Luego de un espectacular debut, [Temporada] The Last of Us (1) presenta con atención lo endurecido del carácter de Joel y, a través de este personaje, sus temas centrales: la esperanza contra la desolación. Y sí, también nos muestra sus mejores elementos de horror de supervivencia para todo el gusto de los fantástico del videojuego que aman sentirse acechados por aterradoras criaturas.

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Titulado [Episodio] Infected ("Infectados”), el segundo episodio de The Last Of Us abre, antes de la pandemia, con una experta en hongos examinando a quien parece ser uno de los primeros zombis de la implacable nueva cepa del cordyceps. Esto no es gratuito, pues al regresar al presente, Joel ( Pedro Pascal) y Tess ( Anna Torv) deberán decidir si confiar o no en Ellie (Emily Kinney), quien dio positivo al patógeno, pero asegura ser inmune al mismo.

Después de 20 años de sobrevivir bajo las mismas reglas, y en un aislamiento emocional casi impenetrable, Joel será puesto a prueba cuando, en su temprana fuga de la zona de cuarentena, tendré que arrancarse del pecho un atisbo de esperanza, porque tal como sus enemigos del grupo paramilitar de las Luciérnagas, dicen: hay que buscar luz en la oscuridad. Y la posibilidad de una cura es más real que antes.



Este episodio de [Temporada] The Last of Us (1) es totalmente un mérito a Pascal. Durante la fira de prensa del show, Neil Druckmann, creador del juego y guionista de esta adaptación, explicó que lo que más le sorprendió del actor chileno era su capacidad para suprimir lo carismático, alegre y amigable que es en la vida real para la pantalla. De eso es testamento este episodio en el que Joel es más hostil a ojos del público de lo que será en el resto de la temporada.

Precisamente por interpretar a Tess, su compañera sentimental y de contrabando, en oposición a ello, es que Torv se merece el mismo aclamo. En apenas dos episodios, este personaje ofrece un personaje similar, pero mucho más inclinado a recuperar esa esperanza que se antoja como un agujero negro en la interpretación que se hace de Joel. Y que no quede duda de que la relación entre ambos deja un impacto en él y, por extensión, en la audiencia.

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El segundo episodio también destaca por quizá una de las secuencias más aterradoras de la serie entera: la presentación de los chasqueadores. Quienes ya conozcan el juego recordarán un nivel en un museo. Casi calcado del mismo, la serie entrega un claustrofóbico encuentro con este tipo de infectados. En buena parte gracias al diseño de sonido y producción que proviene del material original, tan sólo el chillido y movimiento de las criaturas será suficiente para acelerar el ritmo cardíaco del público.

[Temporada] The Last of Us (1), igualmente, recordará, en los últimos minutos de este segundo episodio, que su mundo es brutal. La promesa de una cura no llegará sin sacrificios y el público no debe encariñarse con sus personajes a menos que sean temerarios ante la posibilidad de verlos morir. El show volverá este domingo por HBO Max y todavía faltan otros siete episodios en total.

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