Quien sea fanático de la fantasía o de la literatura artúrica y tenga el hábito de leer en inglés, seguro habrá notado a estas alturas que en ese idioma hay cientos de obras de esta temática para todos los gustos. Si quieres leer algo de un autor canónico estás cubierto: [Persona] Mark Twain , [Persona] William Faulkner , [Persona] John Steinbeck , [Persona] Vladimir Nabokov y el reciente premio nobel [Persona] Kazuo Ishiguro , entre muchos otros, tienen textos artúricos. Si quieres leer reescrituras feministas que confronten los aspectos problemáticos de ese mito literario puedes leer la novela Sword of the Rightful King (2003), de Jane Yolen así como los cuentos “The Truth about the Lady of the Lake (1990) y “Galahad’s Lady” (1996), de Phyllis Ann Karr; “The Cup and the Cauldron” (1992), de Mercedes Lackey; “The Treasures of Britain (1996), de Heather Rose Jones; y “Lady of Avalon” (1996), de Diana Paxson. Si quieres algo posmoderno The King (1991), de Donald Barthelme, “Chilvary" (1992), de [Persona] Neil Gaiman y Brazil (1994), de John Updike pueden ser una opción. Si quieres algo de ciencia ficción o science fantasy existen los siguientes textos: Three Hearts and Three Lions (1953), de Poul Anderson; Witch World (1963) y Merlin’s Mirror (1975), de Andre Norton; The Guns of Avalon (1972) de Roger Zelazny; y Port Eternity, de C. J. Cherryh son opciones. De fantasía artúrica ni digo porque es el género en el que lo artúrico más ha proliferado en el siglo xx y xxi, pero recomendaría algo que quizá no todos los lectores estén familiarizados con: Mythago Wood (1984), de Robert Holdstock Por el contrario si se quiere algo que traslade manera realista la acción artúrica a la contemporaneidad del autor tenemos novelas como Castle Dor (1961), obra incompleta de Sir Arthur Quiller-Couch y terminada por [Persona] Daphne Du Maurier ; Lancelot (1978), de Walker Percy e inclusive un par de obras deportivas como: The Natural (1952), de [Persona] Bernard Malamud y Passion Play (1979), de [Persona] Jerzy Kosinski . Si de cómics se trata Camelot 3000, de Mike W. Barr y Brian Bolland es una opción. También recientemente Kieron Gillen incursionó en este territorio con su cómic Once & Future.

También puede ser tu interés: El Rey Arturo en el cine y la televisión: glorias y vergüenzas de la corona artúrica

Curiosamente, lo mismo no podemos decir del cine artúrico en Hollywood. En California han adaptado varias veces la leyenda, pero sólo dos películas cumplieron las expectativas económicas de los estudios La adaptación más exitosa en este lado del charco es [Pelicula] Excalibur, de [Persona] John Boorman . Es una película caótica que para algunos no captura del todo la esencia artúrica sino que la banaliza, pero ha sido la mejor aproximación que Hollywood ha tenido a la Materia de Bretaña y también la única que ha logrado ser un éxito de taquilla. Juntó la nada despreciable cantidad de $34,967,437. El otro gran éxito es [Pelicula] La Espada en la Piedra, basada en la novela homónima de T. H. White, pero digamos que Disney hizo trampa. La película ha recaudado 22 millones de dólares, pero fue “estrenada” en cines tres veces: en 1963, 1972 y 1983. En esa última ocasión recaudó 12 millones de dólares en contraste con los 4.75 que consiguió en su primer estreno.



Hollywood ha batallado para que las audiencias conecten con Arturo, Merlín, Lanzarote y demás personajes artúricos. Uno de sus último intentos fue un desastre en todos los frentes. Me refiero a [Pelicula] El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada, de [Persona] Guy Ritchie. La película recaudó 148.7 million en contraste con su presupuesto de 175 millones. El culpable fue la interferencia del estudio, algo que ya sabemos que es común en Warner, tristemente, así como un guion caótico y que el estilo usual del director no combinó bien con la fantasía épica que el estudio quería vender. Fue un desastre tonal sin dudas. Iba a ser la primera de seis, pero le fue tan mal en taquilla que en Warner mejor se han olvidado del asunto por el momento.

Otro intento reciente fue [Pelicula] Nacido Para ser Rey, de Shameem Ahmad. A este intento le fue mejor con la crítica. Esto en mayor medida se debió a que supo cómo modernizar lo artúrico y combinarlo con otras películas dirigidas a toda la familia. Lamentablemente, también fue un fracaso económico para el estudio.



Queda la duda ¿por qué el cine artúrico no logra atraer a las grandes audiencias como si lo hace, por ejemplo, el de superhéroes? Aquí he reunido tres probables razones que explican este fenómeno.


Democratización de lo artúrico



Grant Watson, autor del sitio FictionMachine, piensa que el fracaso de la película de Guy Ritchie se debe a una razón muy simple:

Al público generalmente no le interesa el rey Arturo. Arturo es igual a caballería y caballeros en armaduras brillantes, así como realeza y aristocracia. No es fácil identificarse con este tipo de personajes. Por ello las audiencias de cine y televisión normalmente se ven más atraídas por los temas sobre la clase trabajadoras y antiautoritarios de Robin Hood

Si esto fuera verdad ¿por qué en Estados Unidos se han escrito y leído tantas novelas artúricas si representan valores monárquicos contrarias a la democracia imperante en esa nación? De hecho, Nathaniel Hawthorne pensaba que no era un tema apropiado para la literatura de su nación. Alan Lupack y Barbara Tepa Lupack, especialistas en el tema, han dado una respuesta en su libro King Arthur in America (1999). La clave es la democratización de lo artúrico:

Al parecer es la regla y no la excepción que los escritores estadounidenses cambien los símbolos y los lugares tradicionales para crear nuevas historias y personajes y le resten importancia al rol de Arturo. De esta forma ofrecen una aproximación más democrática a las leyendas

No te pierdas: 4 motivos que contribuyeron al fracaso en taquilla de El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada

En otras palabras, desmitifican al texto y a sus caballeros. El ejemplo más conocido es A Connecticut Yankee in King Arthur's Court (1889), de Mark Twain. Uno de los elementos centrales de esa novela es que Arturo y sus caballeros son humanos normales indistinguibles de cualquier otra persona. No creo que sea una mera casualidad que esta novela haya sido adaptada por Hollywood nueve veces. Diez si contamos [Pelicula] El Despertar Del Diablo 3 Otro mecanismo usual es la idea de que cualquiera puede ser un caballero si tienen las cualidades adecuadas; es decir, no es cuestión de linaje si no de habilidades que cualquier humano puede desarrollar. Los textos moralizantes del XIX y XX, normalmente dirigidos a niños, decían que mientras uno tuviera los mismos valores que ellos, como el honor, la humildad y la justicia, se podría ser como cualquier caballero de Camelot. El ejemplo más famoso de esto es The Story of King Arthur and His Knights (1903), de Howard Pyle. Varias de las películas artúricas de Hollywood siguen mostrando un mundo caballeresco al que sólo las personas de cierto linaje pueden pertenecer. Esto, muy probablemente, no ha permitido que todo el público se pueda conectar con estas historias.



Dicho eso, la idea de que no se necesita venir de un linaje para ser un héroe es muy probablemente una de las razones por las que los superhéroes y sus películas han logrado conectar tan bien con el público. Superman, Black Panther, Batman y Iron Man no son ejemplo de ello porque todos provienen de algún linaje, pero héroes como Linterna Verde, Blue Beetle (Jaime Reyes), Capitán América, Spider-Man, Daredevil, y Kamala Khan entre otros son ejemplos de que cualquiera puede ser un héroe con la suerte y las cualidades correctas. La nueva idea no es de quién eres hijo sino quién eres.

Hacer adaptaciones con el dinero como la razón principal



Para bien o para mal, el cine en Hollywood es un negocio. La realidad es que las películas se hacen con la intención de generar ganancias. Si el estudio siente que su inversión no va a ser recompensada es muy probable que empiecen a tomar decisiones más allá de la voluntad del director para asegurar los beneficios económicos. El caso de [Persona] Zack Snyder es un ejemplo de eso y de lo contraproducente que puede ser. La película artúrica de Guy Ritchie es otro. El estudio quería generar una franquicia artúrica a lo El Señor de los Anillos y eligieron a un director muy extraño para lograrlo. Es probable que se haya debido al éxito de sus adaptaciones de Sherlock Holmes; sin embargo, sus películas de mafiosos tienen más en común con el detective londinense que con la fantasía épica o heroica.

El resultado fue que el estudio sólo lo dejó hacer a medias una película de gangsters artúricos y la otra mitad es un intento algo extraño de parecerse a la obra de Tolkien que no funcionó en lo más mínimo.



El material que han adaptado



El público norteamericano está familiarizado con la tradición artúrica. Muchos de ellos crecieron leyendo alguna reelaboración infantil de la versión de [Persona] Thomas Malory o algunas de sus múltiples reescrituras. Arturo es una figura omnipresente en el imaginario cultural de nuestros vecinos del norte. En ese sentido no tiene tanta lógica adaptar al cine Le Morte d'Arthur. Es un texto muy extenso y cuyo elementos centrales han sido discutidos y parodiados a lo largo de los siglos. Lord Tennyson cuestionó de manera importante el sentido de la búsqueda del Grial, tema que ha estado presente en muchas de la literatura artúrica moderna y contemporánea. De la misma forma la idea de que Arturo y compañía sean dechados de virtudes heroica ya se siente obsoleta. No es azaroso que muchas de las obras contemporáneas del tema, incluyendo la relaboración de Steinbeck, prefieran mostrarnos una corte decadente o las consecuencias de dicha decadencia.

La verdad es que es mucho más probable que tuvieran éxito si en lugar de modernizar a Malory intentarán adaptar alguna de las obras contemporáneas artúricas. El director adecuado podría hacer maravillas con el cuento ya mencionado de Gaiman, en el cual una viejecita se encuentra el Santo Grial en una tienda de antigüedades de Londres. De la misma forma Sword of the Rightful King (2003) de Jane Yolen podría ser la gran película artúrica feminista que nos hace falta. La manera en que en esa novela se deja claro que no hay nada que haga que Arturo sea más digno para gobernar o ser un caballero que Ginebra podría darle un giro necesario a este tipo de relatos cinematográficos. La realidad es que no tendríamos porque quedarnos en el mundo de los libros. La novela gráfica de Kieron Gillen bien podría darle un giro fresco con sus elementos de terror y de cacería de monstruos, pero de la misma forma podría ser una excelente película el videojuego The Order: 1886. La historia que quisieron contar se presta más para el mundo del cine. Además, ¿quién no quisiera ver a un grupo artúrico de cazadores de hombres lobos que usan armas steampunk creadas por NIkola Tesla en la Inglaterra victoriana?

Dicho eso, si eligen una obra interesante, el estudio debe asegurarse que se ajuste a la visión que ellos tienen, si no el resultado no puede ser tan bueno. Un ejemplo es La Espada en Piedra. La novela homónima de 1938, y no la versión que se publicó en Once & Future King, tiene como tema central que el hombre es el lobo del hombre. Esto se vio reflejado en que Arturo se enfrenta a puros caníbales en la novela, que incluyen a Madam Mim, en la novela un personaje a fin a la bruja de "Hansel y Gretel", y al gigante Galapas. Disney quería el material para hacer una película animada que se ajustara a su fórmula. El resultado es que este tema desapareció de su adaptación cinematográfica y se ajustaron a los personajes a la fórmula que tenía el estudio en el período. Quien lea la novela se sorprenderá de ver que Sir Ector y Kay son personajes más benévolos en la novela. También está todo el asunto de Robin Hood. En la novela aparece, en la película no. Muy probablemente porque en el estudio ya estaban planeando la película que saldría diez años después. En ese sentido, Disney pudo haber contado la historia que ya conocemos ajustándola a su fórmula del momento sin tener la necesidad de adaptar una obra ya existente, aunque en el fondo el estudio siempre se ha caracterizado por hacer adaptaciones libres.

Cualquier adaptación de Hollywood está condenada al fracaso si los estudios siguen eligiendo obras o directores que no se ajusten a la visión que piensa que les va a dar dinero y no me refiero sólo a lo artúrico, sino en general.



No te quedes sin leer: El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada tiene calificación podrida en el Tomatómetro