guión para el debút de Hayes es criminal para el género de comedia, así lo apuntan algunos críticos de cine. Algunos de los problemas que presenta la historia, es el hecho de sexualizar sólo para generar comedia y a lo largo de la película se presentan varios chistes sobre sexo oral, masturbaciones y demás acciones relacionadas con el sexo que al final no logran encajar bien saliendo de la boca de una persona mayor, más que risa, logra causar pena ajena al espectador.
El tono infantil con el que termina la película es sacado de un guión incompleto o que parece más un borrador. El presentar a un grupo de ancianas que intentan participar y ganar un concurso de porristas a nivel nacional es una idea atípica y que no va dentro de la normalidad del día a día; si hubiera sido presentado de otra forma podría haber encontrado su lugar entre lo adorable, pero por desgracia no es el caso. El guión también simplifica a los personajes, no sólo a las protagonistas, sino también a los que son ajenos a este grupo, los pintan como personas sin respeto por los mayores y que se oponen a ellos.
Es así como el guión parece una manipulación forzada e irreal de una idea identificable para el público como el paso del tiempo y sus consecuencias. Por desgracia se enfoca en sexualizar a un grupo de la tercera edad para lograr meter humor en personajes que no lo necesitan. La interpretación de Keaton y el carisma que aporta mantiene un ritmo mínimo, la dirección de Zara Hayes en su debut es ágil y rápida, sin embargo hace que todo suceda con urgencia.
Para más opiniones de expertos te dejamos a continuación algunas de las críticas más destacadas.
Nell Minow, de RogerEbert.com:
El elenco principal es mucho mejor que el guión al transmitir tanto en sentido de hermandad como la exquisita conmoción de las amistades que florecen a medida que se acerca el final de la vida.
Johnny Oleksinski, de New York Post:
Mejor que Nunca es vergonzosa.
Jude Dry, de IndieWire:
El primer largometraje narrativo de la documentalista Zara Hayes, quien escribió con Shane Atkinson, haciendo su debut en el largometraje. Tampoco tiene mucho antecedentes en comedia, y eso se nota.
G. Allen Johnson, de San Francisco Chronicle:
No puedo recordar necesariamente la película, y sin embargo, la estoy apoyando este fin de semana.
Rex Reed, de Observer:
Todo es tan predecible como absurdo.
Leah Pickett, de Chicago Reader:
La directora Zara Hayes, para su crédito, mezcla un poco de humor negro y ampollas de comentarios sociales en este cóctel, por lo demás espumoso, de ruidos y lugares comunes.
Katie Walsh, de Los Angeles Times:
¿Por qué preocuparse por morir cuando puedes pasar tu tiempo bailando? Aunque Mejor que Nunca es un paquete imperfecto, uno no puede dejar de tomarse en serio el mensaje.
Adam Graham, de Detroit News:
Mira, todas las películas necesitan conflicto, de lo contrario no hay nada que hacer para los personajes. Mejor que Nunca no se le ocurre nada por lo que valga la pena luchar, por no hablar de animar.
Nando Salva, de El Periódico:
Tampoco se molesta en dar explicaciones lógicas sobre el comportamiento de sus personajes, ni el desarrollar los hilos narrativos que abre…
Jordi Batlle Caminal, de Fotogramas:
...una comedia obvia, predecible, tópica y chata e ineficaz en el desarrollo de sus situaciones…
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