Todo fanático del cine sabe que la mejor película del año y la película ganadora del Óscar no son sinónimos, así como las entregas de los premios de la Academia van de la mano con las sorpresas y disgustos que son el pan de cada día en sus respectivas ediciones. Mientras sigan existiendo premiaciones, también existirán las quejas sobre cómo las codiciadas estatuillas doradas van a las manos equivocadas. Desde siempre, encontramos títulos que milagrosamente se convirtieron en la Mejor Película de su año, pero también con clásicos del cine y/o excelentes historias que pasaron desapercibidas ante la posibilidad de obtener un reconocimiento.
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La Academia ha cometido errores importantes a lo largo de su historia, como reconocer películas que no merecen tantos premios (o el más importante de cada ceremonia), usar esa oportunidad para darle todas las estatuillas a una película que no venía tanto al caso y hacer lo mismo porque en una ocasión anterior falló en reconocer el trabajo de algún director y lo usa como una “excusa” para tratar de deshacer sus acciones del pasado. Ha ocurrido con actores, cineastas y también con películas, así que quienes han seguido los premios ya saben que pueden y deben esperar que ocurra cualquier cosa.
El historial de esta organización es casi una cadena de equivocaciones con uno que otro acierto, y a pesar de que puede ser bastante subjetivo el asunto al tratarse de arte, no estamos solos al mencionar ciertos títulos de películas famosas que merecían ganar el Óscar y se quedaron con las manos vacías específicamente en la categoría donde se premia al mejor filme del año. A veces los errores son tan notorios que muchas opiniones coinciden sobre qué película debía llevarse la estatuilla dorada.
En esta lista haremos un recorrido por películas famosas de diferentes épocas que definitivamente merecían llevarse el reconocimiento:
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Aunque ganó Kramer vs. Kramer - 
88%, una película sobria y simple sobre el divorcio y la paternidad, es difícil encontrar una razón sobre por qué Apocalipsis Ahora no se llevó el premio. Habitualmente aparece entre las mejores películas de todos los tiempos, y creemos que aplastaría a la que fue ganadora en una nueva votación; al menos esta cinta es catalogada como una obra maestra en todo su esplendor, tanto del cine bélico como fuera de él.
Una obra mayor de Martin Scorsese que no pudo llevarse este reconocimiento. Por alguna razón, los votantes de la Academia decidieron que Danza con Lobos - 82% merecía la estatuilla a pesar de que no era la mejor película. Una decisión que sin duda enojó a los cinéfilos y al menos a una parte de la crítica; fue muy raro que el mejor director de Hollywood tuviera que ver una de sus mejores películas ser derrotada por una insufrible epopeya de la guerra civil estadounidense protagonizada por Kevin Costner.
No cabe duda que es de conocimiento público a estas alturas que la Academia tiene cierto recelo hacia el cine de terror. A pesar de las grandes actuaciones o historias, si tu película es de este tipo pasará usualmente desapercibida o ignorada, como ocurrió con El exorcista, una cinta que en realidad tiene ese estatus de clásico así como de gran película de Hollywood y un excelente ejemplo de cómo el género de terror seguirá teniendo grandes historias que no serán suficiente ganar un Óscar a Mejor película.
Ese año ganó Chicago - 86%, pero la película que más impresionó, al menos a la crítica, fue El Pianista. Se llevó unos cuantos premios Óscar, pero le faltó llevarse el último de la noche, el cual perdió ante el musical. La cinta perdedora fue un trabajo importante sin duda, aunque entendemos que muchos votantes podrían no haber querido tener algo que ver con algo relacionado a Roman Polanski.
Hay que reconocer que la tercera entrega de El Señor de los Anillos era la última oportunidad para que la Academia pudiera reconocer a Peter Jackson por su labor titánica, y que la película no fue del todo memorable. En esa misma edición, un filme perdió la oportunidad de brillar de la forma en que debía haber ocurrido; ya que esta producción dirigida por Sofia Coppola, que además lanzó al estrellato a Scarlett Johansson y contribuyó a elevar a Bill Murray no se terminó llevando el premio.
Rescatando al Soldado Ryan - 93%
Uno de los mayores disgustos causado por las votaciones en los premios Óscar fue cuando el resultado de la ganadora a Mejor Película mostró a la audiencia presente,y a la que veía el evento desde otro lado, que la película de Steven Spielberg perdió ante Shakespeare Apasionado - 92%, película que aún se recuerda de mala manera porque una mayoría coincide en que no merecía llevarse tan alto reconocimiento frente a la excelencia de la película bélica.
Después de que una película como Luz de Luna - 98% se convirtiera en ganadora del Óscar, la Academia volvió a su ritmo predecible con aquella edición en la que reconoció a Green Book: Una Amistad sin Fronteras - 78% por encima de Roma. Una película de amigos a la antigua sobre la raza que pretende ser más profunda de lo que en realidad es, generó controversia cuando obtuvo el premio, el cual hubiera estado mejor al ir a las manos de la película de Alfonso Cuarón que retrata su crianza en la década de 1970 en México, así como eventos históricos que sacudieron a su país en la época.
No cabe duda que Alto impacto - 75% es una de las peores ganadoras en los Óscar, al menos de las últimas décadas, mientras que un drama mucho más competente se quedó con las manos vacías, mirando cómo otra película ganaba fama por las razones equivocadas. La adaptación triunfal de Ang Lee del cuento que narra la historia sobre dos vaqueros casados que se descubren a sí mismos y el uno al otro, con las interpretaciones de Heath Ledger y JJake Gyllenhaal, debería haber ganado por ser superior en todos los sentidos.
La victoria de Forrest Gump - 72% parece una tomadera de pelo incluso para la época.. Tal vez uno de los peores errores, aunque para muchos es difícil imaginar otra película como ganadora por el sentimentalismo, en la misma edición de los Óscar hubo una cinta que fue mucho más emocionantemente creativa y alucinante. El icónico trabajo de Quentin Tarantino se merecía el premio.
Up, Una Aventura de Altura - 98%
Esta película animada llegó en un gran momento porque antes la Academia no podía nominar un total de diez películas. Con ese cambio permitió que otros títulos se ganen un lugar en la categoría del premio a la mejor película, pero eso no garantizaba que la animación iba a competir en este rubro puesto que suele estar destinada a su propia categoría. Sin embargo, esta obra de Pixar para Disney fue tan buena que se metió en las nominaciones principales haciendo historia, pero no pudo hacer más aunque al final perdió frente a Zona De Miedo - 97%.
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