Todas las grandes obras de arte alrededor del mundo surgen cuando buscamos comunicar algo: un mensaje, un sentimiento, una ideología. De ahí nace la idea de lo que podría llegar a ser y, con el paso del tiempo, podemos darle un fondo y forma concreto, lo cual será la clave para llevarlo de la abstracción a lo material. Es así que comenzó la historia de Mente Indomable - 97%, película de 1997 dirigida por Gus Van Sant.
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Matt Damon cursaba el quinto año en la Universidad de Harvard durante 1994, teniendo de respaldo una carrera actoral breve pero constante en películas como School Ties - 60% o Geronimo: An American Legend. Durante ese año escolar realizó para su clase de dramaturgia el borrador que sería utilizado como material fuente para el guión inicial de Mente Indomable. Este guión de apenas 40 páginas fue pulido y desarrollado más a fondo con la ayuda de su colaborador y amigo Ben Affleck, quienes estaban desarrollando una historia con elementos de suspenso y drama en la que el protagonista de nombre Will (el cual conservaría ese nombre en la versión final de la película) sería reclutado por una organización gubernamental que eventualmente intentaría eliminarlo al adentrarse en una conspiración mayor.
Una vez terminado el borrador que se creía definitivo, Damon y Affleck comenzaron a ofrecer el guión a diferentes estudios cinematográficos, siendo al final Castle Rock Entertainment quien adquirió los derechos de la obra a un precio de US$674,000.00. Sin embargo, el estudió quería hacer cambios importantes dentro de la obra; uno de ellos sería eliminar por completo los elementos de suspenso y en su lugar realizar una historia dramática que centrara su argumento en los conflictos internos de Will Hunting, así como la peculiar relación que desarrolla con su psicólogo. El otro cambio vendría a raíz de que Damon y Affleck querían tener los papeles protagónicos, lo cual no fue del agrado de la mayoría de los ejecutivos del estudio, quienes preferían optar por estrellas en ascenso como Leonardo DiCaprio o Brad Pitt, apostando a lo seguro y a un éxito en taquilla inminente. Sin embargo, las cosas no funcionaron como lo esperaban, y tras tener el guión en pausa por un tiempo, finalmente vendieron los derechos al estudio definitivo: Miramax. Con luz verde a la producción y el guión listo, solo faltaba una cosa: el director.
Terrence Malick (El Árbol de la Vida - 84%, 2011) y Mel Gibson (Corazón Valiente - 78%, 1995) fueron contemplados para dirigir la cinta, pero por diferentes circunstancias abandonaron el proyecto. Finalmente la búsqueda en conjunto de Miramax-Affleck-Damon por encontrar un director que pudiera plasmar la historia con el enfoque correcto rindió frutos y los llevó a Gus Van Sant. Cuando esto sucedió, el trabajo de Van Sant llevaba una década de notable reconocimiento dentro del circuito independiente. Con producciones que contaban historias de corte íntimo, temáticas sombrías que apelaban a la critica social y a desafiar lo establecido en la forma de realizar cine; un estilo que ha permanecido hasta el día de hoy. Cintas como Drugstore Cowboy - 100% (1989) o Idaho: El Camino de Mis Sueños - 82% (1991) ya eran referentes de culto cuando se anunció su dirección en esta cinta. Mente Indomable fue la carta de presentación de Van Sant para entrar en la élite de Hollywood, siendo considerada por muchos su cinta más accesible y popular entre la audiencia.
La popularidad de Mente Indomable no es para menos, hasta el día de hoy se mantiene como una historia inspiradora sobre la superación personal, la amistad, la lealtad, la autoestima y el enfrentar los problemas con fortaleza. La crítica internacional elogió las interpretaciones ofrecidas por la plana protagónica, especialmente el trabajo de Matt Damon, quien logró plasmar los conflictos internos de Will Hunting a través del lenguaje no verbal, llevando a su personaje por una odisea para encontrarse a sí mismo. Otra actuación aplaudida por los periodistas fue la de Robin Williams, quien se tuvo el reto de ser el mentor para el personaje de Damon sin perder el carisma y la serenidad que caracterizaban a sus personajes anteriores. Sin embargo, no sólo cumplió con el compromiso que requería su papel, sino que logró conmover a los críticos, audiencia e incluso compañeros con los monólogos que pronuncia a lo largo de la cinta. Quien también se llevó una mención honorifica por parte de la prensa fue Minnie Driver cuyo personaje en la película causó tal impacto que le llevó no solo al aplauso en general, también a vivir su transición como actriz de teatro a estrella de Hollywood.
Otro de los puntos fuertes de la cinta que no dejó indiferente a la critica es la dirección de Gus Van Sant. La prensa elogió la forma en que su narrativa salió de su zona de confort, proponiendo un ritmo dinámico sin perder la fidelidad a su estilo ya establecido en cintas. De igual manera, las reseñas hicieron hincapié en el trabajo de fotografía ejecutado por Jean-Yves Escoffier que, sumando el trabajo de edición, generó una buena composición visual de tonos rojizos cálidos que le dieron una autenticidad única a las imágenes, un aspecto de vital importancia para cualquier proyecto. La banda sonora a cargo de Danny Elfman y el artista de indie-folk Elliot Smith acompañaron el drama, además de ayudar a conmover en las escenas más emotivas. Este trabajo les valió a ambos artistas una nominación al Óscar por mejor canción original y mejor banda sonora, perdiendo ambas contra otro clásico del cine: Titanic - 88%.
Finalmente, la cinta se estrenó el 9 de enero del año 1998 en Estados Unidos y Canadá. En el fin de semana de estreno, la película ganó US$ 10,261,471.00 y se estima que recaudó como cifra final más de US$225 millones alrededor del mundo. La película fue un éxito en taquilla tomando en cuenta que su presupuesto inicial fue de apenas US$10 millones, y el público la había recibido. Eventualmente fue nominada en 9 categorías para el Premio de la Academia en su edición de 1998, siendo ganadora en dos categorías: Mejor Actor de Reparto para Robin Williams y Mejor Guión Original para Matt Damon y Ben Affleck, pero la cinta también estuvo presente en otras ceremonias importantes del año como los Critics' Choice Awards y los Globos de Oro. Destaca también la nominación a Minnie Driver como Mejor Actriz de Reparto, pues fue la primer nominación de su carrera como actriz.
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Todo esto es importante porque tanto Van Sant, cómo Damon, Affleck y Driver obtuvieron reconocimiento mundial a partir de esta película y fue la que les abrió las puertas a proyectos más grandes. Sin embargo, en este contexto se podría decir que el verdadero reconocimiento es la prevalencia en la mente de miles de personas alrededor del mundo que la consideran un clásico del cine, el resto es historia. En seguida, recordemos qué ha dicho la crítica de Mente Indomable - 97%:
Desson Howe de The Washington Post:
Su verdadero deleite es la lucha de voluntades entre Damon, un actor impresionante (...) y Williams, seguramente el cómico más dinámico del mundo.
Roger Ebert de Chicago Sun-Times:
El resultado de la película es bastante predecible, lo mismo que toda la historia, en realidad. Son los momentos individuales, no el desenlace, los que la hacen tan efectiva.
Emanuel Levy de Variety:
Una película de hermosa textura sobre un tipo de personas rara vez vistas en el Hollywood mainstream (...) Divertida, desenfadada, emotiva y furiosa.
Bob McCabe de Empire:
Su fuerza está en la asombrosa seguridad de su guion (...) No obstante, y en una película que exuda calidad, es Robin Williams el que ofrece tanto su corazón, como su momento culminante.
Janet Maslin de The New York Times:
Como Francis Ford Coppola hace con 'The Rainmaker', Van Sant demuestra cómo un profesional puede entretener con una potente -aunque no especialmente innovadora- historia.
Duane Byrge de The Hollywood Reporter:
Lo mejor de ella no está en sus simetrías psicológicas y bien realizadas, sino en la simple confusión de su humanidad. Es tumultuosa, es divertida, es desgarradora...retumba de vida.
Nev Pierce de BBC:
Emotiva, sin ser sentimental y reconfortante, sin parecer forzada.
Peter Stack de San Francisco Chronicle:
Íntima, sincera y tremendamente divertida, es una película cuyo impacto perdura.
Mike Clark de USA Today:
Damon coincide de manera convincente con la recriminación de Williams en este retrato del amor duro mutuo, incluso con este último dando lo que puede ser la mejor actuación de su carrera.
Mark Caro de Chicago Tribune:
Presenta demasiados abrazos y discusiones sobre lo que es mejor para Will. Pero en última instancia, la película, al igual que su protagonista, cuenta con una integridad e inteligencia que es difícil no admirar.
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