El multiverso es un mar de posibilidades infinitas. En uno de sus múltiples rincones hay adaptaciones de El Señor de los Anilllos de J.R.R. Tolkien que ni siquiera nos podemos imaginar. Las posibilidades son infinitas. Seguro debe haber un universo donde Hayao Miyazaki hizo una trilogía de anime basada en estas novelas. Lo interesante es que estuvimos a nada de vivir en el universo donde The Beatles iban a estelarizar una película musical basada en estas novelas con Stanley Kubrick como director. Eso suena extraño ¿verdad? Lo es. Quizá por eso no llegó a ser. En nuestra realidad sólo existen dos adaptaciones cinematográficas: la versión animada de Ralph Bakshi y la muy amada trilogía de Peter Jackson .
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Por los proyectos truncos de nuestra realidad sabemos que en alguna parte del multiverso existe una versión dirigida por Michelangelo Antonioni . Otra pudo haber sido hecha por el ilustrador Heinz Edelmann, quien dirigió El Submarino Amarillo - 96%. Si tomamos como base sus portadas de la edición alemana de estos libros y su otro trabajo, ésta hubiera sido una versión muy psicodélica que quizá no hubiera sido del agrado de los fans de la novela. Otra más por David Lean , director de Lawrence de Arabia - 99%. Otra versión la pudo haber dirigido John Boorman una década antes que Excalibur - 82%. Aquí les vamos a hablar de la que pudo ser dirigida por Kubrick y por este último.
¿Por qué estaban interesados los Beatles en este proyecto?
Los integrantes del cuarteto de Liverpool eran fans de la obra de Tolkien. Nacieron en la época correcta para haber leído la trilogía cuando se publicó siendo adolescentes. Dicho eso, la idea de hacer esto no era suya. La idea fue del productor Denis O'Dell a quién se le ocurrió en los sesenta. Él había colaborado con los Beatles en sus dos películas anteriores, A Hard Day's Night - 99% y ¡Socorro! - 91%. De hecho, ellos tenían un contrato para hacer tres películas con United Artists. A O’Dell le pareció que era una buena idea que lo cerraran con una adaptación musical de la obra de Tolkien. A los músicos les pareció una idea excelente. Cabe decir que United Artists también estaban particularmente interesados en que este proyecto viera la luz del día.
Igual que las dos películas antes mencionadas, este proyecto iba a ser un filme live-action musicalizado por los Beatles. En otras palabras, en alguna parte del vasto crisol de posibilidades hay un disco de ellos que nunca vimos y que estuvo inspirado en la obra de Tolkien.
¿A quién iban a interpretar?
Lo obvio sería que hubieran interpretado a Sam, Frodo, Merry y Pippin, ¿verdad? Esto hubiera sido parcialmente correcto. Paul McCartney iba a interpretar a Frodo y Ringo Starr a Sam, pero John Lennon le iba a dar vida a Gollum y George Harrison a Gandalf. Es curioso pensar que estuvimos a punto de ver a Lennon como Gollum. Eso hubiera sido interesante y quizá perturbador.
¿Quién la iba a dirigir?
Sabemos quién no la iba a dirigir: Richard Lester. Él ya había filmado las dos películas anteriores de ellos y ahora todos los involucrados querían a un director de mucho más renombre, en todos los sentidos. Eso no significa que no estuvieran complacidos con el trabajo de Lester, sólo no les pareció el hombre adecuado. O’Dell contactó a Antonioni, a David Lean y a Stanley Kubrick.
Kubrick era fan de las novelas, pero por lo mismo estaba convencido de que eran demasiado complejas para ser adaptadas satisfactoriamente a la pantalla grande. Decidió mejor concentrarse en un pequeño proyecto suyo llamado 2001: Odisea del Espacio - 96%. En otras palabras, Kubrick nunca estuvo involucrado, pero el interés de su parte sí estaba, sólo no creyó que fuera algo posible en ese momento. ¿Eso fue lo que mató al proyecto? No.
¿Qué mató a este proyecto?
Los Beatles eran fans de Tolkien, pero esto no era mutuo. El escritor detestaba su música y a las bandas derivadas de la misma. Se cree en ese período su odio se vio amplificado por una curiosa coincidencia del destino, el cual probablemente no quería que viéramos una versión musicalmente psicodélica de El Señor de los Anillos. Muy cerca de su casa ensayaba un grupo que quería ser como los Beatles para la mala fortuna del autor y su familia. Así lo expresó en una carta a su amigo Christopher Bretherton:
En una casa a tres puertas de distancia habita el miembro de un grupo de jóvenes hombres que evidentemente quieren convertirse en un grupo al estilo Beatle. Los días en que es su turno de ser el anfitrión de una sección de práctica el ruido es indescriptible.
Después de conocer esta información no les debe sorprender que cuando el cuarteto de Liverpool se acercó a Tolkien para que les vendiera los derechos y pudieran comenzar su nueva película, éste se negó rotundamente sin ninguna clase de negociación.
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¿En ese momento realmente murió el proyecto?
Sí y no. En ese momento todas las posibilidades de que en nuestro mundo existiera una película de de Frodo con música de los Beatles se fueron al olvido, pero United Artists todavía tenían interés en poder llevar a la pantalla grande a ese trío de novelas. Se tardaron un poco, pero al final lograron comprar los derechos. En 1969 ya los tenían y a finales de ese año lograron convencer a John Boorman de que se alejara de Camelot y mejor pusiera sus ojos en la Tierra Media. Así es, antes de filmar Excalibur, este director estuvo a punto de filmar una película de El Señor de los Anillos. El guón lo iba a hacer su asiduo colaborador Rospo Pallenberg .
¿Los Beatles seguían involucrados?
Sorprendentemente sí. Ya no iban a componer el soundtrack, pero sí la iban a protagonizar. Pallenberg era de la idea de que Paul McCartney iba a ser un excelente Frodo. Se sabe que los otros tres también iban a interpretar a los hobbits restantes. En palabras del guionista:
Ellos eran el anclaje emocional de toda la pieza.
¿Tolkien iba a salir en esta versión?
Es de mi agrado informarles que así es. El propio autor iba a salir, pero no interpretando a Gandalf ni nada por el estilo. La primera escena de la película iba a ocurrir en el estudio de Tolkien interrumpiéndolo en pleno trabajo. Ya de ahí se iban a ir a la Tierra Media para que viéramos la creación de los anillos.
¿Qué tan diferente iba a ser de las novelas?
Lo primero que se debe mencionar es que se iba a tener que condensar mucho porque se iban a condensar las 1200 páginas de la trilogía en una sola película. El guión era de 176 páginas. Como bien informa One Room With A View, sitio apoyado por la London Film School, esta versión le iba a agregar algo de sexo a todo el asunto:
Pallenberg construyó una escena en la que, después de reunirse con Galadriel en Lothlorien, Frodo debía entrar en intimidad con ella antes de ver en el espejo encantado. En contraste, el amor definitivamente no estaba en el aire entre Aragorn y una Arwen de supuestamente 13 años (son 13 en años élficos). En su lugar, el verdadero rey de Gondor se iba a casar con Eowyn, presuntamente después de darle en el campo de batalla la curación sexual que necesitaba)
Así es, muchos de los que temen que Amazon haga que la obra de Tolkien se parezca a Game of Thrones - 59% piensan que le van a agregar sexo sin sentido a su versión, pero esto ya iba a ocurrir en los setenta de la mano de John Boorman.
¿Dónde se iba a filmar la cinta?
En Irlanda, gracias a incentivos fiscales que ofrecía el país en esa época.
¿Cómo iban a resolver el asunto del tamaño de los actores?
Con sets gigantescos y utilería enorme. Eso hubiera sido una forma ingeniosa de resolver el asunto, pero se iba a ver bastante extraño.
¿Por qué murió esta versión?
En 1970 United Artists consideró que todo el proyecto era demasiado riesgoso y mejor lo canceló. Todo se hubiera quedado ahí, pero Ralph Bakshi se moría por hacer una versión animada y convenció al estudio para que se lo permitieran. El resultado: El Señor de los Anillos - 50%. Eso sí, se negó a usar el guión de Boorman. Consideraba que éste no captó la obra de Tolkien y que sólo iba a ser una versión chafa de una película de Roger Corman.
¿Qué fue de las ideas de Boorman y Pallenberg?
Tomaron sus ideas y las utilizaron para cumplir su sueño de hacer una película artúrica. Así es, Excalibur se deriva en algún sentido de lo que ambos aprendieron con su intento fallido de adaptar la obra de Tolkien.
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