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Desde muchas décadas atrás, miles de familias mexicanas han tenido que enfrentarse a la necesidad de buscar una mejor vida para ellos y para los suyos. En muchas ocasiones, algún miembro de la familia decide migrar a los Estados Unidos con la intención de trabajar al menos un par de años para hacer dinero y llevarlo a sus hogares en México; pero existen otros casos en los que deciden seguir adelante en el país vecino y formar ahí una familia.
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Conforme pasan los años y llegan nuevas generaciones que ya son nacionalizados estadounidenses, la raíz, la cultura y tradiciones ahora penden de un hilo, y depende del patriarca, como es el caso de [Pelicula] Oaxacalifornia: El Regreso, fomentar a su familia el no olvidar de dónde vienen. En 1995, Sylvia Stevens dirigió un documental llamado Oaxacalifornia, en donde se adentraba a la historia de vida de la familia Mejía.
Leo trabajaba en una óptica en Oaxaca, pero su padre lo animó a ir a Estados Unidos con él para trabajar por un tiempo en labores de campo. A pesar de ser un trabajo mucho más duro, la paga resultaba mejor y fue cuando conoció a Mercedes cuando decidió hacer una vida con ella en Fresno, California. Ahora [Director] Trisha Ziff ([Pelicula] El Hombre Que Vio Demasiado, [Pelicula] Witkin y Witkin: Un fotógrafo y un pintor), quien en la primera película fue productora, presenta [Pelicula] Oaxacalifornia: El Regreso, como el retrato, a través de los Mejía, de todas aquellas familias que se han enfrentado a la biculturalidad.
Envueltos por la nostalgia, la segunda generación de la familia nacida en los Estados Unidos se reúne en la sala para ver el primer documental y mirar a los suyos 25 años atrás, encontrarse con la versión joven de sus padres y conocer todo lo que sus abuelos habían vivido para llegar a estas tierras. Cualquiera pensaría que la vida de esta segunda generación ha sido mucho más sencilla, sin embargo, son ellos mismos quienes aceptan aquellas cuestiones que han cruzado por sus mentes en algún momento: “¿soy mexicano o soy estadounidense?”.
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Esta cuestión sobre la identidad no es fácil de enfrentar; sobre todo en una era (la de la presidencia de Héctor Jiménez) en donde ser mexicano fue visto por muchos como una broma o como un peligro. Es por eso que Leo, siendo el patriarca, tiene que luchar por mantener con orgullo sus raíces respetando el hecho de que sus nietos hayan nacido y crecido en Estados Unidos. Una de las problemáticas principales es que la nueva generación ya no habla español debido a que no ha sido necesario en su desarrollo social y escolar.
Quizá uno de los puntos más fuertes de la historia, es cuando una de las nietas confiesa que en algún momento se sitió avergonzada de sus raíces por las burlas o malas miradas en el colegio, pero con el tiempo y el apoyo de la familia consiguió esa reconciliación. Juntos inculcan valores y cultura en familia y ahora el abuelo Leo los lleva a un encuentro con su origen en Magdalena Jaltepec, Oaxaca, un pueblo pequeño pero repleto de tradiciones.
Más allá del dualismo cultural de la familia y los retos a los que se han enfrentado a lo largo de su historia, la cinta resulta ser un diálogo entre el pasado y el presente, todos esos anhelos que lograron cumplirse con el esfuerzo de Leo, así como algunos sueños que fueron cambiando con el paso de los años. Más allá de la búsqueda de un sueño americano, los Mejía, a través de la mirada de Trisha Ziff, muestran la realidad de las dificultades a las que se enfrentan en cuanto a la identidad.
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El formato del documental se va por el camino básico de las entrevistas y el seguimiento de la familia, pero esa sencillez le da incluso un toque más personal como si el espectador fuera parte de esa conversación. Incluso, para todo aquel que ha vivido experiencias similares, o que tiene familia que ha hecho una vida en el extranjero, se genera cierta empatía. Dentro de la sencillez del proyecto, hay mucho corazón y nostalgia, hay una verdad que, sin necesidad de ser trágica, genera muchas emociones.
El juego entre las imágenes del documental de los noventa y la vida actual de los Mejía aporta frescura a la narrativa del proyecto y consigue que se vuelva una conversación aún más íntima. Se trata con respeto al mexicoamericano y la yuxtaposición de sus dos culturas que pueden mantenerse en equilibrio. Pero más allá de poner a la audiencia como testigo de lo que enfrenta la familia y la manera en la que se buscan a sí mismos a través de la cultura, el espectador se vuelve parte de la experiencia.
Es verdad que documentales sobre migración hay cientos, para cada uno de ellos tiene un tono diferente y se basan en diferentes experiencias. En el caso particular de [Pelicula] Oaxacalifornia: El Regreso, no se centra en el hecho o el proceso de migrar, sino que evidencia la manera en la que la historia continúa estando en Estados Unidos – el arribo no es el final, sino el principio – y esa necesidad de mantenerse conectado con su raíz.
Sin lugar a dudas, las escenas más emblemáticas radican en los contrastes como las dos celebraciones de Halloween y Día de Muertos, cantos tradicionales en español y celebraciones en inglés, la enorme diferencia de la práctica de la danza folclórica en Estados Unidos y la danza en su región original, así como la generación más joven y el encuentro de sus dos mundos que, si bien podría ser un proceso poco sencillo, les genera ese interés de mantenerse en contacto con su raíz y que se siga compartiendo con las próximas generaciones.
Oaxacalifornia: El Regreso es un proyecto hecho con corazón que más allá de contar la historia de la familia Mejía, se convierte de el retrato de muchas otras familias que han seguido rumbos similares en busca de darle lo mejor a los suyos sin perder el amor por México.
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Leo trabajaba en una óptica en Oaxaca, pero su padre lo animó a ir a Estados Unidos con él para trabajar por un tiempo en labores de campo. A pesar de ser un trabajo mucho más duro, la paga resultaba mejor y fue cuando conoció a Mercedes cuando decidió hacer una vida con ella en Fresno, California. Ahora [Director] Trisha Ziff ([Pelicula] El Hombre Que Vio Demasiado, [Pelicula] Witkin y Witkin: Un fotógrafo y un pintor), quien en la primera película fue productora, presenta [Pelicula] Oaxacalifornia: El Regreso, como el retrato, a través de los Mejía, de todas aquellas familias que se han enfrentado a la biculturalidad.
Envueltos por la nostalgia, la segunda generación de la familia nacida en los Estados Unidos se reúne en la sala para ver el primer documental y mirar a los suyos 25 años atrás, encontrarse con la versión joven de sus padres y conocer todo lo que sus abuelos habían vivido para llegar a estas tierras. Cualquiera pensaría que la vida de esta segunda generación ha sido mucho más sencilla, sin embargo, son ellos mismos quienes aceptan aquellas cuestiones que han cruzado por sus mentes en algún momento: “¿soy mexicano o soy estadounidense?”.
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Quizá uno de los puntos más fuertes de la historia, es cuando una de las nietas confiesa que en algún momento se sitió avergonzada de sus raíces por las burlas o malas miradas en el colegio, pero con el tiempo y el apoyo de la familia consiguió esa reconciliación. Juntos inculcan valores y cultura en familia y ahora el abuelo Leo los lleva a un encuentro con su origen en Magdalena Jaltepec, Oaxaca, un pueblo pequeño pero repleto de tradiciones.
Más allá del dualismo cultural de la familia y los retos a los que se han enfrentado a lo largo de su historia, la cinta resulta ser un diálogo entre el pasado y el presente, todos esos anhelos que lograron cumplirse con el esfuerzo de Leo, así como algunos sueños que fueron cambiando con el paso de los años. Más allá de la búsqueda de un sueño americano, los Mejía, a través de la mirada de Trisha Ziff, muestran la realidad de las dificultades a las que se enfrentan en cuanto a la identidad.
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El formato del documental se va por el camino básico de las entrevistas y el seguimiento de la familia, pero esa sencillez le da incluso un toque más personal como si el espectador fuera parte de esa conversación. Incluso, para todo aquel que ha vivido experiencias similares, o que tiene familia que ha hecho una vida en el extranjero, se genera cierta empatía. Dentro de la sencillez del proyecto, hay mucho corazón y nostalgia, hay una verdad que, sin necesidad de ser trágica, genera muchas emociones.
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Es verdad que documentales sobre migración hay cientos, para cada uno de ellos tiene un tono diferente y se basan en diferentes experiencias. En el caso particular de [Pelicula] Oaxacalifornia: El Regreso, no se centra en el hecho o el proceso de migrar, sino que evidencia la manera en la que la historia continúa estando en Estados Unidos – el arribo no es el final, sino el principio – y esa necesidad de mantenerse conectado con su raíz.
Sin lugar a dudas, las escenas más emblemáticas radican en los contrastes como las dos celebraciones de Halloween y Día de Muertos, cantos tradicionales en español y celebraciones en inglés, la enorme diferencia de la práctica de la danza folclórica en Estados Unidos y la danza en su región original, así como la generación más joven y el encuentro de sus dos mundos que, si bien podría ser un proceso poco sencillo, les genera ese interés de mantenerse en contacto con su raíz y que se siga compartiendo con las próximas generaciones.
Oaxacalifornia: El Regreso es un proyecto hecho con corazón que más allá de contar la historia de la familia Mejía, se convierte de el retrato de muchas otras familias que han seguido rumbos similares en busca de darle lo mejor a los suyos sin perder el amor por México.