Durante la Edad Media se crearon una serie de textos que trataban sobre las tradiciones celtas e historias épicas de la isla de Gran Bretaña, éstos relatos narraban las acciones del Rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda, fueron denominadas posteriormente como la Materia de Bretaña o el Mito Artúrico. A lo largo de los años estas fuentes literarias han tenido una gran cantidad de interpretaciones, de las cuales la industria del cine y el apartado literario han brindado cada una sus propias versiones. En la cultura popular, el Mito Artúrico ha sido la base para representar el honor, bondad, pureza, determinación, entre muchas otras cualidades; el fin de la Mesa Redonda del famoso caballero era que todos y cada unos de sus integrantes fueran iguales entre sí. He aquí una de las principales bases que se usaron para King's man: El Origen - 60%.
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Escrita y dirigida por el también director de las anteriores entregas, Matthew Vaughn (X-Men: Primera Generación - 
87%, Kick-Ass: un Superhéroe sin Superpoderes - 76%); la historia de King's man: El Origen toma lugar cuando un grupo formado por los tiranos y las mentes criminales más malvadas de la historia se unen para desencadenar una guerra que matará a millones de personas. Un hombre tendrá que luchar contra reloj para detenerlos.
La historia de la agencia Kingsman fue presentada para la pantalla grande en 2014 con Kingsman: El Servicio Secreto - 74% y una secuela en 2017 en Kingsman: El Círculo Dorado - 51%, pero realmente tienen sus orígenes en las novelas gráficas de nombre The Secret Service de Mark Millar y Dave Gibbons .
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La cinta abre con un recuerdo y establece desde el inicio el tema principal que se va a desarrollar a lo largo de sus 131 minutos de duración. La guerra es cruel, dura e implacable, no todo hombre está preparado para ella y ciertamente no todos son aptos para la misma. Este es el concepto clave y básico que estará siempre presente durante la misión a cumplir.
Históricamente toma los hechos de la primera Guerra Mundial para contar una encrucijada llena de (¡oh, sorpresa!) espías y conflictos bélicos. A primera instancia se puede pensar que sólo traslada la magia y opulencia de las otras dos películas de Kingsman al pasado, pero no es así, ya que, si bien, se trata de una cinta de origen, se centra directamente en su desarrollo y no en llenar de referencias al espectador y/o fanáticos sobre lo que va a venir más adelante.
Realmente, aunque ya se sepa cómo ocurrieron tales sucesos en este desafortunado evento, la forma en la que Matthew Vaughn juega con la historia es interesante. Por un lado, se toma bastante en serio estos hechos para contar poco a poco qué y cómo sucedieron ciertos detalles, pues tal parece, que una lección de historia vista desde otros ojos es explorada a fondo. Desgraciadamente, pueden pasar 60 minutos y el espectador puede sentirse abrumado o confuso del porqué se toma tanto tiempo para entrar en los asuntos más dinámicos. Sí, es una cinta de espías, pero eso no quiere decir que se tenga que esperar bastante para las secuencias de acción.
Otro de sus puntos débiles, es su villano, pues realmente cae en motivaciones cliché o muy vagamente exploradas. El punto que compensa este hecho es su grupo de la maldad, pues cada uno está dotado de actitudes y características únicas que provocan real interés en las escenas donde todos participan o llevan a cabo sus planes. Por ejemplo, Daniel Brühl y Valerie Pachner cumplen con desestabilizar a Estados Unidos y Alemania de forma peculiar. Sin duda, cada junta que tienen alimenta el misterio de la revelación final y ambición de este selecto grupo.
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Del lado de los chicos buenos, Ralph Fiennes da una clase sobre el liderazgo y las decisiones difíciles. Explora un arco argumental de personaje correctamente logrado y ofrece la escena más triste de la cinta. Gemma Arterton y Djimon Hounsou por su parte, inyectan ese female power, sin opacar la presencia de sus compañeros, y dan maestría en el cine de acción en estilizadas acrobacias para esquivar la brutalidad de los machetes y demostrar el valor de la amistad, lealtad y el compañerismo respectivamente.
Hasta este punto, King's man: El Origen - 60%, podría tratarse de una cinta de acción o espías cualquiera, pero la diferencia es que posee varias secuencias que sólo pueden catalogarse con una palabra: alucinantes. Desde la primera película de Kingsman, Vaughn ya demostraba que sabía cómo coordinar estas difíciles escenas con sus actores y aquí no es la excepción. Cada enfrentamiento, ya sea con armas de fuego, espadas, martillos o a puño limpio están bellamente coreografeadas, editadas e interpretadas. Todo el conflicto global se reduce a salvar el día en estos momentos. Desde una trinchera, una montaña, las faldas de un bosque, una alberca congelada o sala de una mansión; absolutamente todos los lugares son los ideales para una lucha increíble.
Si se tuviera que elegir un sólo momento que se robe la película sería el enfrentamiento contra Rasputín, que sin entrar en más detalles, además de ser personificado por un deslumbrante Rhys Ifans, fácilmente podría ser la mejor escena de acción que Vaughn ha rodado en su vida. Reconocimiento extra a Tom Hollander quien interpreta a tres personajes distintos y se desenvuelve en cada uno de ellos.
King's man: El Origen - 60% es una mezcla de una cinta de espías con grandes dosis de comedia y secuencias hermosas de acción. Responde al origen de la creación de la agencia de espionaje de forma muy natural y también a una de sus frases más icónicas. Sin duda, es altamente recomendable tanto a seguidores de la franquicia, público en general y amantes de la novela gráfica.
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