El cine posee un gran poder sobre la cultura popular, la cual siempre está en constante cambio, y no podemos ignorar que pueden influir a las personas como ninguna otra forma de arte es capaz de lograrlo, pero como dijo el recordado Tío Ben en El Hombre Araña - 89%, ese poder conlleva una gran responsabilidad. Es por su significado cultural y su facilidad de llegar a todos lados que el cine siempre se ha visto obligado a tener cierto nivel de moral, específicamente porque muchos creen que es su responsabilidad el enseñar a las audiencias a ser honradas, por ejemplo, y al mismo tiempo entretenerlas con una buena historia. Sin embargo, las opiniones que se tienen sobre una película siempre varían mucho de una persona a otra y en el caso de los críticos son quienes emiten comentarios que tienen mayor peso y relevancia al momento de hablar de una producción. Este análisis incluye la forma en la que un largometraje se debe acercar a lo que quiere plantear y sobre todo la eficacia con la que se transmite un mensaje.
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Así es como gracias a ciertos títulos y opiniones se han originado controversias que pueden ir desde la violencia que presenta una película hasta si las películas de guerra promueven la tortura como método necesario para alcanzar los intereses de los protagonistas. ¿Es posible que una película sea buena y al mismo tiempo causar disgusto? Podría ser que sí, pero en esta época es más difícil que una cinta sobreviva por ese motivo. Algunas obras pueden sobrevivir con el paso de los años y permanecer intactas, incluso si la tecnología cambia drásticamente y la gente prefiere los videos verticales, pero algunas de ellas, consideradas innovadoras en su tiempo han pasado a ser difíciles de ver por diversos motivos.
Decir que estas películas fueron realizadas y celebradas por gente que “creció en una época diferente” no sirve de mucho para disimular escenas incómodas que van desde el racismo hasta el sexismo y la violación. Ciertamente esta forma de pensar tampoco logrará que estos clásicos del cine sean vistos como filmes menos problemáticos cuando la realidad es que nunca fueron tan inocentes como algunos creyeron. Sí, es una dualidad extraña la de considerar un buen guión mientras este carece de moral, así que si creen que luego de volver a ver estas películas se encuentran confundidos porque no recordaban de este manera a las siguientes películas, no están solos.
El Señor de los Anillos
Las películas han sido acusadas de machistas y sexistas. Cualquier día se pueden encontrar comentarios que se refieren al trabajo de Peter Jackson como un “exceso de testosterona” y no hace falta investigar tan a fondo para saber que la mayoría de personajes son hombres y que las mujeres aparecen en ciertos momentos, cuando ellos están en peligro, para darles ánimo. La disparidad de género es algo que puede considerarse grave, pero el tema racial es incluso peor. En El Señor de los Anillos: Las Dos Torres - 96%, los héroes de la trilogía, es decir los hobbits, enanos, elfos, entre otros, se encuentran con grupos rivales conformados por humanos, moradores del este y el sur de la Tierra Media que se habían unido a las fuerzas del mal. Los Hombres del Este, se ven influenciados por la cultura asiática y solo se les puede ver los ojos, mientras que los Haradrim aparecen en elefantes y usan turbantes como si fueran de Oriente Medio. Los personajes buenos son, en cambio, blancos y mucho más agraciados, y en su mayoría rubios y con ojos azules. No creemos que lo hicieron así para ofender a alguien, pero llama la atención la forma en la que sus autores ven el mundo.
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Esta cinta problemática contiene una escena en la que Claire Standish, el personaje de Molly Ringwald, es examinada por John Bender, quien mira debajo de su falda mientras la cámara se enfoca en su ropa interior. La actriz era una adolescente en esa época y aunque para esa escena se usó a otra actriz, no sirve como justificación cuando se ve a Bender acosar sexualmente a Claire a lo largo de la película y que cuando no la está sexualizando, se burla de ella. Nunca se disculpa por sus acciones y como premio se queda con la chica para el final de la película.
Lo Que El Viento Se Llevó - 94%
La primera mujer afroamericana en ganar un premio Óscar lo hizo gracias a esta película llena de prejuicios étnicos y raciales que han sido comunes desde siempre en la sociedad estadounidense. El relato no hace más que perpetuar estereotipos racistas y una visión idealizada de la esclavitud que ignora la horrorosa realidad que viven las personas en esa posición. Además glorifica a los estados del sur de Estados Unidos, donde se quería proclamar la independencia al negarse a abolir la esclavitud. Desde su época fue señalada porque las caracterizaciones de los personajes negros son torpes e irresponsables y parecen disfrutar el hecho de que son esclavos.
El Nacimiento de Una Nación - 90%
Este clásico que suele ser definido como un prodigio narrativo tiene serios problemas ideológicos. Nos encontramos con escenas racistas en las que se dejan ver que los senadores negros son borrachos y sucios, mientras que en otra escena se ve al Ku Klux Klan rescatando a una familia blanca, con música de Richard Wagner de fondo para darle un sentido más heroico a la acción. No es que hubiese uno bueno, pero película llegó en el peor momento, cuando las heridas de la Guerra Civil estaban frescas y en la segregación racial en su apogeo. Esta encendió los ánimos e incluso provocó agresiones contra personas negras, aparte del hecho de que el filme glorifica a la organización supremacista que aparece en él.
James Bond (En especial las de Sean Connery)
Siempre se ha acusado a Ian Fleming , el autor de las novelas en las que aparece James Bond, de odiar a las mujeres. Todas las películas tienen cierto grado de sexismo y misoginia, pero quizás nada se compara a la escena de El Regreso del Agente 007 - 96%, protagonizada por Sean Connery, en la cual se ve al espía tratando de hacer que una mujer confiese a punta de golpes. La franquicia ha hecho poco por revertir esta situación y ciertamente que Judi Dench lo describa como un “dinosaurio misógino y sexista” no sirve de mucho.
La Noche de los Muertos Vivientes - 96%
Duane Jones interpretó a Ben, es un hombre afroamericano que queda atrapado en una casa con gente blanca que no puede evitar acercarse al peligro. Al menos no se cumple la condición que dice que siempre es el personaje negro el que muere al principio de una película, pero este no logra salir con vida, sino que después de sobrevivir a los zombies es asesinado por un sheriff blanco. Según George A. Romero nunca hubo una intención real de presentar una temática racial, pero no hubo más por hacer al respecto.
Desde el movimiento #MeToo, la que fuera una de sus películas más celebradas se ha convertido en el trabajo arquetípico del arte machista, que para algunos es sinónimo de todo lo que está mal en Hollywood y el patriarcado. Woody Allen es tildado de monstruo por quienes han seguido su carrera y escandalosa vida personal, pero que venga de él una película donde las mujeres adultas que la protagonizan son frágiles y muy conscientes de la muerte claro que traerá problemas. La trama es otra polémica, porque se centra en un comediante de 42 años con dos fracasos matrimoniales a cuestas que sale con una adolescente de 17 mientras se enamora de la amante de su mejor amigo.
Hasta cierto punto se puede entender una lección moral en la cinta de Stanley Kubrick, que adapta la controversial novela de Vladimir Nabokov , porque lo que mal empieza, mal acaba en el sentido de que suele haber un final trágico cada vez que un hombre mayor que intenta conquistar a una niña. El paso de la niñez a la adolescencia y luego a la edad adulta es algo que siempre ha resultado muy atractivo en el cine, pero nunca ha sido bien visto que tanto en la ficción como en la realidad una persona tenga una relación con un menor de edad. La historia tiene como protagonista al escritor Humbert, un hombre de mediana edad, quien se obsesiona sexualmente con Lolita, una adolescente de 14 años. La película también fue polémica al adaptar la relación incestuosa del novelista con la joven, puesto que se casa con la madre de la ella y además porque la actriz que la interpretó tenía en ese entonces la misma edad del personaje que da título al filme.
Este filme presenta una interpretación del "sentido de la tragedia" del sur de Italia al que refleja como un espacio trágico lleno de actitud conservadora y agenda de género que reduce la diversidad dentro de su cultura. Las películas de la trilogía agravaron los viejos estereotipos sobre las pandillas y la mafia clamando que se trataba de verosimilitud étnica, además de contribuir a vender la idea de que las personas de la clase trabajadora italoamericana son todas violentas, racistas y misóginas.
Blade Runner - 90%
Es posible que la escena de la violación está intentando cierto nivel de complejidad emocional, pero no se puede negar que volver a ver la película de Ridley Scott definitivamente cambia lo que creímos sobre ella. Rachael es una replicante de diseño avanzado a la que se le han implantado los recuerdos de la sobrina de su creador, lo que la hace creer que en realidad es humana. Lo que se ve es que Deckard está abrumado por la pasión, pero ella se resiste porque no puede confiar en sus emociones. Pero el objetivo de la escena sigue siendo que Deckard quiere tener sexo en ese preciso momento, y ella no. Entonces él literalmente la retiene como rehén hasta que ella acepta.
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