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Los fanáticos de los videojuegos están viviendo su mejor momento con la oleada de noticias sobre las futuras adaptaciones que llegarán a la televisión. Por lo general, cuando se habla de trasladar estas historias a la pantalla, siempre hay algo de pesimismo en el ambiente sin importar cuál es el título que recibirá ese tratamiento, pero la idea de ver algo en ese formato, puesto que de esa manera se divide un relato en episodios, siempre ha sido más atractiva y alentadora porque da mayor espacio a que las tramas complejas, para las cuales dos horas no son suficientes, tengan sentido y se encuentren bien desarrolladas. Pero con Resident Evil la situación podría ser algo más compleja dado el historial que tiene con Hollywood desde hace algunos años.
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Desde que Netflix anunció la llegada del clásico de survival horror, muchos empezaron a soñar con lo que sería ver a los icónicos personajes de la franquicia que empezó en la década de 1990 y se mantiene vigente en la actualidad con nuevas entregas que han sabido adaptarse al cambio de la tecnología y las diferentes consolas de videojuegos que han salido. Sin embargo, otros han preferido esperar lo peor por el hecho de que cuando se pone las manos encima de uno de estos productos para llevarlo al cine o la televisión, el resultado siempre deja mucho que desear. Con Resident Evil tenemos bastantes películas en acción real que nunca terminaron de convencer a los fans, quienes más bien las consideran como un insulto porque la mitología de la creación de Capcom fue tirada a la basura y con ellos los personajes que tantos han amado todo este tiempo.
Luego de tantos disgustos, la franquicia cinematográfica es el ejemplo perfecto de lo que no se debe hacer y por esa razón la confirmación por parte de la popular compañía de streaming sobre la serie ha hecho que muchos tomen la noticia con cautela. Esperamos que lo mismo haya sucedido con su showrunner y guionista, quien será juzgado con todo el peso del fanatismo por Resident Evil si vuelve a caer en lo mismo que hizo el cineasta Stuart Beattie, quien estuvo a cargo de cada una de las películas protagonizadas por Milla Jovovich.
Esta noción puede ser un poco preocupante para algunos, y con justa razón. Pero durante los últimos años, no solo han sido las adaptaciones cinematográficas las irregular, sino también la serie de videojuegos de Resident Evil porque se encontró en medio de una crisis de identidad, luchando por encontrar un equilibrio entre mantener sus raíces de survival horror y a la vez acercarse a otro estilo para atraer a una audiencia más amplia mediante la introducción de elementos llamativos del género de acción. Y en cierto modo, para las películas fue bueno tener un universo propio que se desvió completamente de su material original a pesar de su falta de mejores decisiones en ciertos aspectos.
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Ahora con nuestra atención puesta en la nueva producción que tendrá ocho episodios de una hora, y seguramente más de una temporada, es momento de analizar qué es lo que queremos ver en lo que está preparando Netflix, deseando siempre que esté mucho más apegado a los videojuegos para finalmente tener esa adaptación que Resident Evil merece.
Uno de los mayores problemas de las adaptaciones cinematográficas es el pésimo uso de los personajes clásicos. Jill Valentine, Chris y Claire Redfield son algunos de los que aparecieron en las películas, pero los detalles del reparto se mantienen en secreto para la serie live-action. Nadie sabe si los personajes de los videojuegos estarán al frente o si aparecerán en absoluto. Sin embargo, si Netflix decide incluirlos, no debería cometer el mismo error que las películas, que se los tomaron a la ligera. Lo único que los hizo reconocibles fueron sus atuendos y otras similitudes físicas. Esto no quiere decir que es obligatorio que los personajes de los videojuegos asuman los papeles principales, aunque sería genial y es lo que muchos seguramente desean, pero si aparecieran, debería ser con el propósito de expandir sus historias de fondo ya establecidas, haciendo que los espectadores tanto nuevos como los que conocen el juego puedan comprender sus principios y motivaciones. No queremos volver a ver a Ada Wong aparecer de la nada para cumplir con una cuota.
Lo que hizo que Resident Evil se volviera extremadamente popular desde su primer videojuego se debe en gran parte al factor survival horror. Está claro que Capcom no inventó el género, pero sí que supo sacar provecho de él porque gracias a su enfoque pudo mostrar cómo se crea la tensión al poner a las personas en situaciones de vida o muerte en las que cada decisión cuenta. Dada su naturaleza interactiva, se llevó al horror al siguiente nivel al limitar las municiones y eso obligó a los jugadores a diseñar estrategias para su próximo movimiento. Este realismo, puesto en el ambiente de tensión mencionado, debería ser una de las claves de la adaptación.
El universo creado por Capcom es rico en monstruos de diferentes formas y habilidades, específicamente diseñados para mantener al jugador ocupado cuando creía que se había aprendido la historia de memoria. Con el paso del tiempo los zombies han evolucionado y son más difíciles de matar (Crimson Heads), pero también se han presentado otras criaturas que a pesar de aterrorizar a los fans se han convertido en los favoritos de muchos. Los Lickers, Nemesis y Mr. X son algunos de los que definitivamente queremos ver en la pantalla chica.
El reporte de Deadline, que es la única información que se tiene de la serie, indicó que esta girará en torno a un mundo que ya ha sido devastado por el virus. Esperamos que de alguna manera Netflix lo reconsidere, o quizás si hay lugar para que se las arregle y pueda mostrar escenarios postapocalípticos luego de haber sucumbido a los zombies. En los juegos se trata de mantener a raya la infección mientras se exploran los misterios detrás de Umbrella Corporation, pero esta oportunidad no parece ser algo que al gigante del streaming se le haya ocurrido, o al menos no de esta forma.
Consideramos que fue un error tomar una franquicia muy conocida en el género del horror para hacer lo opuesto a lo que la volvió popular. Las películas protagonizadas por Milla Jovovich fueron más acción que horror, y su realizador creyó que era suficiente uno que otro susto para compensar la falta de verdadera tensión. Como cintas de acción, se puede decir que las entregas estuvieron muy bien, pero como algo basado en los videojuegos creados por Capcom dejan mucho que desear y de seguro aún provocan pesadillas a sus fans, pero no porque provocan verdadero horror en el sentido que deberían.
Los eventos del primer juego de Resident Evil tuvieron lugar en la infame Mansión Spencer, que sin duda representa a Resident Evil en su forma más pura. Es uno de los momentos más dramáticos en la historia de la franquicia, ya que los jugadores se vieron atrapados en sus estrechos pasillos, desbloqueando sus oscuros secretos y defendiéndose del mal que reside en su interior. La mansión sirvió como el lugar ideal para presentar el survival horror en la franquicia de videojuegos, lo que la convierte en el punto de partida perfecto para la serie de Netflix. Desde el primer encuentro con un zombie hasta cuando se descubre la fuente de la infección, todo pasa por este lugar. Dado que tiene como objetivo expandir la historia, este lugar podría aparecer incluso en un recuento de la tragedia.
Los villanos siempre han sido uno de los elementos más interesantes de la serie de videojuegos y aunque sus historias se centran en los héroes, siempre son los antagonistas los que se llevan gran parte de la atención. Ver qué fue lo que los llevó a convertirse en villanos, explorar sus intenciones y no dejarlos como figuras unidimensionales (o puro relleno) será un gran acierto para la producción de Netflix. Algunos de los más icónicos son Albert Wesker, quien podría tener un tipo de relación con la historia de la serie de acuerdo con lo que adelantó la compañía, William Birkin o incluso Mr. X, pero tampoco hay que olvidar que si son usados deben al menos tener algo de sentido en comparación con el material original o de lo contrario podría ser un esfuerzo desperdiciado.
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Desde que Netflix anunció la llegada del clásico de survival horror, muchos empezaron a soñar con lo que sería ver a los icónicos personajes de la franquicia que empezó en la década de 1990 y se mantiene vigente en la actualidad con nuevas entregas que han sabido adaptarse al cambio de la tecnología y las diferentes consolas de videojuegos que han salido. Sin embargo, otros han preferido esperar lo peor por el hecho de que cuando se pone las manos encima de uno de estos productos para llevarlo al cine o la televisión, el resultado siempre deja mucho que desear. Con Resident Evil tenemos bastantes películas en acción real que nunca terminaron de convencer a los fans, quienes más bien las consideran como un insulto porque la mitología de la creación de Capcom fue tirada a la basura y con ellos los personajes que tantos han amado todo este tiempo.
Luego de tantos disgustos, la franquicia cinematográfica es el ejemplo perfecto de lo que no se debe hacer y por esa razón la confirmación por parte de la popular compañía de streaming sobre la serie ha hecho que muchos tomen la noticia con cautela. Esperamos que lo mismo haya sucedido con su showrunner y guionista, quien será juzgado con todo el peso del fanatismo por Resident Evil si vuelve a caer en lo mismo que hizo el cineasta Stuart Beattie, quien estuvo a cargo de cada una de las películas protagonizadas por Milla Jovovich.
Esta noción puede ser un poco preocupante para algunos, y con justa razón. Pero durante los últimos años, no solo han sido las adaptaciones cinematográficas las irregular, sino también la serie de videojuegos de Resident Evil porque se encontró en medio de una crisis de identidad, luchando por encontrar un equilibrio entre mantener sus raíces de survival horror y a la vez acercarse a otro estilo para atraer a una audiencia más amplia mediante la introducción de elementos llamativos del género de acción. Y en cierto modo, para las películas fue bueno tener un universo propio que se desvió completamente de su material original a pesar de su falta de mejores decisiones en ciertos aspectos.
Te recomendamos: Videojuegos que merecen convertirse en series de televisión
Ahora con nuestra atención puesta en la nueva producción que tendrá ocho episodios de una hora, y seguramente más de una temporada, es momento de analizar qué es lo que queremos ver en lo que está preparando Netflix, deseando siempre que esté mucho más apegado a los videojuegos para finalmente tener esa adaptación que Resident Evil merece.
Que se haga justicia a sus personajes
Uno de los mayores problemas de las adaptaciones cinematográficas es el pésimo uso de los personajes clásicos. Jill Valentine, Chris y Claire Redfield son algunos de los que aparecieron en las películas, pero los detalles del reparto se mantienen en secreto para la serie live-action. Nadie sabe si los personajes de los videojuegos estarán al frente o si aparecerán en absoluto. Sin embargo, si Netflix decide incluirlos, no debería cometer el mismo error que las películas, que se los tomaron a la ligera. Lo único que los hizo reconocibles fueron sus atuendos y otras similitudes físicas. Esto no quiere decir que es obligatorio que los personajes de los videojuegos asuman los papeles principales, aunque sería genial y es lo que muchos seguramente desean, pero si aparecieran, debería ser con el propósito de expandir sus historias de fondo ya establecidas, haciendo que los espectadores tanto nuevos como los que conocen el juego puedan comprender sus principios y motivaciones. No queremos volver a ver a Ada Wong aparecer de la nada para cumplir con una cuota.
Survival horror en su máxima expresión
Lo que hizo que Resident Evil se volviera extremadamente popular desde su primer videojuego se debe en gran parte al factor survival horror. Está claro que Capcom no inventó el género, pero sí que supo sacar provecho de él porque gracias a su enfoque pudo mostrar cómo se crea la tensión al poner a las personas en situaciones de vida o muerte en las que cada decisión cuenta. Dada su naturaleza interactiva, se llevó al horror al siguiente nivel al limitar las municiones y eso obligó a los jugadores a diseñar estrategias para su próximo movimiento. Este realismo, puesto en el ambiente de tensión mencionado, debería ser una de las claves de la adaptación.
Los monstruos de los videojuegos
El universo creado por Capcom es rico en monstruos de diferentes formas y habilidades, específicamente diseñados para mantener al jugador ocupado cuando creía que se había aprendido la historia de memoria. Con el paso del tiempo los zombies han evolucionado y son más difíciles de matar (Crimson Heads), pero también se han presentado otras criaturas que a pesar de aterrorizar a los fans se han convertido en los favoritos de muchos. Los Lickers, Nemesis y Mr. X son algunos de los que definitivamente queremos ver en la pantalla chica.
El origen de la catástrofe
El reporte de Deadline, que es la única información que se tiene de la serie, indicó que esta girará en torno a un mundo que ya ha sido devastado por el virus. Esperamos que de alguna manera Netflix lo reconsidere, o quizás si hay lugar para que se las arregle y pueda mostrar escenarios postapocalípticos luego de haber sucumbido a los zombies. En los juegos se trata de mantener a raya la infección mientras se exploran los misterios detrás de Umbrella Corporation, pero esta oportunidad no parece ser algo que al gigante del streaming se le haya ocurrido, o al menos no de esta forma.
Menos acción, más horror
Consideramos que fue un error tomar una franquicia muy conocida en el género del horror para hacer lo opuesto a lo que la volvió popular. Las películas protagonizadas por Milla Jovovich fueron más acción que horror, y su realizador creyó que era suficiente uno que otro susto para compensar la falta de verdadera tensión. Como cintas de acción, se puede decir que las entregas estuvieron muy bien, pero como algo basado en los videojuegos creados por Capcom dejan mucho que desear y de seguro aún provocan pesadillas a sus fans, pero no porque provocan verdadero horror en el sentido que deberían.
El incidente de la mansión
Los eventos del primer juego de Resident Evil tuvieron lugar en la infame Mansión Spencer, que sin duda representa a Resident Evil en su forma más pura. Es uno de los momentos más dramáticos en la historia de la franquicia, ya que los jugadores se vieron atrapados en sus estrechos pasillos, desbloqueando sus oscuros secretos y defendiéndose del mal que reside en su interior. La mansión sirvió como el lugar ideal para presentar el survival horror en la franquicia de videojuegos, lo que la convierte en el punto de partida perfecto para la serie de Netflix. Desde el primer encuentro con un zombie hasta cuando se descubre la fuente de la infección, todo pasa por este lugar. Dado que tiene como objetivo expandir la historia, este lugar podría aparecer incluso en un recuento de la tragedia.
Un gran villano
Los villanos siempre han sido uno de los elementos más interesantes de la serie de videojuegos y aunque sus historias se centran en los héroes, siempre son los antagonistas los que se llevan gran parte de la atención. Ver qué fue lo que los llevó a convertirse en villanos, explorar sus intenciones y no dejarlos como figuras unidimensionales (o puro relleno) será un gran acierto para la producción de Netflix. Algunos de los más icónicos son Albert Wesker, quien podría tener un tipo de relación con la historia de la serie de acuerdo con lo que adelantó la compañía, William Birkin o incluso Mr. X, pero tampoco hay que olvidar que si son usados deben al menos tener algo de sentido en comparación con el material original o de lo contrario podría ser un esfuerzo desperdiciado.
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