El terror como elemento de renovación del manga shonen en Demon Slayer

Kimetsu no Yaiba, de la autora Koyoharu Gotouge , mejor conocido en este parte del mundo como Demon Slayer ha sido un fenómeno en el mundo del shonen que nadie se esperaba. Más el anime que el manga. La realidad es que como dijo el editor en jefe de Weekly Shōnen Jump, Hiroyuki Nakano, en una entrevista para Nikkei Entertainment, el manga no se empezó a vender como pan caliente hasta que terminó el anime:

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Normalmente, un manga gradualmente vende más copias durante la transmisión del anime, pero las ventas de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba se elevaron cuando terminó el anime. La manera en que la gente interactúa con él ha cambiado y yo siento que hemos entrado en una nueva fase. Hay más publicaciones de mangas y sitios de internet, así que hay más lugares donde encontrarlos y que se adecuen a tus gustos. No importa que tan grandioso sea un manga, no se va a convertir en un hit sólo porque se publicó en Jump. Inclusive el éxito de Demon Slayer se debió a las recomendaciones de boca en boca que se generaron cuando terminó el anime.

La segunda parte del ascenso meteórico de esta franquicia llegó con el estreno de la película Demon Slayer: El tren infinito - 100%. Como todos sabemos la película rompió toda clase de récords de taquilla en Japón a pesar de que fue estrenada en plena pandemia (16 de octubre de 2020), el más impresionante de los cuales es el de ser la película taquillera de la historia de Japón, superando a El Viaje de Chihiro - 97%.

Gracias a que ese anime se volvió viral en todo el mundo cuando se estrenó en el 2019, existían fans que estaban dispuestos a ir a ver la película cuando se estrenara en todo el mundo. La película rompió récords aún más destacables en su estreno mundial. Es la película de anime y la película japonesa, en sí, más taquillera de la historia, pero sobre todas las cosas es la película más taquillera del 2020 con más de USD$500 millones recaudados en todo el mundo.

La duda a que todos nos embarga es: ¿por qué este anime en particular es tan inmensamente popular? Yo concuerdo con Yoshiyuki Tomino, creador de Gundam, cuando dijo, en una entrevista para Livedoor News, que su éxito fue una coincidencia, básicamente porque se alinearon muchos factores positivos de producción que dieron como resultado un anime que destacó sobre el resto:

Cuando se estrenó Demon Slayer, yo pensé ‘¡Diablos! ¡Esos sujetos lo hicieron bien!, cuando yo descubrí el equipo que habían armado. Los actores de doblaje son geniales, el compositor de la canción que todos conocen es magnífico. Mucha gente talentosa se reunió para ese proyecto. En ese sentido, lo que yo sentí fue más allá de la envidia y comencé a pensar ‘Hombre, esos sujetos son algo’. Dicho eso, yo no pienso que Demon Slayer se un trabajo calculado o artificial. Yo pienso que esa reunión [de talentos] fue una coincidencia’. Es extraño tener encuentros que se alineen tan perfectamente.

La realidad es que en los siguientes párrafos no voy a explicar por qué considero que este anime es un éxito, pero voy a decir por qué a mí me parece que pudo conectar con el público. Para mí eso se reduce a algo que podría parecer muy simple, pero que el anime logró hacer muy bien: fusionar la fórmula del shonen con el terror.

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Uno pensaría que eso ya se ha hecho antes. Hay una buena cantidad de shonen sobrenaturales que combinan lugares comunes del terror con la fórmula del shonen de batallas del héroe que con su esfuerzo va a lograr superar todos los obstáculos y ser el más fuerte. Bleach y Yu Yu Hakusho me vienen a la mente inmediatamente. El asunto es que en esos animes, los seres demoniacos a los que se enfrenta el protagonista son ornamentales o mejor dicho están ajustados tan bien a la fórmula que los espectadores no sienten miedo ni por equivocación y falta uno de los elementos principales de ese género: la tensión. Por ejemplo, en Bleach los hollow son básicamente fantasmas convertidos en seres sin alma que devoran humanos. El asunto es que Ichigo es tan endemoniadamente fuerte y apto que nunca sentimos que va a sucumbir a ellos. No ayuda el hecho de que con el tiempo los hollow fueron convertidos en enemigos humanoides (los Arrancar) menos aterradores y más convencionales en un shonen de este tipo y al final fueron convertidos en algo secundario y poco importante para la historia.

En completo contraste con esto, en Demon Slayer siempre hay tensión. Los enemigos son demonios /oni, que aquí básicamente funcionan como vampiros. Son débiles a la luz solar y a la flor conocida como glicinia o wisteria. Dicho eso, su fuerza sobrepasa a la de los humanos que los enfrentan. Los Demon Slayer Corps tienen técnicas de respiración que les permite tener fuerza sobrehumana para enfrentar a esos enemigos y espadas especiales llamadas nichirin, las cuales están hechas con un mineral especial que absorbe la luz solar. Eso no significa que estén en igualdad de condiciones. Esa es una de las claves del éxito de esta serie. A lo largo de la historia vemos a personajes morir o resultar mutilados en su enfrentamiento contra estas criaturas que solían ser humanas.

Inclusive como en cualquier shonen hay una jerarquía; es decir, la fuerza de los personajes es medida. Los guerreros más fuertes de la corporación que pelea contra los demonios son los pilares. Si alguien sólo ha visto el anime y la película deje de leer lo que voy a decir. El punto es que hasta los más fuertes de la jerarquía de este mundo mueren enfrenándose a estos seres. Eso va generando la sensación de que el protagonista en verdad está poniendo algo en riesgo en su enfrentamiento. Eso le da un giro bastante refrescante a la fórmula del shonen. Saber que los personajes pueden morir.
Eso es justo también lo que hace que esto sea terror mientras que Bleach y animes similares se quedan en el reino de la acción con monstruos. Hay que recordar la mayoría de las cintas de terror en las que existan amenazas sobrenaturales, el humano es impotente contra ellas. En ocasiones puede llegar a tenerlas, pero se encuentra en una situación de completa desventaja. El hecho es que en muchas de esas obras el ser humano suele tener las de perder. Un ejemplo claro son las películas de zombies, mientras menos indefenso esté el ser humano contra ellos, es probable que la película empiece a inclinarse más por la acción y la aventura que por el terror propiamente dicho.

En Demon Slayer, los personajes no están completamente indefensos como ya dije, tienen sus espadas especiales y sus técnicas de respiración, inclusive el protagonista tiene la filosofía meritocrática de nunca rendirse y llena de esperanza a sus amigos. Eso es parte de lo que lo hace un shonen de dicha revista. Eso y el hecho de tener a sus amigos que lo acompañan en su lucha y a su hermana, quien también es un demonio. Definitivamente le ayudó mucho la monstruosidad de los adversarios, pero sobre todo el progenitor de los demonios, Muzan Kibutsuji; al final la mayoría de los demonios a los que se enfrentan suelen ser víctimas ellos mismos, con sus excepciones entre las que destaca el antagonista principal. Algo que refuerza esto, y que emocionará a los fans cuando lleguen a la batalla final, es lo desesperanzadora que es, por momentos. No voy a spoilerearla aquí, pero sólo diré que las cosas se ponen tan mal que la autora tuvo que reencarnar a los personajes en nuestro presente para poderles dar un final feliz. Cosa que demeritó un poco la tensión dramática que se había construido.

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