Veo al profesor Jorge Ayala Blanco a lo lejos y me dispongo a saludarlo, mientras caminamos buscando un lugar donde sentarnos, le comento que quisiera platicar con él sobre blockbusters mexicanos y Hollywood. Él sólo se ríe, dejando en claro que será una particular conversación.

Sin duda, si se quiere recurrir a un experto de cine, se tiene que consultar a Ayala Blanco, quien se ha convertido en una de las figuras más importantes y controvertidas de la crítica de cine en México y en Iberoamérica.

Jorge Ayala Blanco ha combinado la crítica de cine (desde enero de 1989 está en la sección cultural del periódico El Financiero) con la docencia, contando con 50 años como catedrático del Centro Universitario de Estudios Universitarios (CUEC) ―donde le apodan "Ayatola Blanco"―, convirtiéndolo en una de sus piezas fundamentales. Al mismo tiempo que ha escrito una treintena de libros sobre cine internacional y nacional.

Mostrándose un poco desconcertado con el tema, comenta: "Creo que el aspecto más destacable de los blockbusters viene a ser, ya sean películas comerciales o sean películas de autor, es que ya todas las películas actuales no narran de la misma manera que narraban antes y lo que es más destacable es que finalmente son delirios, se deliran los relatos y en lugar de seguir una manera lógica algo, el espectador es introducido a una especie de trance o de droga visual".



"Además, el vértigo con que están narradas las películas es simplemente dejarte llevar e impedirte que haya cualquier consciencia crítica de lo que estás viendo. Empiezas a razonar muchísimo después, incluso seguir la trama, la anécdota, es una hazaña.

Creo que puede ser no una cualidad ni un defecto, ni una virtud ni un vicio, sino que viene a ser algo ya inherente en el hecho de ver cine el hecho de que no vas a poder abarcar toda la película, y que incluso eso puede ser una virtud de la película. Es la tendencia actual y lo mismo sucede, pero de otra manera, con lo que podría ser cine de culto; que son anécdotas muy breves pero llenas de agujeros, de oquedades que tienes que llenar con tu propia imaginación".


Blockbusters a la mexicana



Ante la pregunta sobre su opinión sobre los recientes éxitos de taquilla hechos en México, específicamente No Se Aceptan Devoluciones y Nosotros los Nobles, sonriendo comenta:

“Tienen el común denominador que son comedias y, en el momento actual del cine mexicano y del espectáculo cinematográfico, siempre es un compensatorio de la violencia que registras en el exterior; evidentemente el cine se ha convertido en un refugio. Ahora, son dos tipos de refugios totalmente distintos, uno que sería este show narcisista de Eugenio Derbez, que además es como una prolongación de todos sus personajes de la televisión y, por otra parte, estaría ―diría yo― el reciclaje de formas de cine que tuvieron un gran éxito en el pasado en México. El hecho mismo de que se llame Nosotros los Nobles te remite a las películas más taquilleras de la historia del cine mexicano y las que podríamos decir que decoraron nuestro inconsciente, que serían Nosotros los Pobres y Ustedes los Ricos.

También podría ser este sainete de otra época, por un lado sería la modernización del sainete o la visión decimonónica de la realidad contemporánea; podría soportar las dos lecturas: o estás viendo el presente con los ojos del pasado o estás reciclando el pasado. Claro que lo más interesante de la película es la tipología de lo que llamamos en México las tribus sociales, los hipsters, los mirreyes, en fin"
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Géneros cinematográficos, spin-offs, secuelas y precuelas…



Es evidente que al acercarnos a un cine podemos observar toda clase de secuelas, precuelas o historias alternas de un solo tema; al mismo tiempo, se puede ver claramente que las historias no cubren un solo género; hoy día intentar clasificar una cinta es una proeza.

"Estamos en una época en que los géneros puros ya no pueden existir, ya son mezclas. Todo lo que apreciamos actualmente son híbridos, incluso ni siquiera podrías decir que abarcan dos géneros, sino que oscilan entre uno y otro. Los géneros puros del pasado ya no se podrán. Al contrario, la oscilación va a ser entre muchos más géneros, creo yo. La fórmula funciona: moverse entre un género y otro, pero no en ninguno en particular ni entre los dos, ni sobre los dos, sino entre uno y otro, estamos en el “entre”, el cine del 'entre', 'between'.

Es, inconsciente o muy deliberadamente, la competencia con las series televisivas; es una forma de reciclar el folletón pero también de regresar a los orígenes del cine, las series en episodios, y también la idea de trabajar una misma veta. De pronto se ponían de moda las películas de un tema y salían seis películas que eran casi la misma película. Ahora ya no necesitan disfrazarse, ahora ya descaradamente lo son y por supuesto la competencia que se ha planteado con las series, que son evidentemente una forma de satisfacer el relato"
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Póster de El Gran Calavera


"Hay cierta musicalidad en esta idea, que es una forma también de goce. El espectador busca lo que ya vio para inconscientemente volver a verlo, ahí tienes a Mad Max , por ejemplo, y te reciclan películas de hace 35 años. Y en términos de cine mexicano, las películas de hace 70 años, que son El Gran Calavera de Luis Buñuel, o Nosotros Los Pobres y Ustedes los Ricos.

Yo no me atrevo a condenar ese tipo de cine, es simplemente registrar el fenómeno y poder entenderlo; entender lo que está pasando con el gusto por el relato, que puede ser literario, las sagas, por ejemplo Harry Potter, Crepúsculo, 50 Sombras de Grey. Es eso, una tras otra, y la gente consumiendo exactamente lo mismo y que no quiere que se acabe. Que finalmente era el placer que teníamos; yo vengo desde la época de la radio y la radio era eso".


Los superhéroes y el relato esquizofrénico



De igual forma, al parecer, las historias de superhéroes que invaden los cines hacen más evidente la tendencia actual en la forma de narrar el cine.

"En estas historias de superhéroes te das cuenta del híbrido, tienes tanto a Thor como a Hulk y todos están juntos, lo mismo sucede en las películas de los cuentos de hadas. Todo está al mismo tiempo”.



“El relato se ha vuelto esquizofrénico, el consumo de relatos cada día es más obviamente congestionado. Entonces, ¿cuál es el mejor relato? El más congestionado, el que tenga más superhéroes, el que tenga más personajes de cuentos de hadas, etcétera, lo cual no es bueno ni malo, es simplemente una fórmula que está funcionando actualmente. Ya no existen digamos valores fijos en el arte ni en el relato, es simplemente el satisfactor del relato que desborda al consumidor.

"Vivimos en el mundo de lo plural, de Las mil y una noches al mismo tiempo". Revisa aquí algunas de las críticas de Jorge Ayala Blanco.