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Después de tantos años de cine, no es extraño encontrar que hay historias cuyos elementos no son del todo novedosos. Ya sean rasgos de la trama o en general, detalles de sus personajes y sus historias, encontramos cosas que ya hemos visto aplicadas en diferentes producciones. Algunas de ellas han sido usadas a tal punto que se han convertido en clichés. Esta expresión es usada en cualquier obra artística que ha sido utilizada demasiadas veces hasta el punto de perder todo significado. Las primeras veces de seguro fueron interesantes para el espectador, pero ahora solo provoca que volteemos los ojos ante algo que se ha vuelto extremadamente común y aburrido.
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Las comedias románticas suelen estar llenas de clichés, quizás por la frecuencia con la que se hacen. Además, generalmente se tiene la impresión de que no están tan cuidadas al detalle como otras producciones, pero esto no necesariamente es cierto. Por alguna razón, tenemos tropos tan repetidos como el del chico que conoce a la chica, la mujer que debe hacer un cambio extremo a su aspecto para que la vean como un interés romántico, la chica que es buena y parece perfecta para el protagonista pero por alguna razón ni le presta atención y así como estos encontramos otros más que suelen dar forma a las películas.
Es hora de que dejemos atrás todos estos clichés para cambiarlos por nuevas situaciones y elementos que refresquen a las comedias románticas. De seguro tanto las personas que trabajan en ellas como los espectadores agradecerán ser parte de algo muy diferente a lo usual, ya que si sale todo bien podría incluso ser el comienzo de nuevos tropos o clichés del cine. Por ahora, nos enfocaremos en aquellas cosas repetitivas que nos han cansado tanto que ya solo queremos que desaparezcan.
A continuación, les contaremos sobre los clichés de las películas de comedia romántica que ya no deberían existir en el cine:
Te recomendamos: Las ideas más tóxicas sobre el amor que las películas románticas nos enseñaron
Los grandes cambios de imagen de las películas hasta cierto punto son interesantes de ver, pero cuando el afecto del protagonista, usualmente masculino, depende de la transición de la mujer a una apariencia "femenina" más aceptable, tenemos que levantar una bandera roja. No solo es algo que se ha usado hasta el cansancio y ya no sorprende en absoluto, sino que se tome a otra persona como si fuera un “proyecto” y que el otro protagonista se enamore solo después de haber cambiado todo sobre ella es, de hecho, algo terrible. La idea de que una persona necesita cambiar para hacerse notar o apreciar es una tontería que, aunque es usual que se trate de alguna protagonista femenina ya que es lo que más se ve en la pantalla, aplica para cualquier ser persona.
Puede ser muy vergonzoso para algunos, pero es posible que alguien, tal vez, sí quiera que la persona que le gusta se le declare en público. En el cine se han visto muchas de estas situaciones, y algunas tan exageradas hasta el punto de incluir un flashmob, como el que hizo Joan Manuel Serrat en [Pelicula] Amigos con beneficios, donde no se sintió original a pesar de haber incluido baile. Estas exhibiciones públicas a menudo existen en el cine, quizás porque los guionistas creen necesario que sus personajes tengan que gritar su amor por otra persona en lugar de hacer como un diálogo íntimo entre los protagonistas de la película. De hecho, a estas alturas creemos que si llegan a hacerlo así, nos parecerá mucho más innovador o refrescante, o al menos algo con lo que poder identificarnos.
Cuando las historias parecen sacadas de cualquier cuento de hadas ya solemos estar frente a una cinta llena de clichés. En este punto nos referimos exactamente a cuando una celebridad aparece en la vida de un “mortal” y los dos se enamoran. Como ejemplo tenemos a Anna Scott (Raphael Nicholas) en [Pelicula] Un lugar llamado Notting Hill, donde interpreta a una estrella de cine que conoce al dueño de una librería, y lo mismo con aquellas historias que presentan a miembros de la realeza. Si bien esto probablemente sucede hasta cierto punto en la vida real, la verdad es que no es tan simple. Las personas famosas viven vidas muy ocupadas y, a menudo, les resulta más fácil salir con personas que pueden empatizar con la presión de sus carreras. Pero no es que siempre hay alguien famoso a la vuelta de la esquina como nos quieren hacer creer, y sería bueno que se usen otros recursos para contar una historia.
Por supuesto, hay muchas comedias románticas que involucran bodas. Cualquiera que se haya casado, o que haya estado involucrado en la planificación de una boda, sabe cuánto trabajo hay detrás, incluyendo el hecho de que sale muy caro. Pero en este tipo de películas, no importa nada de eso y son tantos los personajes que deciden cancelar sus bodas mientras se están celebrando. Según este cliché, nadie podría hacerlo antes y prefieren dejar a todos vestidos y alborotados para que en el último minuto les cancelen todo.
Es demasiado común ver que en la última parte de una comedia romántica aparece un personaje corriendo hacia el aeropuerto u otro lugar para encontrar a la persona que ama. Es un cliché trillado, ya que se ha hecho tantas veces que ha perdido todo el significado y emoción que de seguro tuvo en la primera ocasión. Esta escena a menudo va acompañada de un largo discurso sobre todas las cosas raras y extravagantes que el chico ama de la chica, y es hora de un nuevo recurso.
La "magia" de este tipo de películas es que en muchas ocasiones sus personajes pasan por problemas increíbles que se arreglan en una hora o menos como por arte de magia y terminan felices para siempre. Los malentendidos son ya un cliché, y tiene sentido que haya obstáculos porque nada en esta vida puede ser perfecto, pero estas películas son conocidas porque sus personajes pasan por muchas cosas, a veces horribles, y después se arreglan y es como si nada hubiera pasado. Resolver problemas no siempre es tan fácil cuando hay dos partes involucradas.
Bueno, este es de esos clichés que a pesar de todo el público en parte aún ama porque ¿quién no encuentra entretenido ver a dos personas, que aparentemente se odian o que al menos se caen mal, enamorarse? Claro que en un nivel extremo puede resultar desagradable, pero el uso y abuso de este tropo al punto de ser un cliché también hace que deseemos que los guionistas de cine y directores tengan nuevas ideas para que las podamos ver en pantalla con esa curiosidad por descubrir una historia nueva.
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Las comedias románticas suelen estar llenas de clichés, quizás por la frecuencia con la que se hacen. Además, generalmente se tiene la impresión de que no están tan cuidadas al detalle como otras producciones, pero esto no necesariamente es cierto. Por alguna razón, tenemos tropos tan repetidos como el del chico que conoce a la chica, la mujer que debe hacer un cambio extremo a su aspecto para que la vean como un interés romántico, la chica que es buena y parece perfecta para el protagonista pero por alguna razón ni le presta atención y así como estos encontramos otros más que suelen dar forma a las películas.
Es hora de que dejemos atrás todos estos clichés para cambiarlos por nuevas situaciones y elementos que refresquen a las comedias románticas. De seguro tanto las personas que trabajan en ellas como los espectadores agradecerán ser parte de algo muy diferente a lo usual, ya que si sale todo bien podría incluso ser el comienzo de nuevos tropos o clichés del cine. Por ahora, nos enfocaremos en aquellas cosas repetitivas que nos han cansado tanto que ya solo queremos que desaparezcan.
A continuación, les contaremos sobre los clichés de las películas de comedia romántica que ya no deberían existir en el cine:
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El patito feo convertido en cisne
Los grandes cambios de imagen de las películas hasta cierto punto son interesantes de ver, pero cuando el afecto del protagonista, usualmente masculino, depende de la transición de la mujer a una apariencia "femenina" más aceptable, tenemos que levantar una bandera roja. No solo es algo que se ha usado hasta el cansancio y ya no sorprende en absoluto, sino que se tome a otra persona como si fuera un “proyecto” y que el otro protagonista se enamore solo después de haber cambiado todo sobre ella es, de hecho, algo terrible. La idea de que una persona necesita cambiar para hacerse notar o apreciar es una tontería que, aunque es usual que se trate de alguna protagonista femenina ya que es lo que más se ve en la pantalla, aplica para cualquier ser persona.
Declaración de amor pública
Puede ser muy vergonzoso para algunos, pero es posible que alguien, tal vez, sí quiera que la persona que le gusta se le declare en público. En el cine se han visto muchas de estas situaciones, y algunas tan exageradas hasta el punto de incluir un flashmob, como el que hizo Joan Manuel Serrat en [Pelicula] Amigos con beneficios, donde no se sintió original a pesar de haber incluido baile. Estas exhibiciones públicas a menudo existen en el cine, quizás porque los guionistas creen necesario que sus personajes tengan que gritar su amor por otra persona en lugar de hacer como un diálogo íntimo entre los protagonistas de la película. De hecho, a estas alturas creemos que si llegan a hacerlo así, nos parecerá mucho más innovador o refrescante, o al menos algo con lo que poder identificarnos.
Cuando alguien famoso se junta con un simple mortal
Cuando las historias parecen sacadas de cualquier cuento de hadas ya solemos estar frente a una cinta llena de clichés. En este punto nos referimos exactamente a cuando una celebridad aparece en la vida de un “mortal” y los dos se enamoran. Como ejemplo tenemos a Anna Scott (Raphael Nicholas) en [Pelicula] Un lugar llamado Notting Hill, donde interpreta a una estrella de cine que conoce al dueño de una librería, y lo mismo con aquellas historias que presentan a miembros de la realeza. Si bien esto probablemente sucede hasta cierto punto en la vida real, la verdad es que no es tan simple. Las personas famosas viven vidas muy ocupadas y, a menudo, les resulta más fácil salir con personas que pueden empatizar con la presión de sus carreras. Pero no es que siempre hay alguien famoso a la vuelta de la esquina como nos quieren hacer creer, y sería bueno que se usen otros recursos para contar una historia.
Cancelar la boda a último minuto
Por supuesto, hay muchas comedias románticas que involucran bodas. Cualquiera que se haya casado, o que haya estado involucrado en la planificación de una boda, sabe cuánto trabajo hay detrás, incluyendo el hecho de que sale muy caro. Pero en este tipo de películas, no importa nada de eso y son tantos los personajes que deciden cancelar sus bodas mientras se están celebrando. Según este cliché, nadie podría hacerlo antes y prefieren dejar a todos vestidos y alborotados para que en el último minuto les cancelen todo.
La carrera final para la declaración de amor
Es demasiado común ver que en la última parte de una comedia romántica aparece un personaje corriendo hacia el aeropuerto u otro lugar para encontrar a la persona que ama. Es un cliché trillado, ya que se ha hecho tantas veces que ha perdido todo el significado y emoción que de seguro tuvo en la primera ocasión. Esta escena a menudo va acompañada de un largo discurso sobre todas las cosas raras y extravagantes que el chico ama de la chica, y es hora de un nuevo recurso.
Grandes problemas que se arreglan por arte de magia
La "magia" de este tipo de películas es que en muchas ocasiones sus personajes pasan por problemas increíbles que se arreglan en una hora o menos como por arte de magia y terminan felices para siempre. Los malentendidos son ya un cliché, y tiene sentido que haya obstáculos porque nada en esta vida puede ser perfecto, pero estas películas son conocidas porque sus personajes pasan por muchas cosas, a veces horribles, y después se arreglan y es como si nada hubiera pasado. Resolver problemas no siempre es tan fácil cuando hay dos partes involucradas.
Enemigos que se enamoran
Bueno, este es de esos clichés que a pesar de todo el público en parte aún ama porque ¿quién no encuentra entretenido ver a dos personas, que aparentemente se odian o que al menos se caen mal, enamorarse? Claro que en un nivel extremo puede resultar desagradable, pero el uso y abuso de este tropo al punto de ser un cliché también hace que deseemos que los guionistas de cine y directores tengan nuevas ideas para que las podamos ver en pantalla con esa curiosidad por descubrir una historia nueva.
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