No es un secreto que hacer una película es un negocio costoso y cuando es Hollywood quien las hace, ese costo se convierte en una cifra astronómica que nunca se confirma con exactitud. El dinero para un proyecto suele ir destinado a la contratación del personal de trabajo, su producción, el guión y los equipos necesarios. Muchas veces nos referimos al presupuesto como el costo total de una película gracias a sitios como Box Office Mojo que ponen ese dato a nuestro alcance, pero lo cierto es que siempre ha sido un misterio la cantidad real que se ha gastado en un largometraje. Ciertos valores, como los de publicidad, nunca se incluyen realmente y es lógico que cada estudio se encarga de presentar sus próximos estrenos con una campaña publicitaria bajo el brazo en busca del éxito en taquilla.
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El mundo de las finanzas en la industria del cine es extraño. Incluso lo que para nosotros puede ser un éxito, para el estudio cinematográfico puede ser otro fracaso no rentable, o puede ser tan absurdo que lo costoso resulta más rentable que lo barato. Nadie sabe realmente lo que cuesta una película, los gastos finales y los ingresos totales parecen nunca calcularse; la verdad es que parece que cualquier ejecutivo de Hollywood preferiría revelar detalles de su vida personal antes que declarar cuánto pagan para un proyecto o cuánto se les paga. Así que podría decirse que hacer cine no es para los débiles de corazón (o del bolsillo).
Es común que mientras el público está en una sala de cine, disfrutando de una película, nadie se detenga a pensar en todo el trabajo que se realizó para poder construir lo que se ve en la pantalla grande. Esto sucede especialmente en cintas de acción real que pueden tener sets de lo más realistas. Y así como no sabemos el costo real de una cinta, es posible que nunca sepamos realmente lo que costó el set de cada proyecto. Este aspecto es siempre uno de los menos analizados o tomados en cuenta, pero es uno de los más importantes y a pesar de que algunos pueden considerarse como planos o totalmente aburridos, hay películas que tuvieron que hacer un trabajo de otro mundo para que las audiencias se sientan parte del universo construido.
No es que Hollywood tenga una competencia sobre cuál es el set más caro de todos, sino que ciertos proyectos necesitan ir más allá principalmente por razones creativas aunque eso signifique que el costo va a incrementar mucho más allá del presupuesto que se admite. Además de, por supuesto, ser la única forma en la que algunos cineastas pudieron completar su visión como siempre la imaginaron.
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En seguida les contamos cuáles son los sets de películas más caros de toda la historia:
Esta especie de Mad Max - 91% acuática fue una pesadilla logística para Universal Pictures. Tuvo un presupuesto inicial de US$100 millones que subió a US$135 millones y terminó en una suma récord para la época de US$175 millones, cifra que se tiene como oficial a pesar de que algunos reportes señalan que posiblemente llegó a los US$200 millones. Ese incremento se debió al costo del set usado para la película que fue un tanque similar al que se usaría en Titanic - 88% un par de años después.
La película de James Cameron tuvo un enorme presupuesto y su recaudación fue, literalmente, un monstruo. Sin embargo, lo que costó hacerla debió ser mucho más de los US$200 millones que se dicen cuando tomamos en cuenta lo difícil y costoso que fue construir su set. Para la película se hizo una réplica del Titanic que estuvo muy cerca de su tamaño real y según lo que destaca IMDb, el costo inicial del set se acerca a los US$30 millones de los cuales se destinó el 90 por ciento a la construcción del transatlántico británico, pero no hay que ir muy lejos para saber que la construcción del tanque en el que se filmaron las escenas costó otros US$40 millones.
Resulta irónico saber que la película de las hermanas Wachowski, que tiene lugar en una simulación de la realidad, tiene muchos más efectos prácticos de lo que parece. No solo algunas de sus escenas de peleas son reales, sino que en esta lo hicieron con una espectacular persecución de vehículos para la que se construyó un set, que es la autopista en la que ocurre la escena, en una base del ejército abandonada en California. Esto representó un total de US$2.5 millones, pero al menos cien vehículos fueron donados por General Motors y no adquiridos por el estudio porque de lo contrario el costo se hubiese inflado considerablemente.
El drama histórico protagonizado por Elizabeth Taylor tuvo un presupuesto de US$5 millones (US$33 millones con ajuste a la inflación), pero el costo real llegó a los US$44 millones (US$364 millones con ajuste a la inflación). Para la película se construyeron varios sets, incluso algunos que fueron usados una sola vez, y estuvo cerca de dejar en la bancarrota a 20th Century Fox. En el complejo de estudios cinematográficos Cinecittà en Roma se construyó el majestuoso Foro Romano que costó US$1.5 millones en dólares de 1960, que ahora serían US$13 millones. Además, la barca de Cleopatra costó US$277 mil, que en dólares de 2020 se traducen en US$2.4 millones.
La trilogía dirigida por Peter Jackson contó con un presupuesto de US$281 millones, pero eso fue a inicios de la década de los 2000 por si les parece “barato” en comparación con, por ejemplo, lo que costó Avengers: Endgame - 95%. Se necesitó un espacio de 56 mil metros cuadrados aproximadamente para recrear el lugar ficticio Hobbiton, además de una gran cantidad de flores y vegetales que fueron plantados un año antes del inicio del rodaje para una mayor cantidad de detalle.
El famoso musical protagonizado por Barbra Streisand costó US$25 millones en total, incluyendo costos de publicidad, pero una interesante tajada de ese dinero fue destinado al set de la película. Para las escenas en el Harmonia Gardens en realidad se hizo una estructura de cuatro niveles donde se puede ver una pista de baile, un bar y un elegante restaurante; solo esta estructura costó US$3.2 millones.
El estudio creyó que US$7 millones eran todo lo que necesitaba este clásico del cine, pero la verdad es que su presupuesto terminó en US$15 millones, que en este tiempo son US$130 millones. Se necesitaron 10 mil extras, 100 técnicos y más de 400 libras de pelo humano para fabricar barbas así que uno puede imaginar que la producción fue costosa, pero esto es nada en comparación con los 300 sets y los más de mil trabajadores que construyeron el coliseo. Solo ese set costó US$8 millones aproximadamente.
Se puede decir que esta película fue de bajo presupuesto (US$12 millones) y por eso resulta sorprendente saber que gastaron US$1 millón para recrear el centro de comando NORAD donde se encuentra un superordenador que está programado para realizar simulaciones militares y aprender con el tiempo.
Se necesitó de un exorbitante set de 16 mil metros cuadrados para recrear la ciudad ficticia de Bedford Falls. Allí se armaron 75 locales, un banco funcional y cerca de 20 encinos totalmente desarrollados. También tuvieron que usar parte del presupuesto en la nieve falsa, especialmente porque en los días que se grabó la película en California el clima fue, literalmente, un infierno.
Este clásico del cine mudo cuenta con una escena donde una locomotora cae desde un puente (y el puente con ella). Tanto el vehículo como la estructura fueron completamente reales y en la década de 1920 se consideró el gasto como un lujo. Esta película costó US$750 mil aproximadamente, lo que en esta época serían US$9.7 millones, y en ese entonces muchos lo tomaron como un despilfarro de dinero para tratarse de una película de comedia.
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