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viernes diciembre 6, 2024 
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Desde hace algunos años el cine de horror se ha reinventado. Atrás quedaron las películas que en su mayoría recurren a sustos comunes para garantizar el asombro e interés del espectador, ya que lo de ahora son historias mucho más profundas y llenas de mayor creatividad al momento de provocar emociones. Podría decirse que [Pelicula] The Babadook, la película de la australiana [Director] Jennifer Kent, abrió paso a que otros realizadores como Dani Rovira, director de [Pelicula] El Legado del Diablo y [Director] Jordan Peele, ganador de un Óscar por [Pelicula] ¡Huye!, tuvieran mayores oportunidades de hacer lo que siempre quisieron en el ámbito cinematográfico.
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Sin embargo, estas victorias no suelen ser atribuidas a esta película, pero para quien ha seguido de cerca el cine que se ha estado haciendo en la última década está claro que influyó mucho. En The Babadook, el tema central es la culpa y extrae el terror de las ansiedades que rodean la relación de una madre soltera con su hijo. La trama se centra en el trabajo que hace la actriz Essie Davis al interpretar a Amelia, una mujer que cría al revoltoso Samuel ( Noah Wiseman) de seis años. Samuel es torturado por pesadillas relacionadas con monstruos. Pasa su tiempo practicando trucos de magia y siendo expulsado de las escuelas primarias por asustar a los otros niños.
El estrés de Amelia se ve agravado por el hecho de que el cumpleaños de Samuel, que coincide con la muerte de quien era su esposo, es lo que la hace sentirse culpable ya que murió llevándola al hospital para dar a luz, y la fecha la pone muy nerviosa. La auto-recriminación que sufre esencialmente por sustituir a su esposo por su hijo hace que su día a día sea más complicado que de costumbre. Como no podía ser de otra manera en todas las buenas historias de fantasmas, lo embrujado en The Babadook funciona como un sustituto de una inquietud profundamente arraigada.
Aquí no es que las casas están embrujadas. Las personas se vuelven obsesionadas, si no es por algún trauma, entonces por la incapacidad de manejar adecuadamente las consecuencias de ese trauma. En The Babadook, la culpa que siente Amelia por sobrevivir al accidente que mató a su esposo y por su propia antipatía hacia su hijo vuelve a la superficie en dos formas: primero se manifiesta en su estado mental en deterioro, y segundo en el personaje que da nombre a la cinta.
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Al unir la llegada de un demonio perseguidor con la espiral de Amelia, Kent juega con un tropo clásico de la llamada ficción fantástica, que hace que la tensión de la película lleve tanto a sus personajes como a sus espectadores a preguntarse si lo que ven es real o está dentro de la cabeza de quienes aparecen en pantalla. Lo que distingue a The Babadook es que en cierta forma sucede eso pero al mismo tiempo. La línea que separa la aterradora realidad, de la fantasía que también es aterradora, continúa andando y es gran parte del mérito de Kent.
Es momento de regresar unos cuantos años en el tiempo para recordar lo que la crítica dijo de este filme cuando llegó a cines en 2014:
Charlotte O'Sullivan de London Evening Standard:
Antonia Quirke de Financial Times:
Alison Willmore de Buzzfeed News:
Lenika Cruz de The Atlantic:
Peter Howell de Toronto Star:
Emily Heller de Polygon:
Damond Fudge de KCCI (Des Moines, IA):
Yasser Medina de Cinemaficionados:
Nicholas Bell de Ioncinema.com:
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Sin embargo, estas victorias no suelen ser atribuidas a esta película, pero para quien ha seguido de cerca el cine que se ha estado haciendo en la última década está claro que influyó mucho. En The Babadook, el tema central es la culpa y extrae el terror de las ansiedades que rodean la relación de una madre soltera con su hijo. La trama se centra en el trabajo que hace la actriz Essie Davis al interpretar a Amelia, una mujer que cría al revoltoso Samuel ( Noah Wiseman) de seis años. Samuel es torturado por pesadillas relacionadas con monstruos. Pasa su tiempo practicando trucos de magia y siendo expulsado de las escuelas primarias por asustar a los otros niños.
El estrés de Amelia se ve agravado por el hecho de que el cumpleaños de Samuel, que coincide con la muerte de quien era su esposo, es lo que la hace sentirse culpable ya que murió llevándola al hospital para dar a luz, y la fecha la pone muy nerviosa. La auto-recriminación que sufre esencialmente por sustituir a su esposo por su hijo hace que su día a día sea más complicado que de costumbre. Como no podía ser de otra manera en todas las buenas historias de fantasmas, lo embrujado en The Babadook funciona como un sustituto de una inquietud profundamente arraigada.
Aquí no es que las casas están embrujadas. Las personas se vuelven obsesionadas, si no es por algún trauma, entonces por la incapacidad de manejar adecuadamente las consecuencias de ese trauma. En The Babadook, la culpa que siente Amelia por sobrevivir al accidente que mató a su esposo y por su propia antipatía hacia su hijo vuelve a la superficie en dos formas: primero se manifiesta en su estado mental en deterioro, y segundo en el personaje que da nombre a la cinta.
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Al unir la llegada de un demonio perseguidor con la espiral de Amelia, Kent juega con un tropo clásico de la llamada ficción fantástica, que hace que la tensión de la película lleve tanto a sus personajes como a sus espectadores a preguntarse si lo que ven es real o está dentro de la cabeza de quienes aparecen en pantalla. Lo que distingue a The Babadook es que en cierta forma sucede eso pero al mismo tiempo. La línea que separa la aterradora realidad, de la fantasía que también es aterradora, continúa andando y es gran parte del mérito de Kent.
Es momento de regresar unos cuantos años en el tiempo para recordar lo que la crítica dijo de este filme cuando llegó a cines en 2014:
Charlotte O'Sullivan de London Evening Standard:
Los villanos y las víctimas de The Babadook todavía están en mi cerebro. Creo que pueden estar ahí por algún tiempo.
Antonia Quirke de Financial Times:
El estilo de la película no es exactamente bromista, es demasiado triste y solitario, pero ciertamente hay una mezcla de risa triste y gran aprehensión. ¿Es real el demonio? ¿Importa?
Alison Willmore de Buzzfeed News:
Una historia de terror hábilmente inventiva y psicológicamente cargada que se basa en las formas en que la perspectiva de un fracaso materno puede ser tan temible para un hombre del saco como cualquier monstruo debajo de la cama.
Lenika Cruz de The Atlantic:
La película tiene una sólida comprensión del dolor mutable pero siempre presente de la pérdida.
Peter Howell de Toronto Star:
Esta historia simple pero escalofriante, el auspicioso debut de la escritora/directora australiana Jennifer Kent, es una de las mejores películas de terror de los últimos tiempos.
Emily Heller de Polygon:
The Babadook es la película de terror más tierna que he visto en mi vida, pero eso no quiere decir que no dé miedo.
Damond Fudge de KCCI (Des Moines, IA):
The Babadook es una película sumamente espeluznante, diseñada por expertos para poner al espectador al límite desde el principio y mantenerlo allí.
Yasser Medina de Cinemaficionados:
Aquí hay una película de terror inteligente que, apoyándose en la relación madre-hijo, nos dice que el verdadero terror no está ahí afuera, está dentro de nosotros.
Nicholas Bell de Ioncinema.com:
La capacidad de [la directora Jennifer Kent] para aprovechar los temores humanos básicos y sin la ayuda de adornos baratos o excesivos solo hace que esta narrativa simplista sea aún más potente. Además, Kent construyó sus miedos en torno a un núcleo emocional fuerte.
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