Volvemos a Cinema Paradiso - 90% una y otra vez, a diferencia del gran teatro cinematográfico condenado al olvido que da título a la película, los años han fortalecido el segundo largometraje de Giuseppe Tornatore, en el que vertió todo su amor al invento de las imágenes en movimiento. El maestro italiano entregó en 1988 la que sigue siendo su película más personal, redonda y aclamada por la crítica, un retrato de la Italia de la posguerra y una emotiva carta de amor al cine a través de la vida de Salvatore, “Totó”, desde niño a adulto, y su relación con el cine, una pasión que descubrió gracias a Alfredo, el proyeccionista del Nuovo Cinema Paradiso.
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Estrenada en 1988 en Italia donde fue un fracaso de taquilla, Cinema Paradiso tuvo nueva vida con su estreno internacional, primero en Francia en 1989 donde concursó en el Festival de Cine de Cannes llevándose a casa el Gran Premio Especial del Jurado, posteriormente, en 1990 en territorio americano, donde fue reconocida ese mismo año con el premio Óscar a Mejor película de habla no inglesa. Desde entonces, esta película sería un referente del moderno cine italiano y uno de los mayores sucesos del cine extranjero, además de ganarse de forma inmediata el estatus de película clásica.
Tornatore también se llevó muchos elogios al demostrar su dominio del lenguaje cinematográfico, pero, sobre todo, por entregar un largometraje que homenajeaba el neorrealismo italiano y las extintas salas de cine, una experiencia popular que se extinguió junto con el celuloide. No faltó quien la comparó con Amarcord - 91%, de Federico Fellini, y es que, más allá del recuento de la vida de un pueblo italiano durante el fascismo, el director se acercó a la nostalgia que plasmó Fellini en su obra.
Cinema Paradiso narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que debe abandonar el pueblo y buscarse la vida. Treinta años después recibe un mensaje, en el que le comunican que debe volver a casa.
La crítica recibió con entusiasmo y genuina gratitud el filme de Tornatore, pero, así como hablaron del emotivo homenaje que hace al cine, también elogiaron el acercamiento que hizo al espectador y las emociones que genera una película en quien la ve, la irracional atracción por las películas pasadas y los recuerdos que se crean a partir de ellas. Las reseñas no dudaron en subrayar que este relato desemboca en un final que hará estallar en lágrimas a los espectadores.
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Además de unas actuaciones calificadas como excelentes, los expertos también destacaron la banda sonora de Ennio Morricone , melodías que, así como ayudan a crear conexiones románticas, también nos llevan a la nostalgia por un amor irrealizable o por un momento perdido en el tiempo.
Cinema Paradiso - 90% sigue siendo una película imprescindible para los amantes del cine y uno de los más significativos homenajes al cine. Si bien Giuseppe Tornatore despegó su carrera y entregó películas reconocidas como Malèna - 55% y Baaria, ninguna ha sido tan querida y bien valorada como esta. En seguida, compartimos algunas de las reseñas que consiguió de la crítica:
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Fernando Morales de El País:
Ya un clásico del cine italiano. Excelentes interpretaciones y la banda sonora de Morricone para una historia realmente buena.
Michael Wilmington de Los Angeles Times:
Es un brillante día de San Valentín para el cine, lleno de homenajes, collages y música deslumbrantemente romántica de Ennio Morricone, y se dirige directamente a la forma desordenada, impura y maravillosa que nos captura y cautiva.
James Berardinelli de Reel Views:
Esta película es a veces divertida, a veces alegre y a veces conmovedora, pero siempre es cálida, maravillosa y satisfactoria. Cinema Paradiso nos afecta en muchos niveles, pero su conexión más fuerte es con nuestros recuerdos.
Robbie Collin de Daily Telegraph:
Tornatore pudo haberse topado con muchas dificultades en su trabajo posterior, pero supo lo que estaba haciendo aquí: advertirnos sobre el atractivo irracional de los filmes del pasado, es decir, el cine en sí mismo, y llevarlo hasta nuestros asientos.
Antonia Quirke de Financial Times:
Su confianza es impresionante. Su compromiso a una narrativa clásica que es también esencialmente una parábola, muy inusual. Realmente ya no las hacen así.
Mark Kermode de Observer:
Recientes cambios al cine que han llevado al arte del proyeccionista al margen en la era digital añaden una capa de puntualidad a los recuerdos mágicos del protagonista.
Henry Fitzherbert de Daily Express:
Se ve adorable y está llena de momentos clásicos y memorables, incluyendo un final que conduce a las lágrimas.
Peter Bradshaw de Guardian:
Si alguna vez una película salió del corazón, fue la nostálgica Cinema Paradiso (1988) de Giuseppe Tornatore…
Carlos Boyero de El Mundo:
Hay trampas demasiado evidentes. Guiña el ojo al espectador con demasiada complacencia.
Dave Kehr de Chicago Tribune:
Unos pocos momentos de inspiración no son suficientes para llevar una película completa; junto con las lágrimas, deja un regusto de falsedad.
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