El tema de casarse es un tópico que ha cambiado en los últimos diez años, evidentemente el sueño de muchas personas ya no es comprometerse, vivir juntos y tener una familia feliz en un lugar acomodado. Estos deseos han cambiado por otros temas como vivir en un unión libre, adoptar y viajar. Las ideas que funcionaron hace 20 años no van a seguir vigentes en la época contemporánea. A finales de la década de los años 90 y principios de los 2000 Hollywood explotó a más no poder (y lo sigue haciendo) la fórmula de las comedias románticas, algunas ya icónicas como Loco Por Mary - 83% o La Boda de mi Mejor Amigo - 71%. Para una gran parte de la población, era grato y divertido ver aquella historia donde dos desconocidos se conocen por azares del destino, hablan y se dan cuenta de que son el uno para el otro mientras que una tercera persona acecha desde la oscuridad para ocasionar una ruptura momentánea y al final ambos reconocen que se aman más que a nada.
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Decenas de películas gastaron estos puntos claves en las historias de amor, unas mejores que otras. El problema se evidencia cuando el 90% de las cintas de comedias románticas cuentan lo mismo una y otra vez sin alterar nada de la fórmula propiciando un hartazgo en el público y ocasionando bajo rendimiento en la taquilla y en la crítica. Es aquí donde entra Cásate conmigo - 65%.
Las superestrellas de la música Kat Valdez (Jennifer Lopez) y Bastian (Maluma) se casarán ante una audiencia global de fans. Pero cuando Kat se entera, segundos antes de sus votos, que Bastian le ha sido infiel, decide casarse con Charlie (Owen Wilson), un extraño entre la multitud.
Justo como se dijo en el inicio, hablar del compromiso y una boda en una película de este género puede que funcionasen hace una década, pero realmente el público ya no le interesan del todo estos tópicos, ahora si se le suma el hecho de volver a seguir la fórmula de los enamorados que terminan juntos a pesar de todo, esto ya empieza a sonar a disco rayado se vea por donde se vea.
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Cabe mencionar que el hecho de seguir una fórmula no quiere decir que el producto está condenado a la monotonía o el fracaso, simplemente hay que saber cómo contar la historia, qué tipo de cambios se harán en pro de los personajes y sobre todo: sorprender a la audiencia. Desgraciadamente, esta cinta no aprende nada de lo que ya se hizo y cae en un hoyo de hartazgo. Si se hubiera estrenado hace diez años, quizás habría sido la sensación del momento con sus respectivos protagonistas. La química entre Owen Wilson y Jennifer Lopez es prácticamente inexistente. Ya sea por una pobre interpretación o simplemente por el cansancio de estar haciendo lo mismo una otra vez que en sus anteriores producciones. Y es que una cinta de este tipo debería convencer genuinamente al espectador de que los dos están enamorados (o interesados), sólo que no se logra.
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Algo que sí hay que reconocer son los temas compuestos por Maluma y JLO, pues cuando ambos interpretan sus respectivas letras junto a la producción, la esencia del show, estilo Superbowl de primer nivel se hace presente. Las canciones son pegajosas y están muy bien hechas, son el tipo de pistas que sin duda se tocarían para pasar el rato. Es como si todo el presupuesto se haya gastado en este punto y al guionista apenas se le haya dado un incentivo.
Cásate conmigo - 65% es una comedia romántica que no agrega nada nuevo a la fórmula, simplemente va a la segura en desarrollar esa clásica historia de amor que el público ya vio durante tantos años con superestrellas, tanto en personas adultas como en jóvenes. Si lo que se busca es una cinta para el mes del amor o simplemente para el domingo, ésta es la elección...de lo contrario lo mejor es ignorarla.
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