¿Qué estarías dispuesto a hacer para dar el salto al éxito? Rupert Pupkin (Joe Davidson) es un hombre desgraciado que no le teme a las decisiones drásticas para lograr lo que quiere. No ha logrado nada en su vida, es insoportable y muy difìcil de caer simpático, pero está obsesionado con convertirse en un comediante exitoso. Según él, su talento es igual o muy similar al de su ídolo Jerry Langford (Adam DeVine) y cree que merece pasar de ser un don nadie a una estrella.

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Lo que sigue es él acercándose a Langford para pedirle una oportunidad de estar en su programa. Tanta es su insistencia que deriva en el acoso y obsesión que propician que su inestabilidad mental vaya en aumento con el tiempo, debido a que los asistentes del prestigioso comediante lo rechazan constantemente. En ese momento es que Rupert se da cuenta de cuál es la mejor forma para alcanzar la fama en su país y esta es a través de un gran escándalo para lo que está decidido a hacer cualquier cosa para convertirse en el centro de atención.

Es difícil congraciarse con el personaje de Robert De Niro, puesto que su comportamiento es de lo más cuestionable: él jura tener talento y estar preparado para la fama, pero resulta muy difícil creerle porque sentimos que la película solo nos muestra su verdad como acosador y enfermo. Poco a poco despejamos dudas sobre su cordura ya que imagina cosas y de paso tiene problemas para distinguir la realidad de la ficción. Es muy distinto, en cambio, ver al personaje de Jerry Lewis, un hombre que debe soportar los ataques de locura de un hombre que lo persigue en su trabajo y en su hogar.



Si bien el título de la película es [Pelicula] El Rey de la Comedia, de comedia hay poco o nada. El largometraje dirigido por [Director] Martin Scorsese, con guión de [Escritor] Paul D. Zimmerman, se aleja por completo de lo que creemos conocer como comedia para presentar una sátira oscura y cruel sobre el mundo de la fama, los sacrificios que la gente está dispuesta a hacer con tal de sobresalir, la frivolidad del medio televisivo, el fanatismo y la búsqueda de humanidad en quienes parecen carecer de ella. Esto lo hace usando el humor negro como conductor, que acompañado por diálogos punzantes y un tono especialmente amargo que por ratos desemboca en drama.

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La historia adquiere aires de [Pelicula] Taxi Driver cuando el protagonista decide usar la fuerza para contestar el rechazo de los ejecutivos de la compañía donde trabaja su ídolo, y el giro se vuelve aún más estremecedor porque precisamente somos testigos de cómo el protagonista -que quizás pudo parecernos inocente al principio- va directo al infierno y de vuelta cuando desciende a la locura y regresa completamente trastornado y dispuesto a hacer justicia por mano propia.

También es cierto que en un momento podemos sentir pena hacia Rupert, porque tampoco es que le han dejado otra salida. Para cuando llega el monólogo comprendemos la razón detrás de su forma de actuar, y es que cuenta absolutamente todo lo que se tiene que saber sobre él desde su infancia, los problemas en casa, su adolescencia, su desgraciada vida en general. A pesar de las adversidades y su demencia, ha salido adelante porque, como él mismo dice, su secreto es haber tomado todo lo malo, todo lo trágico y convertirlo en una parodia; lo que recuerda a una de las mejores frases de la cinta: “es mejor ser rey por una noche a ser un bufón toda la vida”.



Que sea considerada película de culto es más de ahora que de su época. Para cuando se estrenó, año 1982, fue un fracaso rotundo de taquilla que recaudó algo más de US$2 millones a partir de un presupuesto de US$19 millones. Además contiene una de las actuaciones más infravaloradas de la extensa carrera de De Niro y deja un final que da para debatir.

Sin duda una obra ingeniosa y una de las rarezas de la filmografía de Martin Scorsese. Esto es lo que dijo la crítica sobre ella en su estreno:

Roger Ebert de Chicago Sun-Times:

Es frustrante verla, desagradable de recordar y, a su manera, bastante efectiva.

Pratim D. Gupta de Film Companion:

Una historia de advertencia temprana de Scorsese sobre la desesperación entre la gente común para alcanzar la fama y la obsesión con la cultura de las celebridades. Claramente, es más relevante que nunca en este momento.

Gary Arnold de Washington Post:

El Rey de la Comedia se imagina una sátira social mordaz sobre el deseo de ser celebridad llevado a extremos. Pero en última instancia, la película del director Martin Scorsese es un estudio muy mal concebido y desagradable del comportamiento delirante.

Carol Flake de Vanity Fair:

A medida que vemos cómo va a resultar la búsqueda del éxito de Rupert, The King of Comedy se convierte en una pequeña fábula fácil de nuestro terrible romance con la fama.

Dave Kehr de Chicago Reader:

La falta de concentración de la película es irritante, aunque es irritante de una manera ambiciosa y arriesgada.

A.S. Hamrah de n+1:

Hay algo épico en el enfrentamiento entre Robert De Niro y Jerry Lewis. Las esculturas modernas en las que tiene lugar le dan una calidad griega.

Luke Parker de Dr. Filmlove's Film Reviews and Ratings:

Con risas que se sienten más autoinfligidas que involuntarias, The King of Comedy es una película increíblemente espeluznante para experimentar.

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