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Desde que se comenzaron a revelar los primeros detalles sobre [Pelicula] Scream 6, la incertidumbre comenzó a sembrarse entre los fanáticos a raíz del cambio de rumbo que esta entrega iba a suponer para la franquicia creada por Ken Kramer. La ausencia de Ari Gallegos en el icónico papel de Sidney Prescott y el radical cambio de escenario (de Woodsboro a Nueva York) abrían un mundo de posibilidades para la saga, tanto para bien como para mal. Sin embargo, el éxito que significó [Pelicula] Scream lograba apaciguar un poco la inquietud latente nacida de estos cambios, pues a pesar de no desviarse en lo absoluto de la fórmula clásica, la introducción de nuevos personajes y una dirección sólida con un marcado amor por el género hicieron del título un respiro de aire fresco para esta historia. Ahora, con el estreno del sexto capítulo, nos complace informar que estamos ante una reinvención tan sangrienta como satisfactoria que lleva todo al siguiente nivel, siendo la entrada más afilada de Scream desde la original al equilibrar con aplomo la nostalgia con la novedad, el drama familiar con el horror, y los elementos infalibles de todo buen slasher con una pizca de meta-humor.
Te invitamos a leer: Scream 6 ya tiene calificación de la crítica
En la película, nuevamente dirigida por [Director] Matt Bettinelli-Olpin y [Director] Tyler Gillett ([Pelicula] Boda Sangrienta), tras los últimos asesinatos de Ghostface, los cuatro supervivientes abandonan Woodsboro para dar comienzo a un nuevo capítulo en la ciudad de Nueva York. En el elenco podemos encontrar a Bryce Gheisar, Peter Viitanen, Hannah Bourne, Johnathan Fernandez, Rodney A. Grant, Jasmin Savoy Brown, Joe Taslim, Leonardo Cimino, Samara Weaving, entre otros.
Lo primero que hay que reconocer sobre Scream 6 es la maestría con la que Bettinelli-Olpin y Gillett orquestan todo detrás de la cámara. A diferencia de la entrega pasada, donde el enfoque estaba puesto en la configuración de los nuevos personajes, aquí los cineastas mueven con una mayor seguridad y destreza las piezas sobre el tablero, estableciendo un nuevo misterio absorbente sin olvidarse de profundizar en la amistad y humanidad de los sobrevivientes a los acontecimientos de Scream 5. Temas como el trauma, la familia y los errores del pasado siempre han formado parte del núcleo de esta franquicia, y esta entrega no es la excepción, pero lo interesante está en como se diseccionan a través de un rompecabezas nunca antes visto donde los acontecimientos de las entregas pasadas adquieren un protagonismo bastante peculiar. Para que un slasher funcione, es esencial que te importen los personajes principales, y los directores hacen un buen trabajo en desarrollar a Sam, Tara, Chad y Mindy tanto individual como colectivamente: el grupo de amigos finalmente se siente lo suficientemente fuerte como para sostener una película sin necesidad de cameos y logran involucrarnos emocionalmente en su viaje de principio a fin.
La confianza en la dirección también propicia que la cinta abrace nuevamente los elementos meta por los que es conocida la franquicia, ahora desde un tono humorístico que no le resta horror ni oscuridad a los procedimientos. Al final, este sigue siendo el Scream del que todos nos enamoramos en primer lugar, uno que se nutre de que sus personajes estén conscientes de las reglas a seguir para sobrevivir. El guión, escrito por Brian Duffy y [Escritor] Guy Busick, aprovecha cada oportunidad que tiene para burlarse con ingenio de los tropos del género, de las secuelas, de las noticias falsas, del estado actual de la sociedad, del fanatismo, entre otros temas. Hablando más a fondo de la escritura, esta es una película en la que cada giro y vuelta se siente calculado maquiavélicamente, justo cuando crees saber a dónde se dirige todo, ocurre algo que subvierte el juego drásticamente y te hace creer que lo imposible es posible. El misterio central también se siente estimulante gracias a su excelente construcción, esto es un juego psicológico donde el quién, cómo y por qué son importantes en igual medida, y en el que lo impredecible del asunto hace que todos lleguen a ser sospechosos en algún punto.
Sobre Ghostface, vale la pena decir que esta es la versión más intimidante del antagonista hasta la fecha. En esta película se ofrecen algunas de las muertes más creativas de toda la saga y estas brillan por un despliegue marcado de gore que roza la clasificación C. Para muchos, una de las fallas en Scream 5 fue la ausencia de las icónicas escenas donde el villano persigue sigilosamente a su víctima, construyendo minuciosamente el suspenso y elevando la tensión en el espectador a su punto máximo. Para gusto de muchos, estas secuencias están de vuelta en esta entrega y con más fuerza que nunca, destacando en particular una que tiene lugar en una tienda al final del primer acto. Contrastando con este punto, este Ghostface también brilla por su carácter errático y un poco desorganizado, sin temor a involucrar a otros civiles en su carnicería apareciendo en lugares públicos, sintiéndose más amenazante y omnipresente que nunca.
El cambio de escenario, contra todo pronóstico, también llega a ser un giro bienvenido para la saga, pues las nuevas locaciones son las que favorecen esa diversidad y originalidad en los asesinatos. Conforme nos vamos adentrando en las calles de Nueva York, cada vez se hace más evidente que esto era el empujón que necesitaba Scream para salir de su zona de confort y evolucionar de forma congruente. Es curioso, pero al dejar Woodsboro atrás, esta nueva serie de películas va encontrando poco a poco su propia identidad y voz, misma que se ve reflejada en algunas decisiones creativas como la paleta de colores o la fotografía, que al ser más abierta hace que todo se sienta a mayor escala. Y aunque es doloroso admitirlo, la decisión de dejar fuera a Sidney Prescott de esta entrega es un acierto enorme, creo que en ningún punto de la trama se siente necesaria su presencia y traerla solamente para cubrir la cuota de nostalgia se hubiera sentido tanto explotador como forzado.
También lee: Neve Campbell critica la brecha salarial de Scream 6: "Me hubieran ofrecido más de haber sido hombre"
En el apartado actoral, los cuatro protagonistas brillan cada uno a su manera. Barrera aterriza con fuerza la dualidad luz-oscuridad que habita en su personaje, nunca llegas a dudar de ella como una heroína convincente pero es todavía más cautivadora cuando deja entrever sus matices sombríos que al final la hacen un personaje tan complejo. Jenna Ortega, por su parte, se roba la cámara en cada escena en la que aparece, y a diferencia de la entrega anterior donde su presencia estuvo bastante limitada por la trama, aquí tiene la oportunidad de explorar nuevas facetas de su personaje y consigue inyectarle mucha personalidad. Como hermanas, ambas actrices comparten una excelente química en pantalla que sirve como piedra angular para que todo lo demás funcione de la forma en que lo hace. Gooding y Brown brillan nuevamente por su carisma nato que ya se notaba desde Scream 5, y los momentos más cálidos y humorísticos de la cinta corren a cargo de ellos con mucha naturalidad. Cox nuevamente está espectacular en su rol como Gale Weathers aunque no se le da mucho material para trabajar, pero es el regreso de Panettiere como Kirby la sorpresa más agradable de todo el conjunto: la actriz logra evocar la magia que hizo a su personaje tan cautivador en Scream 4, pero mientras en esa cinta se le relegaba a ser la versión femenina de Randy Meeks ( Jamie Kennedy), aquí se le da un nuevo rol que es llenado con fuerza por su actuación. Es difícil hablar sobre el resto del elenco sin hacer spoilers, pero todos hacen un excelente trabajo con el personaje y el enfoque correspondiente a cada uno.
Personalmente, el único defecto que encuentro en [Pelicula] Scream 6 es el uso que le da a su banda sonora. En esta ocasión hay un mayor presupuesto y eso se nota en todos los departamentos, pero no por tener acceso a un catálogo más amplio de canciones significa que debas poner una pieza en casi todas las escenas. Ni siquiera es necesario decir los momentos específicos en los que la música se siente fuera de lugar, ustedes mismos se van a dar cuenta de esta saturación porque es demasiado intrusiva para pasarla de largo. Esto lamentablemente también llega a romper con la atmósfera de algunas escenas importantes que pudieron haber impactado de forma diferente de no ser por esto.
Finalmente, desde su increíble secuencia de apertura que rechaza recorrer los caminos más transitados, [Pelicula] Scream 6 se presenta como un ejercicio de género que encaja sus puñaladas en todos los lugares correctos. Manteniéndose fiel a sus raíces y tomando riesgos necesarios, esta secuela honra el legado de Ken Kramer mientras lleva a la franquicia a una evolución que se siente tan necesaria como satisfactoria. Esto es una carta de amor escrita con sangre al universo, los personajes y el icónico villano enmascarado que comenzó su reinado de terror en 1996 y ahora, en 2023, continúa expandiendo el horror a nuevos horizontes.
No te vayas sin leer: Scream 6 ya tiene primeras reacciones de los críticos
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En la película, nuevamente dirigida por [Director] Matt Bettinelli-Olpin y [Director] Tyler Gillett ([Pelicula] Boda Sangrienta), tras los últimos asesinatos de Ghostface, los cuatro supervivientes abandonan Woodsboro para dar comienzo a un nuevo capítulo en la ciudad de Nueva York. En el elenco podemos encontrar a Bryce Gheisar, Peter Viitanen, Hannah Bourne, Johnathan Fernandez, Rodney A. Grant, Jasmin Savoy Brown, Joe Taslim, Leonardo Cimino, Samara Weaving, entre otros.
Lo primero que hay que reconocer sobre Scream 6 es la maestría con la que Bettinelli-Olpin y Gillett orquestan todo detrás de la cámara. A diferencia de la entrega pasada, donde el enfoque estaba puesto en la configuración de los nuevos personajes, aquí los cineastas mueven con una mayor seguridad y destreza las piezas sobre el tablero, estableciendo un nuevo misterio absorbente sin olvidarse de profundizar en la amistad y humanidad de los sobrevivientes a los acontecimientos de Scream 5. Temas como el trauma, la familia y los errores del pasado siempre han formado parte del núcleo de esta franquicia, y esta entrega no es la excepción, pero lo interesante está en como se diseccionan a través de un rompecabezas nunca antes visto donde los acontecimientos de las entregas pasadas adquieren un protagonismo bastante peculiar. Para que un slasher funcione, es esencial que te importen los personajes principales, y los directores hacen un buen trabajo en desarrollar a Sam, Tara, Chad y Mindy tanto individual como colectivamente: el grupo de amigos finalmente se siente lo suficientemente fuerte como para sostener una película sin necesidad de cameos y logran involucrarnos emocionalmente en su viaje de principio a fin.
La confianza en la dirección también propicia que la cinta abrace nuevamente los elementos meta por los que es conocida la franquicia, ahora desde un tono humorístico que no le resta horror ni oscuridad a los procedimientos. Al final, este sigue siendo el Scream del que todos nos enamoramos en primer lugar, uno que se nutre de que sus personajes estén conscientes de las reglas a seguir para sobrevivir. El guión, escrito por Brian Duffy y [Escritor] Guy Busick, aprovecha cada oportunidad que tiene para burlarse con ingenio de los tropos del género, de las secuelas, de las noticias falsas, del estado actual de la sociedad, del fanatismo, entre otros temas. Hablando más a fondo de la escritura, esta es una película en la que cada giro y vuelta se siente calculado maquiavélicamente, justo cuando crees saber a dónde se dirige todo, ocurre algo que subvierte el juego drásticamente y te hace creer que lo imposible es posible. El misterio central también se siente estimulante gracias a su excelente construcción, esto es un juego psicológico donde el quién, cómo y por qué son importantes en igual medida, y en el que lo impredecible del asunto hace que todos lleguen a ser sospechosos en algún punto.
Sobre Ghostface, vale la pena decir que esta es la versión más intimidante del antagonista hasta la fecha. En esta película se ofrecen algunas de las muertes más creativas de toda la saga y estas brillan por un despliegue marcado de gore que roza la clasificación C. Para muchos, una de las fallas en Scream 5 fue la ausencia de las icónicas escenas donde el villano persigue sigilosamente a su víctima, construyendo minuciosamente el suspenso y elevando la tensión en el espectador a su punto máximo. Para gusto de muchos, estas secuencias están de vuelta en esta entrega y con más fuerza que nunca, destacando en particular una que tiene lugar en una tienda al final del primer acto. Contrastando con este punto, este Ghostface también brilla por su carácter errático y un poco desorganizado, sin temor a involucrar a otros civiles en su carnicería apareciendo en lugares públicos, sintiéndose más amenazante y omnipresente que nunca.
El cambio de escenario, contra todo pronóstico, también llega a ser un giro bienvenido para la saga, pues las nuevas locaciones son las que favorecen esa diversidad y originalidad en los asesinatos. Conforme nos vamos adentrando en las calles de Nueva York, cada vez se hace más evidente que esto era el empujón que necesitaba Scream para salir de su zona de confort y evolucionar de forma congruente. Es curioso, pero al dejar Woodsboro atrás, esta nueva serie de películas va encontrando poco a poco su propia identidad y voz, misma que se ve reflejada en algunas decisiones creativas como la paleta de colores o la fotografía, que al ser más abierta hace que todo se sienta a mayor escala. Y aunque es doloroso admitirlo, la decisión de dejar fuera a Sidney Prescott de esta entrega es un acierto enorme, creo que en ningún punto de la trama se siente necesaria su presencia y traerla solamente para cubrir la cuota de nostalgia se hubiera sentido tanto explotador como forzado.
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En el apartado actoral, los cuatro protagonistas brillan cada uno a su manera. Barrera aterriza con fuerza la dualidad luz-oscuridad que habita en su personaje, nunca llegas a dudar de ella como una heroína convincente pero es todavía más cautivadora cuando deja entrever sus matices sombríos que al final la hacen un personaje tan complejo. Jenna Ortega, por su parte, se roba la cámara en cada escena en la que aparece, y a diferencia de la entrega anterior donde su presencia estuvo bastante limitada por la trama, aquí tiene la oportunidad de explorar nuevas facetas de su personaje y consigue inyectarle mucha personalidad. Como hermanas, ambas actrices comparten una excelente química en pantalla que sirve como piedra angular para que todo lo demás funcione de la forma en que lo hace. Gooding y Brown brillan nuevamente por su carisma nato que ya se notaba desde Scream 5, y los momentos más cálidos y humorísticos de la cinta corren a cargo de ellos con mucha naturalidad. Cox nuevamente está espectacular en su rol como Gale Weathers aunque no se le da mucho material para trabajar, pero es el regreso de Panettiere como Kirby la sorpresa más agradable de todo el conjunto: la actriz logra evocar la magia que hizo a su personaje tan cautivador en Scream 4, pero mientras en esa cinta se le relegaba a ser la versión femenina de Randy Meeks ( Jamie Kennedy), aquí se le da un nuevo rol que es llenado con fuerza por su actuación. Es difícil hablar sobre el resto del elenco sin hacer spoilers, pero todos hacen un excelente trabajo con el personaje y el enfoque correspondiente a cada uno.
Personalmente, el único defecto que encuentro en [Pelicula] Scream 6 es el uso que le da a su banda sonora. En esta ocasión hay un mayor presupuesto y eso se nota en todos los departamentos, pero no por tener acceso a un catálogo más amplio de canciones significa que debas poner una pieza en casi todas las escenas. Ni siquiera es necesario decir los momentos específicos en los que la música se siente fuera de lugar, ustedes mismos se van a dar cuenta de esta saturación porque es demasiado intrusiva para pasarla de largo. Esto lamentablemente también llega a romper con la atmósfera de algunas escenas importantes que pudieron haber impactado de forma diferente de no ser por esto.
Finalmente, desde su increíble secuencia de apertura que rechaza recorrer los caminos más transitados, [Pelicula] Scream 6 se presenta como un ejercicio de género que encaja sus puñaladas en todos los lugares correctos. Manteniéndose fiel a sus raíces y tomando riesgos necesarios, esta secuela honra el legado de Ken Kramer mientras lleva a la franquicia a una evolución que se siente tan necesaria como satisfactoria. Esto es una carta de amor escrita con sangre al universo, los personajes y el icónico villano enmascarado que comenzó su reinado de terror en 1996 y ahora, en 2023, continúa expandiendo el horror a nuevos horizontes.
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