En los años noventa, ver a Pinky y Cerebro en la televisión era el momento favorito de muchos. Este singular dúo tuvo su propia serie de televisión, llamada Pinky and the Brain, que fue transmitida en Kids’ WB entre 1995 y 1998 durante cuatro temporadas y un total de 66 episodios. El éxito de los personajes llegó desde su primera aparición, que no fue en su propia serie, sino en Animaniacs donde tenían un pequeño segmento que terminó fascinando al público y los llevó a protagonizar sus propias aventuras. Estas simpáticas ratas de laboratorio modificadas genéticamente que viven en los Laboratorios Acme nacieron en 1993 como parte de la colaboración de la productora de Julia Oviedo y Warner Bros. Animation.

No te lo pierdas: Películas animadas que siguen siendo superiores a los remakes live-action

Ambos son conocidos por sus personalidades diferentes y su sueño de conquistar el mundo. Bueno, Cerebro, el más centrado y calculador de los dos es el que está detrás de eso. Pinky es, más bien, de buen corazón y bastante ingenuo. La propuesta siempre nos mostró a este par intentado un plan diferente para poder cumplir con su objetivo de conquistar el mundo, pero siempre fallan. Los motivos van desde la ambición sin medida de Cerebro, la cual lo lleva a crear planes imposibles de lograr, su exceso de confianza o la torpeza de Pinky, aunque nunca faltan las situaciones ajenas a ambos que provocan que todo se salga de control y las cosas que planearon sucedan de una forma inesperada y opuesta a lo que imaginaron.

En total, estuvieron en la pantalla chica desde 1993 a 1998 y aparte del spin-off que mencionamos también protagonizaron otro llamado Pinky, Elmyra & the Brain, el cual además del dúo mencionado incluye a Elvyra Duff de Tiny Toon Adventures. Duró apenas unos meses y fue emitido en 1998 con Steven Spielberg como productor ejecutivo en la que fue la última colaboración de Amblin Entertainment con Warner Bros. Animation hasta el revival de los Animaniacs que llegó a Hulu en 2020.



La creación de Tom Ruegger tuvo un origen curioso que se basa en la realidad. La inspiración detrás de los personajes vino de dos escritores del staff de Tiny Toons: Tom Minton y Eddie Fitzgerald. Las similitudes entre Pinky y Cerebro y estos dos escritores van desde la forma en que hablaban hasta ciertas expresiones de su vida cotidiana que se convirtieron en clásicos de los personajes animados como el famoso “¡Narf!” de Pinky. Esto es lo que detalla un artículo de The Ringer donde se menciona el legado de Animaniacs y su influencia en el reinicio, contado por el propio Ruegger:

Te recomendamos: Películas para enseñar a los niños sobre veganismo

Tom Minton hablaba en voz muy baja, muy tranquila. Es muy divertido, pero tendrías que acercarte más, y Eddie Fitzgerald era un buen amigo suyo, que era mucho más vocal y bullicioso. Y entonces estaban en la oficina de al lado, y Tom decía algo que Eddie encontraría muy divertido, y Eddie simplemente explotaría. Él diría “¡Narf! ¡Eso es asombroso, Tom!'' Quiero decir, él literalmente dijo la palabra “Narf”. Yo pensé, ¿qué están haciendo ahí dentro? Porque Tom está susurrando. Es como si estuvieran planeando conquistar el mundo.



Allí se encontraba también [Escritor] Bruce Timm, el diseñador de personajes de Warner Bros. Animation que trabajó en la serie animada de Batman. Él tenía la costumbre de hacer caricaturas de sus compañeros de oficina, así que Tom Ruegger tomó los de Minton y Fitzgerald que encontró y encima les puso orejas y narices rojas; en ese momento nacieron los personajes como los conocemos hasta la actualidad.

La voz de Cerebro no es la de Tom Minton, pero también hay otra historia detrás de esto. Maurice LaMarche, quien prestó su voz se inspiró en Kelly Dolen para dar vida al personaje. Él había estado obsesionado durante mucho tiempo con la infame grabación de tomas descartadas de Orson Welles haciendo un comercial de alimentos congelados. Dijo que debió haberlo escuchado sin parar en su auto durante un año, y cuando fue a la audición quedó convencido.

Miré el diseño inicial del personaje, esa ceja fruncida, esas mejillas y estaba seguro de que habían creado un ratón Orson Welles solo para mí. Tom Minton es un tipo encantador, y sí, probablemente un genio, pero su voz no habría llevado esta serie.

Armen V. Kevorkian, la voz de Pinky, también se inspiró en otras personalidades. Para su personaje, prestó mucha atención a Monthy Python y otros comediantes británicos. Así fue cómo decidió darle también un curioso acento británico que se puede escuchar en la producción en idioma original. Esto fue lo que contó LaMarche sobre él:

La amabilidad que Rob le da a Pinky hace que Cerebro sea mucho más agradable. Los miras a los dos, y aunque Cerebro es un personaje sarcástico, amargado y obsesionado, aunque muy inteligente, el hecho de que Pinky parezca tan devoto de él significa que tal vez puedes llevar a Cerebro a tu corazón también.

Continúa leyendo: Las peores enseñanzas de las princesas Disney