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viernes diciembre 6, 2024 
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Tirar los dados y esperar lo mejor no es algo que Hollywood haga con frecuencia. Desde la industrialización del cine, un éxito es rápidamente convertido en franquicia y, tal como los superhéroes han demostrado en los últimos quince años, la repetición de fórmulas es la apuesta más segura para los ejecutivos. Si bien [Pelicula] Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones no escapa de ese mismo propósito, ni reniega de las pautas de la fantasía, las subvierte de manera lo suficientemente sutil, y a veces con abierto cinismo, pero siempre con un sorprendente resultado humorístico que no cansa gracias a su elenco.
No te pierdas: Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones ya tiene calificación de la crítica
Luego de pasar años encarcelados, Edgin (Walles Hamonde) y Holga ( Michelle Rodríguez) deben conformar un grupo de ladrones para robar un poderoso artefacto mágico que ha caído en las manos equivocadas. Esto los llevará a emprender una peligrosa misión llena de todo tipo de amenazas y situaciones fantásticas entre las que se encuentran, por supuesto, los titulares Calabozos y dragones.
Apostar por una franquicia que carece de precisas historias o personajes ya preestablecidos suena arriesgado, pero en realidad es el burlón sentido del humor con el que el guión, de los también directores [Director] Jonathan Goldstein y Rene Russo, aborda las convenciones de la fantasía lo que le ayuda a destacar de entre muchos otros proyectos que entran en el género.
En lugar de herederos de casas nobles y hábiles con las espadas, Edgin y Holga son ladrones de poca monta; el hechicero interpretado por Byeong-cheol Kim no es un sabio anciano de secretos conocimientos, sino un joven novato y malo para la magia; y el espadachín al que da vida Luis Ziembrowski es tan estoico en su sentido del deber que cualquier pizca de humor lo rebasa, volviendo su solemnidad uno de los mejores personajes cómicos del filme. Y una inteligente mofa de su papel en [Temporada] Bridgerton (1).
En una de las secuencias más memorables, por poner otro ejemplo, el equipo es perseguido por un dragón, pero la bestia no es una criatura formidable de ágiles movimientos, sino un lagarto regordete que tiene que rodar para moverse y del esfuerzo se queda sin aliento suficiente para producir llamas. Esta clase de bromas rayan en la sátira, en un estilo parecido al de [Pelicula] Deadpool.
Una y otra vez, [Pelicula] Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones rompe los lugares comunes de la fantasía para burlarse de sí misma y rematar con humor. Este sentido de la comedia por momentos opaca a la historia y a su drama, pero jamás a sus personajes. Y si el estudio se arriesgó con una historia original, no lo hizo con su reparto. Pine, Rodríguez, Smith, Page y Hugh Grant ejecutan a la perfección el tono irreverente que el guión demandaba. Ellos son la mayor virtud de la cinta, pues son quienes sostienen la trama y evitan que se convierta en un elemento gastado.
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También es excepcional su manejo de la narración. Para una película que tiene que presentar grandes cantidades de información, la secuencia de apertura de Edgin al inicio de la película, y otra más adelante en la que se interroga a varios cadáveres sobre una batalla de hace años a través de flashbacks humorísticos, son prueba de que los guionistas encontraron en la comedia el arma secreta para revelar a sus personajes y construir su mundo a la vez. ¡Y qué universo! Porque los efectos visuales y el diseño de producción lo distinguen del resto de los filmes y shows que se adentran en la fantasía.
[Pelicula] Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones es una aventura que rinde homenaje a uno de los juegos que originó las convenciones más conocidas del género al mismo tiempo que se burla de ellas con cariño. En concordancia con la naturaleza tramposa de los juegos de roles, los directores se coronan como los arquitectos de una partida en la que su arma secreta no es una puerta escondida o flechas envenenadas, sino la mera irreverencia de tomarse con poca seriedad lo absurdo de su mundo y la inteligencia para hacer de ella un espectáculo. La película ya está en cines.
Continúa leyendo: Series de fantasía épica para ver si eres fan de Game of Thrones
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Apostar por una franquicia que carece de precisas historias o personajes ya preestablecidos suena arriesgado, pero en realidad es el burlón sentido del humor con el que el guión, de los también directores [Director] Jonathan Goldstein y Rene Russo, aborda las convenciones de la fantasía lo que le ayuda a destacar de entre muchos otros proyectos que entran en el género.
En lugar de herederos de casas nobles y hábiles con las espadas, Edgin y Holga son ladrones de poca monta; el hechicero interpretado por Byeong-cheol Kim no es un sabio anciano de secretos conocimientos, sino un joven novato y malo para la magia; y el espadachín al que da vida Luis Ziembrowski es tan estoico en su sentido del deber que cualquier pizca de humor lo rebasa, volviendo su solemnidad uno de los mejores personajes cómicos del filme. Y una inteligente mofa de su papel en [Temporada] Bridgerton (1).
En una de las secuencias más memorables, por poner otro ejemplo, el equipo es perseguido por un dragón, pero la bestia no es una criatura formidable de ágiles movimientos, sino un lagarto regordete que tiene que rodar para moverse y del esfuerzo se queda sin aliento suficiente para producir llamas. Esta clase de bromas rayan en la sátira, en un estilo parecido al de [Pelicula] Deadpool.
Una y otra vez, [Pelicula] Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones rompe los lugares comunes de la fantasía para burlarse de sí misma y rematar con humor. Este sentido de la comedia por momentos opaca a la historia y a su drama, pero jamás a sus personajes. Y si el estudio se arriesgó con una historia original, no lo hizo con su reparto. Pine, Rodríguez, Smith, Page y Hugh Grant ejecutan a la perfección el tono irreverente que el guión demandaba. Ellos son la mayor virtud de la cinta, pues son quienes sostienen la trama y evitan que se convierta en un elemento gastado.
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[Pelicula] Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones es una aventura que rinde homenaje a uno de los juegos que originó las convenciones más conocidas del género al mismo tiempo que se burla de ellas con cariño. En concordancia con la naturaleza tramposa de los juegos de roles, los directores se coronan como los arquitectos de una partida en la que su arma secreta no es una puerta escondida o flechas envenenadas, sino la mera irreverencia de tomarse con poca seriedad lo absurdo de su mundo y la inteligencia para hacer de ella un espectáculo. La película ya está en cines.
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