La reputación que tiene Hollywood cuando se trata de películas con datos científicos no es la mejor, pues siempre se ha encontrado que mucha de la información que se ve en la pantalla no es del todo cierta. Las películas que transcurren en el espacio exterior suelen ser muy entretenidas y la industria del cine no dejará de producirlas, de seguro, pero son pocos los que realmente se esmeran por presentar al público una historia que se desarrolla en este medio de la manera más realista posible. Es común incluso que de cintas ganadoras del Óscar nos enteremos que aparecen científicos a dar su opinión y que al final lo que vimos no sería algo posible en la vida real.
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Con la llegada del hombre a la luna, se han realizado muchas historias que toman como base los hechos reales para tratar de hacer un retrato preciso del espacio exterior mientras narra la hazaña lograda por la humanidad, pero no todo son dramas protagonizados por Neil Armstrong, quien de una u otra forma siempre vuelve a aparecer en la pantalla, sino que también hay una interesante oferta de producciones protagonizadas por personajes originales que aportan a la escena de la ciencia ficción. Pero como todo en la vida, siempre hay personas que se preocupan más por los detalles que otras, y eso nos lleva a las películas más realistas sobre el espacio exterior.
Ninguna es perfecta, o de lo contrario no serían de ciencia ficción, pero en términos de ciencia se esforzaron y lograron ser algunas de las más realistas por la precisión en el ámbito científico de sus historias, mas no en tratar de predecir cosas como cuándo llegarán los seres humanos a Marte. Sin embargo, su uso permite que una película de ciencia ficción no tenga al público al borde de la risa por lo irracional o lamentándose por lo poco realista que se ve. Algunas han hecho un mejor trabajo que otras, aunque se nota cuando sus directores, escritores o productores han hecho el esfuerzo por apegarse a la ciencia para que sus producciones se parezcan un poco a lo que sucedería en la vida real en las diferentes situaciones que proponen en la pantalla grande.
A continuación, les contaremos un poco más de las películas más realistas sobre el espacio exterior que han llegado al cine:
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2001: Odisea del Espacio - 96%
Al hacer una cantidad excesiva de investigación, Stanley Kubrick y el equipo pudieron crear escenarios y accesorios que captarían al público y parecerían realistas según el progreso de la NASA. En esa época, apenas estaban preparándose para enviar al hombre a la Luna, así que el director puso la mayor atención posible para que su creación no se quede desactualizada ante el desarrollo rápido de la agencia espacial. 2001: Odisea del Espacio evitó muchos de los tropos emocionantes pero poco realistas que vemos en tantas películas hoy. No se escucha ningún ruido en el espacio en esta película, ya sea de explosiones u objetos que chocan entre sí, porque el espacio es silencioso. Los astronautas tardan años en llegar a Júpiter, y las transmisiones de ida y vuelta tardan 10 minutos, porque eso es lo que dictan las leyes de la física. Kubrick no quería crear gravedad en la nave espacial Discovery One, en cambio gastó alrededor de US$75 mil (US$5 millones en la actualidad) para crear la esfera de hábitat giratoria, que simulaba la gravedad utilizando la fuerza centrífuga y tardó seis meses en construirse. Pudo representar situaciones de gravedad cero de formas que muchos expertos aún aplauden.
La forma tan precisa en la que se retrata la misión hace que parezca un documental. No hace falta decir que una película que dramatice el aterrizaje lunar abortado del Apolo 13 en la vida real sería científicamente precisa, pero la película de Ron Howard, de 1995, merece elogios por hacer un esfuerzo por destacar la ciencia detrás de la misión. El efecto de esto es que, aunque estás viendo una película protagonizada por Tom Hanks, Kevin Bacon y Bill Paxton, Apolo 13 casi parece una película documental gracias a la autenticidad que se muestra. Una parte importante por la que es tan precisa es que el elenco recibió una gran cantidad de entrenamiento de astronauta, aprendió las transcripciones de la NASA e incluso tomó un curso intensivo de física. Howard incluso obtuvo permiso para filmar algunas escenas a bordo de un avión de gravedad reducida para simular la ingravidez del espacio.
El equipo de producción de Misión Rescate se esforzó mucho para ser científicamente exacto, al igual que Andy Weir , el autor del libro en el que se basa la película. Tuvieron acceso a planos reales de la NASA y algunos de sus trajes, para finalmente reunirse con varios astronautas para aprender más de ellos. La propia NASA ha destacado que varias tecnologías reales fueron utilizadas en la película. Estas incluyen el hábitat en el que vive el astronauta Mark Watney, la granja de plantas que usa para cultivar y el motor de propulsión iónica que usa para llegar allí. Incluso el traje espacial que usa es diferente al que los astronautas usan habitualmente en el espacio, y se basa en conceptos en los que se piensa para la actualidad. Su traje tenía que ser más flexible y cómodo que los grandes y abultados que estamos acostumbrados a ver y la NASA también se encontraba trabajando en unos parecidos al momento en el que se estaba produciendo el filme.
El filme de Christopher Nolan es conocido por ser muy preciso en lo que respecta a los efectos visuales. Creado con la ayuda del físico teórico Kip Thorne, Interestelar presenta un enorme agujero negro, llamado Gargantúa, al que un equipo de astronautas termina viajando. La película muestra a Gargantúa de acuerdo con todas las leyes conocidas de la física. Además, un planeta orbita a este agujero, y normalmente pensarías que sería destrozado por la gravedad masiva, pero Thorne descubrió que, cuando se trata de agujeros negros masivos, en realidad sería posible que un planeta sobreviva. Otro detalle que está avalado por la ciencia es que cuando los astronautas visitaban planetas, los compañeros que quedaban a bordo envejecen mucho más rápido, una situación extraña que en realidad es científicamente precisa.
Basada en la novela homónima de Michael Crichton de 1969, la película sigue a un equipo de científicos que investiga un organismo alienígena mortal que, sin saberlo, se desata en Nuevo México. Si bien los eventos de la película se han descartado como poco probables, en las circunstancias adecuadas, las bacterias alienígenas podrían llegar a la Tierra y causar enfermedades en el cuerpo humano. Si esto sucediera, nuestros cuerpos estarían completamente mal equipados para combatir las bacterias extrañas, lo que resultaría en un evento similar al que se muestra en la película. Algunos consideraron que la cepa de Andrómeda generaba miedo en 1971, pero desde entonces, los científicos han demostrado que las bacterias son capaces de sobrevivir en el vacío mortal del espacio, lo que hace que la película sea incluso profética.
A menudo es elogiada como una de las películas científicamente más precisas de todos los tiempos al estar basada en la única novela de ciencia ficción escrita por Carl Sagan . Protagonizada por Jodie Foster, trata sobre la búsqueda de inteligencia extraterrestre y lo que sucede cuando la descubren en un mensaje desde el espacio. Usan ondas de radio, al igual que SETI lo hace en la vida real, y la trama se basa en la física real o en los pensamientos de Sagan sobre hacia dónde podrían ir las teorías reales. Los extraterrestres se comunican a través de las matemáticas, tal como los científicos creen que probablemente lo harían. Y muchos investigadores han considerado seriamente el viaje final a través de un agujero de gusano, incluso si no parece plausible en general en este momento.
Impacto Profundo
Si bien no comienza bien en términos de plausibilidad, porque dudamos que algún adolescente que mire las estrellas note que un cometa se precipita hacia la Tierra antes de la NASA, gran parte del resto es bastante creíble. Hacer estallar un cometa con armas nucleares tenía sentido como la opción más viable en 1998 y lo mismo es cierto hoy en día, mientras que el mega tsunami que arrasa la costa oriental y las costas occidentales de Europa y África fue destacado nada menos que por Neil deGrasse Tyson.
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