RESEÑA | Goodbye, Don Glees!: "¿De qué te arrepentirías si el mundo acabara mañana?"

Si se busca la definición de amistad, se pueden encontrar variantes de la misma o tecnicismos como "Se trata de una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida", lo curioso de este asunto es que para quienes leen o mencionan dicha palabra no relacionan esto con significados, sino con personas.

Como bien se dice, la amistad es algo que cada ser humano, sin excepción, ha tenido alguna vez en su vida. Ya sea en la escuela, en el trabajo, en el transporte, en el tráfico o hasta en algún momento random de la vida. Las amistades nacen en cualquier etapa de la vida y en lugares cotidianos o inesperados. Pese a que no todas las relaciones son para siempre, sí nos marcan de alguna manera. Y de eso trata Goodbye, DonGlees! - 97%, que nos entrega uno de los estudios más hermosos sobre la amistad.

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Del estudio de animación MADHOUSE y dirigida y escrita por Atsuko Ishizuka (A Place further than the Universe, No Game, No Life), esta hermosa historia para toda la familia nos sumerge en una aventura de verano vista a través de los ojos de Roma, Toto y Drop, un trío de adolescentes que se llaman así mismos los Don Glees. Un día los tres chicos son acusados de causar un incendio forestal así que se embarcan en una misión dentro del bosque para probar su inocencia. Drop les contará acerca de una leyenda sobre un teléfono que cumple los deseos de aquellos quienes escuchan su timbrar.

Si bien el concepto de la amistad es algo que se puede explorar en diferentes formatos del cine o la televisión, aquí siendo una película de anime toda la historia calza perfecta. La narrativa acompañada de las animaciones funcionan de forma orgánica y genuina. Nada de lo desarrollado está fuera de lugar ni ocurren momentos aburridos que entorpezcan las conversaciones.

La experiencia y relación de estos amigos, Roma, Toto y Drop, nos es tan familiar que traspasa la pantalla grande. La nostalgia lleva al espectador a su niñez y la felicidad de un paseo por la feria del pueblo, o construir una casa club con sus mejores amigos en medio de la nada, o aquel coqueteo con las compañeras/compañeros del salón o simplemente al recuerdo de cuando quisieron ser viajeros con un propósito en la vida. Es como si Goodbye, DonGlees! - 97% fuese un espejo de la infancia.

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Los personajes despiertan empatía. Aquí no existen traumas complejos del pasado que resuenen en ellos y les impida relacionarse con otras personas, simplemente son tres niños que viven su adolescencia mientras descubren el mundo. Aunque son diferentes personalidades, comparten ciertas etapas. La cinta apenas inicia y arroja tres escenas clave con un diálogo que parece no tener mucha relación o sentido. Incluso, hasta la mitad de la cinta estos momentos parecen que son totalmente ajenos a lo que se está contando, pero una vez avanzada esta parte algunos comentarios de cierto personaje apuntan al final y el espectador puede crear cierto puente entre todo, sólo que sin esperar nada todavía.

Hay en Goodbye, DonGlees! - 97% un cúmulo de vivencias y sentimientos que desde el inicio y a lo largo de la aventura, se van desarrollando y toman sentido. La música acompaña a los protagonistas en momentos llenos de felicidad y tristeza, pero sin que estos sentimientos choquen o se invaliden entre ellos.

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La cinta de Atsuko Ishizuka es una carta de amor a la amistad, que hace énfasis en que debemos aprovechar el momento y no dejar nada para mañana, pero, ¿en qué sentido? Al menos como ponen las diversas situaciones en la aventura, se dice que jamás se deben posponer las ideas ni mucho menos dudar del momento. Este pensamiento se maneja a través del personaje de Drop, quien con una actitud hiperactiva y diálogos graciosos se lleva por los hombros toda el filme.

La animación está pulida al máximo, desde detalles como un terreno para la agricultura, una tienda de regalos, el pueblo de los estudiantes, los atardeceres, fuegos artificiales y dos detalles muy importantes para la historia: cascadas y un teléfono rojo. ¿Qué simbolizan estos dos conceptos? La película lo responde, extiende y resuelve de forma única.

La amistad siempre va a estar acompañada de momentos únicos e irrepetibles, no importa dónde sino con quién. Ese es el mensaje más fuerte que el largometraje animado cuenta. Goodbye, DonGlees! habla sobre lo duro que es crecer y que nada va a ser como antes, que si hay una oportunidad de presenciar algo importante al lado de otras personas, jamás hay que dudar de ello. Es una historia contada meticulosamente y lista para hacer llorar hasta el más amargado espectador. Rumbo al final, dejará pensando al público: "¿De qué te arrepentirías si el mundo acabara mañana?"

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