Hablar con la verdad es decir que Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones - 66% no es la película favorita de los fans de la saga de ciencia ficción. De hecho, siempre aparece en los últimos lugares de cada lista de películas live-action que se hacen; es posible que alguien la considere la mejor parte de la historia de Star Wars, pero podemos estar de acuerdo que no se trata de una mayoría. Cada fan tiene gustos diferentes, pero muchos coinciden en que no es el mejor trabajo de George Lucas por varias razones de las que no hablaremos porque nos vamos a centrar en su valioso aporte a la franquicia.
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La segunda parte de las precuelas de Star Wars llegó a cines en mayo de 2002, lo que significa que ya han pasado dos décadas desde que el público pudo ver parte de la guerra que Lucasfilm sigue tomando en cuenta para sus producciones. Esta vez en live-action, con Hayden Christensen, Ewan McGregor, Natalie Portman y demás actores que interpretaron a una gran cantidad de Jedi que llenaron la pantalla de una forma nunca antes vista. Al igual que ellos, también estuvo el esfuerzo de sus antagonistas, quienes contribuyeron en gran medida a este espectáculo de proporciones épicas que, aunque no sea lo mejor de la franquicia, merece ser visitado de vez en cuando porque es una parte importante de Star Wars, así como una excusa para apreciar sus detallados avances tecnológicos en el medio.
Independientemente de lo que uno piensa sobre El Ataque de los Clones, el filme produjo una tonelada de elementos fantásticos que se sumaron significativamente a la gran tradición de Star Wars. Su misión fue difícil porque tenía la tarea de cerrar la brecha entre un muy joven Anakin Skywalker y el hombre que iba a convertirse en el villano más temible de la galaxia, y encima de eso ser un thriller político y una historia de amor. Los obstáculos fueron demasiado grandes, pero es difícil negar que algunas de las mejores partes del canon posterior provienen directamente del Episodio II.
Esta precuela aún sigue dando material a los fans antiguos y a los más nuevos que se sumaron al fandom con las películas realizadas por Disney, la compañía propietaria, porque el universo de Star Wars sigue siendo explorado y juega una parte importante en algunas de las historias. El legado de Star Wars: Episodio II - El Ataque de los Clones, a la larga, está levantando a esta película de los escombros, así que es un buen momento de revisar su aporte a la franquicia.
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Jango Fett
El personaje interpretado por Temuera Morrison tuvo poco tiempo en pantalla pero la franquicia sabe que es uno de sus mejores elementos. Más que un simple asesino a sueldo al que puede que no le haya importado la guerra inminente, pero permitió que se estableciera a los soldados que entrenó como un ejército formidable. La precuela no dedicó mucho tiempo a las ramificaciones de la participación de Jango o sus motivaciones, pero enfatizar su legado mejora retroactivamente la película, reconociendo el atractivo potencial de un personaje que fue ignorado en gran medida durante su debut. Habría sobrevivido a Geonosis si no fuera por un jetpack dañado y El Ataque de los Clones representó a Jango como alguien más capaz que su hijo, quien sufrió un destino decepcionante en la trilogía original (hasta que llegó El libro de Boba Fett - 63%).
El origen de la Estrella de la Muerte
La Estrella de la Muerte es un elemento recurrente en la franquicia por la importancia que tiene para la historia y aunque a estas alturas no necesita explicación, el haber sido incluida en el Episodio II contribuyó al simbolismo y los comienzos del Imperio con algo que recién se estaba plantando. Este elemento aparece en otras películas y novelas, pero en el Episodio II, a medida que avanzaba la Batalla de Geonosis se puede ver que el líder geonosiano Poggle el Menor le confió a Dooku su arma definitiva y los esquemas revelaron que tenía la forma de una pequeña luna con un plato cóncavo.
Los clones y la Orden 66
En la trilogía original tuvimos a los stormtroopers como soldados del Imperio y en las precuelas aparecieron los clones, que llevaron una perspectiva nueva a todo lo que podía implicar la expansión de esta franquicia por dos razones: primero, que no se trataba de soldados humanos sino de clones y segundo, mucho más impactante, que los fans se llevaron una gran sorpresa al descubrir que los clones (clonetroopers) en realidad peleaban junto a los Jedi y no en su contra, hasta que ese giro de la Orden 66 lo cambió todo al hacer que se vuelvan en su contra. Gracias a esta película, luego llegaron historias enfocadas en los clones, lo que permitió añadir más drama y emoción a las historias, así como también le dio a los fans más personajes favoritos.
Las reglas de la Fuerza
Sabemos que los Jedi tienen habilidades que van más allá del uso del sable de luz. Además de correr, dar un salto mortal y usar ese empujón conocido como Force Push, tenemos la impresión de que los Jedi son inmunes al daño por caída. En la persecución inicial de Coruscant, Anakin y Obi-Wan caen grandes distancias antes de aterrizar en diferentes deslizadores. También aprendemos un poco más sobre el Lado Oscuro de la Fuerza, puesto que se ve por primera vez la habilidad de Dooku de proyectar rayos de Fuerza. Yoda, su ex maestro, explica que el camino que él tomó está lleno de “mentiras y creación de desconfianza”, lo que también aporta con algo nuevo a la forma de actuar de los Sith. El filme también nos muestra que el surgimiento de la amenaza Sith ha impedido que los Jedi puedan ver las cosas a través de la Fuerza ya que el Lado Oscuro lo nubla todo.
Kamino
Una de las grandes revelaciones fue sin duda Kamino, un nuevo planeta que está cubierto por agua y tiene ciudades elevadas. En su investigación para encontrar a Jango, Obi-Wan viajó a Kamino, uno de los nuevos planetas introducidos en el Episodio II y sus habitantes, los kaminoanos, eran una especie misteriosa. Lo que no sabíamos era que entre sus hermosas ciudades se escondían terribles secretos, y la intriga junto con su distintivo diseño se combinaron muy bien. Además, es el mundo natal de Jango Fett, lo que vuelve a este lugar más interesante al punto de que ha sido visitado varias veces en otras producciones de Disney como Star Wars: The Bad Batch - 95%.
Obi-Wan Kenobi
La elección de Ewan McGregor fue el casting perfecto para Star Wars. Al principio, en la primera película, está un poco de adorno, pero es en Episodio II donde realmente conocemos al Obi-Wan que habíamos estado esperando tantos años ver. El Ataque de los Clones nos da un Jedi confiado. Lo vemos como un espadachín, un policía espacial, e incluso como un general Jedi. Este es el Obi-Wan que los fans habían esperado, y podría decirse que superó las expectativas. También es la plantilla para docenas de grandes episodios de las series animadas de Star Wars con este personaje, con la voz de James Arnold Taylor. Sin este filme no habríamos tenido al Kenobi de McGregor como es, y el resto de la franquicia no sería lo mismo sin él.
Los Togrutas
Star Wars no se siente completa sin la presentación de nuevas especies en sus películas. El Episodio II no fue la excepción, y nos dio a la especie Togruta, inteligente y de aspecto humanoide, originalmente del planeta Shili. Su máxima representante en este filme fue la Maestra Jedi Shaak Ti, que posteriormente murió a manos de Darth Vader cuando se encontraba meditando al momento de un ataque contra el templo. Ella no apareció mucho tiempo en pantalla, pero gracias a su momento en pantalla, y su peculiar aspecto, muchos quedaron encantados. Otro personaje volvió a poner a los Togrutas en el mapa y desde allí se ha convertido en uno de los favoritos de los fans, además de una constante en la franquicia: Ahsoka Tano.
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