En la actualidad, ser fan de Star Wars es sinónimo de no saber bien lo que se quiere cuando se trata de la saga. Desde que Disney adquirió Lucasfilm, y con ello el control total de la saga, sus historias y personajes, son más los errores que aciertos porque la propia compañía tampoco parece haber definido bien el camino que quiere seguir con esta propiedad desde que la tuvo en su poder. Al regresar un poco en el pasado nos encontramos con Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92%, la primera prueba para la compañía que aunque tuvo una recepción satisfactoria en general, fue muy criticada por su exagerada similitud con Star Wars: Episodio IV - Una Nueva Esperanza - 93%.
No te lo pierdas: Razones por las que The Rise of Skywalker podría ser la peor película de Star Wars
Son muchos los elementos que tomó prestados de la trilogía original, sobre todo de su inicio, para establecer un relato que continúa lo terminado por Star Wars: Episodio VI - El Regreso del Jedi - 80%, que a la vez introduce a Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac), que aúna lo clásico, viejo y conocido con lo nuevo y listo por ser explorado. Algunos salieron satisfechos, pero es inevitable pensar que J.J. Abrams se dedicó a copiar a George Lucas, quizás para ir a lo seguro y evitar enfurecer al público, que tampoco creemos sea algo que Disney hubiese querido hacer, pero dos años más tarde llegó Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% de la mano de Rian Johnson, un director que desafió a los fans y a la complaciente saga (y anterior director), y aún así no pudo triunfar del todo ya que fue un éxito para la crítica y parte de los fans mientras otros la odiaron por haberse alejado de lo que consideran debe ser Star Wars. Irónico, ¿no?
En la mitad de todo está Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85%. Dirigida por Gareth Edwards, cuenta ese lapso de tiempo anterior al Episodio IV en el que un grupo de rebeldes roba los planos de la Estrella de la Muerte. En ella, el científico Galen Erso (Mads Mikkelsen) se esconde de las tropas imperiales con su familia en el planeta Lah’mu. Él y su esposa Lyra (Valene Kane) son asesinados, pero su pequeña hija, de nombre Jyn, escapa y sobrevive gracias a que el rebelde y extremista Saw Gerrera (Forest Whitaker) la salva. Más de una década después, ella, Cassian Andor (Diego Luna), Bodhi Rook (Riz Ahmed), Chirrut Imwe (Donnie Yen), Baze Malbus (Wen Jiang) y el droide K-2SO (Alan Tudyk) terminan juntándose en una misión suicida con el objetivo de que la Princesa Leia reciba los planos y lleve a sus mejores pilotos a destruir al Imperio Galáctico, o al menos a su estación espacial.
Estos son los aspectos que la convierten en la mejor película de Star Wars:
Jyn Erso es una heroína creíble
El personaje protagonista, interpretado por Felicity Jones, no es un prodigio ni es una mujer que puede usar la Fuerza a su antojo mientras maneja un sable de luz. Jyn Erso es un personaje que solo busca sobrevivir, aún cuando eso significa que al final deba sacrificarse porque lo que verdaderamente le interesa es acabar con el enemigo en común que comparte con cualquiera como ella. El Imperio Galáctico es una amenaza y ella lo sabía e hizo todo lo que estaba a su alcance para destruirlo. Es, de hecho, el protagonista de Star Wars más creíble de todos: no fue la elegida, ni una joven que siguió un entrenamiento especial; solo es una persona que decidió decir basta a quien oprimía a los suyos, y eso le salió tan bien a la franquicia que los fans la adoran y no hubo quien se quejara de ella por el hecho de ser mujer.
Te recomendamos: Star Wars: Famosos que defendieron Los Últimos Jedi
Darth Vader es lo que siempre debió ser
Fanservice o no, era lógico que si los rebeldes buscaban robar los planos de la Estrella de la Muerte las tropas imperiales los iban a perseguir y Darth Vader iba a tener algo que ver. Desde la trilogía original hasta las precuelas, siempre se dijo que el Anakin Skywalker convertido en villano era un ser sanguinario, malévolo y temido por muchos pero nunca lo vimos en todo su esplendor y a lo mucho se llegó a un clímax a medias en Star Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith - 79%. En cambio, en el spin-off finalmente apareció como siempre fue anunciado y causó destrucción y muerte en una de las escenas más impresionantes de toda la franquicia.
La Batalla de Scarif es la mejor batalla espacial de la saga
Batallas espaciales hay muchas, pero la de Scarif es lo más especial que se haya realizado en Star Wars hasta ahora. Cada película tiene sus momentos, y aunque algunos prefieren ver enormes naves moviéndose lentamente mientras se disparan unos a otros, en esta película lo que más hubo fue persecuciones a toda velocidad, disparos y muchos detalles que obligaron al espectador a volver a ver el filme para reconocer todos los easter eggs dejados por el equipo de producción (lo cual nos lleva a otro punto que trataremos a continuación), pero gran parte de su fortaleza, más allá de la espectacularidad visual, reside en la tensión in crescendo en la trama de los protagonistas que habían llegado a borde una nave bautizada como Rogue One para desactivar la Puerta Escudo y transmitir la información de los planos a la flota que se encontraba arriba.
Conecta con el pasado, presente y futuro de la franquicia
¿Es una precuela? ¿Es un spin-off? Citando a Han Solo en El Despertar de la Fuerza: es todo eso (y más). No encaja directamente en la narrativa que involucra a Luke Skywalker y Rey, y más bien presenta a al menos una docena de personajes nuevos, cada uno con distintas ambiciones y personalidades que dan forma a la película. Expandió el universo de la saga de formas inesperadas y al estar ambientada en un periodo de tiempo clave, que ha sido poco explorado a fondo, donde también transcurren los hechos de la serie Star Wars Rebels, hubo una aparición especial del droide Chopper y una mención a la General Hera Syndulla que, más que ser fanservice, fue una jugada necesaria para aunar en su totalidad a la franquicia, además que para la Batalla de Scarif lo que más necesitaba la Alianza Rebelde era apoyo, y el grupo de héroes que viajó en la nave Ghost a lo largo de cuatro temporadas dijo presente. Además, conecta muy de cerca (y lo hace muy bien) al final con el Episodio IV y una clara referencia a la batalla que continuó para los rebeldes. Es, a la vez, la mejor representación de cómo el pasado de la franquicia se une al presente y a su vez con el futuro que seguirá a manos de Disney, juntándolo todo sin morir en el intento.
Es la historia de Star Wars que necesitábamos
En pocas palabras, Rogue One es la historia de Star Wars que sí necesitábamos. Para nuestra suerte, el experimento de Disney salió bien (aunque no se puede decir lo mismo del resto) y llenó ese gran misterio del que habíamos escuchado en la trilogía original y siempre quisimos saber. Claro que hay que decir que en realidad ningún Bothan murió al intentar conseguir información sobre la Estrella de la Muerte. Es más, ese es uno de los errores más comunes de la mayoría de fans de Star Wars: la frase en realidad se refiere a la segunda Estrella de la Muerte y nunca se mencionó ningún plano. Pablo Hidalgo, miembro del Lucasfilm Story Group, confirmó a SFX Magazine que los Bothans solo conocían la ubicación de la estación espacial y su estado. Pero fuera de eso, la historia de personajes como Luke y Leia Skywalker (¡incluso Han Solo!) nunca iba a estar completa de no ser por la existencia de Rogue One, y nunca hubiésemos conocido a algunos de los más grandes héroes de la saga, que a pesar de que fueron parte de un spin-off son elemento vital en todo lo que llegó antes al cine y lo que vendrá. Gracias a eso tenemos esa parte de Star Wars, de la que siempre supimos que iba a ser de lo mejor.
Continúa leyendo: Razones por las que The Mandalorian es mejor que todos los spin-offs de Star Wars
Comentarios
Tomatazos (6)
Facebook
Mejores
Nuevos