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viernes diciembre 6, 2024 
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En 2011, la directora de Ratcatcher sorprendía con un thriller psicológico cuya historia se centra el deterioro mental de su joven protagonista. [Pelicula] Tenemos que Hablar de Kevin se estrenó en el Festival de Cine de Cannes de ese año y compitió por la Palma de Oro, pero ese es apenas uno de los puntos más destacables de la producción de BBC Films y UK Film Council que le otorgó un premio British Independent Film Award a [Director] Lynne Ramsay, su directora y co-guionista.
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Basada en la novela We Need To Talk About Kevin de [Escritor] Lionel Shriver , cuenta la historia de Eva Khatchadourian ( Tilda Swinton ), madre de Kevin (Kasper Bajon), un adolescente con el que no le es fácil mantener una relación cercana, la cual empeora por los horrores que este comete. Kevin termina en la prisión luego de orquestar una masacre en su colegio y Eva, que consiguió un trabajo en una agencia de viajes cercana a la prisión, hace lo posible por averiguar por qué su hijo fue capaz de cometer un acto tan atroz.
La película se toma el tiempo necesario para explicar el por qué: Kevin, desde pequeño, fue muy desapegado y difícil de tratar. Parece regocijarse cada vez que le hace la vida imposible a su madre, quien ya tiene suficientes problemas al intentar pasar tiempo de calidad con él. Siempre le huyó cada vez que esta le mostraba afecto y en general parece ser el peor hijo. Ese retrato de un joven problemático fue el que le dio fama a Miller, pero es Swinton la que se roba la película al dar vida a uno de los mejores papeles de su carrera. No en vano recibió nominaciones a los Globos de Oro, BAFTA y el premio del Sindicato de Actores.
Tenemos que Hablar de Kevin destaca en varios niveles de acuerdo con lo que mencionó la crítica en sus reseñas. El drama de la maternidad juega un papel importante y el interés radica en una magistral Tilda Swinton de la que no se esperaba menos, sino fuerza, vulnerabilidad y carisma. Su contraparte reside en la interpretación de Ezra Miller, quien al convertirse en un joven que tiene tanto de ser andrógino como de inquietante pone esa cuota de terror que es lo que permite que la cinta se diferencia de cualquier otra propuesta. Ese registro marcado de su historia, en el que el drama se desliza hasta abrazar el terror, junto con una madre cómoda y algo desapegada, más un joven extraño del que muy poco se sabe, son claramente lo que la hace atractiva.
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Pero lo mejor de esta cinta no son solo las actuaciones o esa mezcla sutil de géneros, sino que el factor que la vuelve thriller psicológico hace que llegue a un nivel totalmente diferente. Como se suele hacer en ese tipo de producciones, la directora se guarda hasta el último momento la revelación de lo que ha sucedido. Es decir, se tiene una idea de por qué Kevin está en la cárcel, pero en casi todo el metraje nunca se lo vio en el acto. Afortunadamente es un recurso ingenioso que supo utilizar muy bien, y gracias a la intriga es que las últimas escenas son contundentes.
Esto es lo que dijo la crítica sobre Tenemos que Hablar de Kevin:
Joe Williams de St. Louis Post-Dispatch:
Tom Long de Detroit News:
Steven Rea de Philadelphia Inquirer:
Rene Rodriguez de Miami Herald:
Lucero Solórzano de Excelsior:
Jim Ross de Take One Magazine:
Ty Burr de Boston Globe:
Rafer Guzman de Newsday:
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Basada en la novela We Need To Talk About Kevin de [Escritor] Lionel Shriver , cuenta la historia de Eva Khatchadourian ( Tilda Swinton ), madre de Kevin (Kasper Bajon), un adolescente con el que no le es fácil mantener una relación cercana, la cual empeora por los horrores que este comete. Kevin termina en la prisión luego de orquestar una masacre en su colegio y Eva, que consiguió un trabajo en una agencia de viajes cercana a la prisión, hace lo posible por averiguar por qué su hijo fue capaz de cometer un acto tan atroz.
La película se toma el tiempo necesario para explicar el por qué: Kevin, desde pequeño, fue muy desapegado y difícil de tratar. Parece regocijarse cada vez que le hace la vida imposible a su madre, quien ya tiene suficientes problemas al intentar pasar tiempo de calidad con él. Siempre le huyó cada vez que esta le mostraba afecto y en general parece ser el peor hijo. Ese retrato de un joven problemático fue el que le dio fama a Miller, pero es Swinton la que se roba la película al dar vida a uno de los mejores papeles de su carrera. No en vano recibió nominaciones a los Globos de Oro, BAFTA y el premio del Sindicato de Actores.
Tenemos que Hablar de Kevin destaca en varios niveles de acuerdo con lo que mencionó la crítica en sus reseñas. El drama de la maternidad juega un papel importante y el interés radica en una magistral Tilda Swinton de la que no se esperaba menos, sino fuerza, vulnerabilidad y carisma. Su contraparte reside en la interpretación de Ezra Miller, quien al convertirse en un joven que tiene tanto de ser andrógino como de inquietante pone esa cuota de terror que es lo que permite que la cinta se diferencia de cualquier otra propuesta. Ese registro marcado de su historia, en el que el drama se desliza hasta abrazar el terror, junto con una madre cómoda y algo desapegada, más un joven extraño del que muy poco se sabe, son claramente lo que la hace atractiva.
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Pero lo mejor de esta cinta no son solo las actuaciones o esa mezcla sutil de géneros, sino que el factor que la vuelve thriller psicológico hace que llegue a un nivel totalmente diferente. Como se suele hacer en ese tipo de producciones, la directora se guarda hasta el último momento la revelación de lo que ha sucedido. Es decir, se tiene una idea de por qué Kevin está en la cárcel, pero en casi todo el metraje nunca se lo vio en el acto. Afortunadamente es un recurso ingenioso que supo utilizar muy bien, y gracias a la intriga es que las últimas escenas son contundentes.
Esto es lo que dijo la crítica sobre Tenemos que Hablar de Kevin:
Joe Williams de St. Louis Post-Dispatch:
Tenemos que hablar sobre Kevin es un cine de confrontación que te dejará sin palabras.
Tom Long de Detroit News:
La directora Lynne Ramsay hace que el impacto de Kevin se sienta aún más al llegar desde todos los ángulos.
Steven Rea de Philadelphia Inquirer:
Fragmentada, parecida a un sueño, un zumbido de recuerdos y miseria, Tenemos que Hablar de Kevin es inquietante, pero de alguna manera también innecesaria.
Rene Rodriguez de Miami Herald:
Tilda Swinton es la estrella de Tenemos que Hablar de Kevin, y su interpretación es tan compleja, volcánica y paralizante que hace que todas las fallas de la película desaparezcan.
Lucero Solórzano de Excelsior:
Una disección aguda y profunda de la génesis de un pequeño en apariencia inofensivo que va transformándose en un ser con potencial alarmante para la maldad. Le recomiendo que vea con el estómago bien preparado.
Jim Ross de Take One Magazine:
Una película verdaderamente inquietante, Lynne Ramsay regresa a la pantalla grande de manera espectacular con Tenemos que Hablar de Kevin. Su visión como directora de esta pesadilla es una película fantástica…
Ty Burr de Boston Globe:
Algunas películas te castigan, pero lo tomas porque estás sacando algo del negocio: una visión, una actuación, arte, adrenalina. Luego están las películas que te castigan por el placer de hacerlo.
Rafer Guzman de Newsday:
Ramsay puede estar apuntando a un estudio del personaje de Kevin, pero ella termina simplemente enumerando los ingredientes necesarios para hacer un asesino.
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