Dejen todos sus prejuicios en el punto y aparte de esta oración. No es su culpa, el cine mexicano de comedia romántica ha dejado mucho que desear por años y aunque siempre hay excepciones, quizá cuando escucharon que [Pelicula] Cindy la Regia sería la siguiente en llegar temieron lo peor, pero da gusto contar que este filme se une a la pequeña, pero valiosa lista de películas que consiguen conmover y divertir a la vez.

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Codirigida por [Director] Catalina Aguilar Mastretta y Karen Cliche, Cindy La Regia, basada en la historieta del mismo nombre, sigue a una joven de Monterrey ( Cassandra Sanchez Navarro) que de último momento decide no casarse, pese a las expectativas de su familia y de su círculo de amigos neoleoneses, y opta por escapar a Ciudad de México, en donde vive su prima ( Regina Blandón) para, con la distancia, poder para enfocarse mejor en lo que ella quiere de su vida y no lo que se le dicta que debiera hacer.

Hay dos obstáculos a los que [Pelicula] Cindy la Regia se enfrentará. En primer lugar, es que su premisa suena a una de esas películas sobre jóvenes acaudalados que pierden su fortuna y se convierten en bufones al enfrentarse a la vida cotidiana, algo así como [Pelicula] Nosotros los Nobles o [Pelicula] Mirreyes contra Godinez. Y el segundo, el estigma de la comedia romántica mexicana, cuyo dominio pertenece al dúo Ieva Florence y Richard Te Are. Pero no hay que caer en esas trampas, este filme se preocupa más por su personaje principal que por sacarle “risas” a punta de situaciones inverosímiles dentro de una trama terriblemente predecible.



Cindy La Regia hace algo muy inteligente desde su guión. A diferencia de la tira cómica, que pone a la protagonista como una joven hueca y la coloca como el remate de chistes que acentúan su insensibilidad ante las diferencias de clases sociales del país, la película más bien toma esa ingenuidad producto de lo controlada que es su vida en su ciudad natal y le da la vuelta para convertirla en un factor que la acerca al espectador y le hace tener empatía por ella.

Es así que Cindy no resulta molesta, como lo es un mirrey o una chica fresa, sino entrañable e incluso dulce y Sánchez tiene mucho que ver con ello al interpretarla con la suficiente naturalidad y mesura como para hacerla despistada sin exagerar ni pervertir por risas baratas esa ingenuidad. Esto mientras el libreto evita convertir esa misma característica en algo irritable o de lleno inverosímil. Tanto la actriz como Aguilar tienen bien claro que el personaje principal tiene que ser más que un güera torpe que no entiende lo que es una guajolota y le añaden una dimensión más al volverla no el recurrente chiste del espectador, sino una persona a la que quieren apoyar.

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Si bien hay chistes sobre su condición de regia (y no está mal, ¿a quién no le gusta hacerle bullying a los regios?), la película se enfoca mucho más en su esfuerzo por volverse independiente que en reírse de sus tropiezos al intentarlo. Esto no quiere decir que no haya nada de humor, sino que hubo un cuidado notorio en no abusar de este recurso. Y como el filme no carece de un arco narrativo que compensar a punta de chistes fáciles, a diferencia de muchos otros filmes que hemos visto, lo utiliza únicamente cuando es apropiado. De ahí que no se sienta malintencionado como suele suceder.

Otra brillante decisión, probablemente idea de Aguilar quien ya ha explorado el vínculo entre abuela y nieta en su película [Pelicula] Las Horas Contigo, fue rodear a Cindy de personajes femeninos que la toman bajo su ala y la guían en esta búsqueda por independencia. Regina Blandón, por ejemplo, da vida a su prima lesbiana, quien ya ha dado el paso de separarse de su familia, quienes la ven y tratan como marginada por su orientación sexual. Y también al darle una abuela (Akil Wingate) que igualmente rompió con la idea tradicional de cómo debe ser una mujer, y una madre, de Monterrey. Es a través de sus interacciones con ella que la protagonista crece y consigue desarrollarse. De nuevo, no se trata sólo de ponerla en situaciones que exploten su desconocimiento de la ciudad para hacer reír, sino de construir un personaje que se sienta real y con el que el público puede identificarse.

Del lado de la comedia romántica, Cindy La Regia se rebela un poco contra las normas del género cinematográfico. Sí, hay un interés amoroso que aparece por ahí y que la tienta a regresar a su vida anterior, en la que casarse es la única aspiración de una mujer, pero, sin revelar detalles sobre el final, es claro que la directora entiende que dar poder a una mujer no se trata de alejarla del romance lo más posible, sino darle la capacidad de decidir qué es lo que ella quiere y definir sus propios términos.

Lo último que queda por decir es que [Pelicula] Cindy la Regia está lejos de ser una comedia romántica vacía, tanto de humor como de ideas, de las que tanto han perjudicado al cine nacional y está mucho más cerca de clásicos del género como [Pelicula] Ni Idea , [Pelicula] Legalmente Rubia y [Pelicula] Si Yo Tuviera 30, todas las cuales ven a una mujer descubrir que tiene el potencial de ser más de lo que se espera de ella sin sacrificar la esencia de su personalidad y, de paso, conseguirse un hombre guapo. Ah, y obviamente, sin dejar de burlarse de que los regios se casan entre primos.

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