RESEÑA | The Last of Us | Episodio 5: una mirada aún más desgarradora al apocalipsis

Cuando el mundo es caos, siempre habrá un grupo de personas que gana control y establece sus propias reglas. No hablamos de FEDRA, la organización federal, ni de las Luciérnagas, el grupo revolucionario que fue presentado al principio de la serie, sino del grupo hostil que se encuentra en la ciudad de Kansas. Inspirados en Los Cazadores, aunque con el nombre de Raiders, el quinto episodio de The Last of Us - 97% nos lleva a ese momento en que la gente se deshizo del control del organismo federal y en medio de todo el desorden empezó a establecerse como lo que es en el momento en el que Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) se cruzan en su camino.

No te lo pierdas: The Last of Us: ¿Qué es el Gordinflón y porqué es tan poderoso?

La historia continúa con Kathleen (Melanie Lynskey), la líder de ese nuevo orden, quien se encuentra aún en la búsqueda de Henry. La trama hace un gran trabajo para mostrar que ella está decidida a encontrarlo, aún cuando eso involucra dar la orden de matar a un grupo de personas del que fue difícil obtener información sobre su paradero. También hace otro excelente trabajo al presentar la cara opuesta de la moneda gracias al protagonismo que cobran los hermanos Henry (Lamar Johnson) y Sam (Keivonn Woodard).

A través de flashbacks recorre momentos duros vividos por los hermanos hasta una escena en la que presenciaron el incidente del episodio anterior en el que el vehículo donde se encontraban Joel y Ellie fue atacado y cuando ambos tuvieron que defenderse. Luego de un intercambio más amistoso, descubrimos que Henry colaboró con FEDRA y que por eso conoce muy bien el lugar, revelando que conoce la existencia de túneles, aparentemente vacíos en la actualidad, donde el gobierno metió a los infectados para deshacerse de ellos.

Si el episodio 4 de The Last of Us - 97% fue un “descanso” para los fans luego de la historia de los tres primeros, en este regresa con fuerza a la acción y el drama debido a que ocurren demasiadas tragedias en el proceso. Pues resulta que los infectados no estaban muy lejos y cuando Kathleen y los Raiders van tras Henry, quienes se encontraban junto a nuestros protagonistas, se desata el caos al liberar a una cantidad enorme de criaturas hambrientas y presentando por primera vez a los bloaters (gordinflones).

Te recomendamos: The Last of Us: Paul Schrader, guionista de Taxi Driver, critica la serie y dice que el episodio 3 fue demasiado melodramático

Mientras Ellie, Sam y Henry hacen lo posible por ir a un lugar seguro, a Joel no le queda nada más que ver desde otro lugar a cientos de infectados atacar a los Raiders y hacer lo mismo con sus compañeros. El momento es impresionante y está lleno de tensión; los fans del videojuego estarán encantados de encontrarse con varias versiones de los infectados, como corredores y chasqueadores, mientras que el público que sigue la serie estará emocionado (y desesperado) ante la matanza.

Algunos personajes conocen su fin entre desmembramientos, persecuciones y explosiones, mientras que otros llegan aparentemente bien. Pero si algo hace muy bien The Last of Us - 97% es dosificar el drama y aún cuando tiene ese espectacular momento, conserva su maestría en la narración de historias al guardarse lo mejor y más desgarrador para el final. como ya hizo en otros episodios.

El grupo se reúne creyendo que todo estaba bien, pero cuando Sam y Ellie están a solas nos enteramos que él ha sido atacado y que inevitablemente será un infectado más. La joven, en toda su desesperación, trata de aplicar su propia sangre creyendo que eso lo ayudará; después de todo ella es la salvación por el hecho de que no se ha transformado a pesar de haber sido atacada dos veces ¿no es así?

Sin embargo, no hay algo que pueda hacer cuando al día siguiente le toca enfrentarse a la verdad: el pequeño Sam es un infectado y trata de morderla, pero su hermano mayor pone fin de una manera que es lógica y al mismo tiempo inesperada por la forma en que la escena demora su decisión. El impacto que le causa es palpable y la crudeza de ese momento regresa al espectador a la “vida real” de la producción de HBO donde los desenlaces más tristes se están volviendo demasiado comunes: es un mundo postapocalíptico, donde los protagonistas pierden a sus seres queridos y conocidos con frecuencia, y no será fácil dar con una solución o que al menos Ellie pueda llegar a un lugar seguro sin que antes no sufran más desgracias. Claro, si es que al final la humanidad encuentra la cura que podría tener en sus manos.

Continúa leyendo: Si The Last of Us es demasiado progresista para ti, debes dejar de verla, dicen los creadores de la serie a los fans