De El Origen a Breaking Bad: 10 grandes finales del cine y la televisión

Los finales en el cine y la televisión son elementos fundamentales que marcan el punto culminante de una historia y tienen el poder de dejar una impresión duradera en el espectador. La forma en que una narrativa se resuelve puede variar enormemente, desde finales abiertos que invitan a la reflexión, hasta conclusiones cerradas que brindan una sensación de satisfacción. La clasificación de los finales en términos de su impacto emocional y estructural es un aspecto crucial de la teoría crítica, ya que permite desentrañar las complejidades de las decisiones narrativas y profundizar en su significado.

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Los tipos de finales y el efecto en el espectador

La teoría crítica de los finales en el cine y la televisión va más allá de un simple análisis superficial. Examina cómo un final puede resonar en el espectador a nivel emocional, al tiempo que examina su coherencia con la trama y el desarrollo de los personajes. Un final bien ejecutado puede satisfacer y sorprender al espectador al mismo tiempo, dejando un impacto duradero. Sin embargo, los finales mal concebidos pueden sentirse forzados o incoherentes, dejando al público insatisfecho y desconectado de la historia en general. La teoría crítica de los finales desafía a los creadores de películas y programas de televisión a reflexionar sobre sus elecciones narrativas y a considerar cómo su enfoque afectará el disfrute y la percepción de la audiencia.

En el libro Postremus: para una teoría de los finales de Pablo Brescia, el autor apunta que, aunque cada obra narrativa tiene su propio final, decidir cuándo una historia está terminada es un verdadero dilema. El reconocido crítico literario Ricardo Piglia reflexiona sobre las finales en el hecho de que, a diferencia de la existencia, encontramos un punto final que se renueva en cada lector valiente que se aventura en el texto.

El lector de fanfics estará también familiarizado con el lema “se termina hasta que decidimos que se termina”, de tal manera que en muchas ocasiones este “punto final”, se encuentra supeditado a fuerzas externas a la obra original, como puede ser su reescritura o reinterpretación. Desde luego, este fenómeno también se hace presente en el cine y sus guiones.

Se expone así que los finales son un ejercicio fascinante, ya que revelan tensiones tanto existenciales como narrativas. Son el resultado de un juego ineludible de expectativas. El final de un relato puede coincidir con el final de un personaje en la ficción, y es en este encuentro donde se encuentra el poder de su encanto artístico.

A primera vista —y quizá durante algún tiempo sirviendo como cliché cinematográfico—, los finales pueden parecer monolíticos, todos convergiendo hacia un mismo destino, sin embargo, esto no podría estar más alejado de la realidad. Cada obra posee su propia perspectiva y enfoque, explorando el cierre desde diferentes ángulos y con diversas interpretaciones. Los finales nos ofrecen así la oportunidad de reflexionar sobre la vida, la muerte y el sentido de la existencia, y cada obra nos brinda una mirada única e inigualable.

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Así, el punto final se convierte en un espacio de reflexión y cuestionamiento, un territorio donde la imaginación y la interpretación del espectador se entrelazan con la visión del autor. Cada audiencia, al adentrarse en una historia, crea una nueva experiencia, y es a través de este diálogo entre el receptor y la obra que el final adquiere su pleno significado y resonancia. De alguna forma permanece vivo y en movimiento con cada una de estas relecturas.

En definitiva, los finales son mucho más que simples cierres narrativos. Son un reflejo de la complejidad de la existencia y una invitación a explorar los misterios de cada una de las experiencias del ser humano y todas sus intersecciones posibles. En cada obra narrativa, el final se convierte en un punto de partida para su público, una puerta hacia nuevas reflexiones y descubrimientos literarios.

John Truby establece en su libro Anatomia del guion, que un final no es simplemente un elemento narrativo que marca el cierre de una historia o presentación. Manifiesta que, si bien, en el cine y la televisión, los finales son una herramienta importante para enfatizar una filosofía o una lección moral de la historia estos pueden tomar muchas formas, desde una conclusión feliz hasta un final trágico.

Los finales abiertos

El final también puede ser abierto, dejando al público decidir qué sucederá a continuación. Estas formas de finales son otra herramienta para enfatizar la visión de la historia. Por lo tanto, los finales como mundo de posibilidad narrativa son otra herramienta para enfatizar la filosofía de la historia y esta variedad brinda a los creadores un gran gama de posibilidades para cerrar sus historias.

Entre algunos de ellos tenemos a los finales abiertos, que son aquellos que dejan muchas preguntas sin respuestas y permiten al espectador construir sus propias conclusiones. Esto puede permitir que una historia se extienda a lo largo de varios episodios, ya que el final abierto puede ser seguido por una secuela.

Los finales abiertos ofrecen al espectador un mundo de posibilidades narrativas. Esto permite al espectador imaginar cómo continuaría la historia o qué destino les espera a los personajes. Así el público obtiene una mayor inmersión en la historia y conexión con los personajes, lo que permite tener una mayor comprensión de los temas y los mensajes de la película o la serie de televisión.

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Cada uno de ellos desafía al espectador a reflexionar, discutir y formar sus propias conclusiones sobre el significado y el destino de los personajes. La belleza de los finales abiertos radica en su capacidad para generar debate y dejar espacio a la imaginación del espectador. Esta característica, más allá de colocar a los finales como la espada con más filo de la narrativa, también dota a la obra en cuestión de la virtud de permanecer en constante diálogo con la audiencia en lo que puede interpretarse como el sentido de “eternidad” del arte..

El Origen - 86% (2010), dirigida por Christopher Nolan generó justamente este tipo de debate por su final ambiguo. La última escena muestra un tótem girando, dejando al espectador en incertidumbre sobre si el protagonista, Dom Cobb, se encuentra insertado dentro de un sueño o en la realidad. La cinta plantea preguntas sobre la naturaleza de la percepción y la realidad, y el final abierto invita a debates y teorías.

La serie Lost fue famosa por su trama compleja y su final abierto, siguiendo así las normas de su trama que no necesariamente reveló todos sus enigmas con su cierre. Aunque se dan respuestas a muchas preguntas, el final deja algunas incógnitas sin resolver y permite la interpretación del espectador. Los deslices temporales y los misterios sin aclarar generaron distintas teorías y debates entre los fans, pese a que estuvieron de acuerdo con este cierre o no. Esto sirvió como dispositivo para encumbrar a más su posición como una de las series más influyentes de nuestros tiempos.

Con la serie creada por David Chase, The Sopranos, se llegó a un cierre de manera abrupta y enigmática. El último episodio termina con un corte sin que sea revelado a la audiencia el destino del protagonista, Tony Soprano, dejando al espectador en suspenso casi irónico. El final abierto ha sido objeto de análisis y especulación, lo que lleva a diferentes interpretaciones sobre lo que realmente sucedió.

Por su parte, la película de ciencia ficción Blade Runner - 90%, dirigida por Ridley Scott, mantuvo perplejos a los espectadores durante décadas. El final deja abierta la interrogante sobre si el personaje principal, Deckard, es un replicante o no. La ambigüedad en el desenlace invitó a reflexionar sobre la humanidad y la identidad, dejando espacio para múltiples interpretaciones. Hecho que además de ir acorde a la filosofía planteada por la historia, también es hacer referencia a la más clásica de las lecturas de la ciencia ficción sobre la relación entre la humanidad y la tecnología.

Los finales cliffhanger

Por su parte tenemos a los finales de cliffhanger, que son aquellos que dejan al espectador en suspense, con giros de último minuto, y se usan a menudo para mantener al espectador interesado en una serie. Estos finales también pueden llevar a una secuela, como técnica narrativa efectiva para mantener la tensión y el interés del público al dejarlos con un momento decisivo sin resolver. Estos finales inesperados dejan a los espectadores con una sensación de anticipación aún más fuerte que la de un final abierto pues de el giro de los acontecimientos tiene un efecto apabullante sobre los espectadores y los empuja a buscar respuestas en futuras entregas.

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En la segunda entrega de la trilogía original de Star Wars, Star Wars: Episodio V - El Imperio Contraataca - 94% la película termina con un gran cliffhanger y sin duda uno de los más emblemáticos de la historia del cine. Después de una feroz batalla, el villano Darth Vader revela a Luke Skywalker la impactante verdad sobre su parentesco. Con la famosa frase "Luke, yo soy tu padre", la película concluye dejando a los espectadores con una gran pregunta sobre el destino de los personajes principales y el desenlace de la historia.

En el caso de las series de televisión, la popular serie The Walking Dead - 82%, basada en los cómics de Robert Kirkman , utilizó numerosos cliffhangers a lo largo de su historia, Estableciendo una tendencia que un año más tarde sería estampada con letras de oro en la historia de la televisión con Game of Thrones - 83%. No obstante, sería la serie sobre el apocalipsis zombie la que también haría uso de este recurso narrativo en su final, Pues a la par que muchas historias Se cerraron se dejó entrever la llegada de nuevas historias con personajes regresaban de la muerte como es el caso de Rick y Michonne. A la par, se estableció un replanteamiento de todo el universo con la nueva variante de la amenaza zombie para la humanidad.

Avengers: Infinity War - 79% concluyó con un intenso cliffhanger. Después de una serie de eventos llenos de acción, el supervillano Thanos logra reunir todas las Gemas del Infinito y chasquea los dedos, desvaneciendo a la mitad de la población en el universo, incluyendo a varios superhéroes. El cliffhanger dejó a los fans con un gran shock y anticipación por la siguiente película, Avengers: Endgame - 95%.

Finales cerrados

También existen los finales satisfactorios son aquellos que responden todas las preguntas y dan al espectador una satisfacción completa al final de una historia. Estos finales frecuentemente son seguidos por una secuela, ya que el espectador puede querer ver más de los personajes a los que se ha apegado. Aunque este tipo de finales suele ser usado en series o sagas de más bajo perfil, de igual manera sus finales son una herramienta narrativa importante para enfatizar su verdadera esencia.

En su momento, la icónica serie de sitcom Friends - 90% contó con un final cerrado y satisfactorio para sus personajes principales. Si bien este evento fue mundialmente comentado con gustos y disgustos por su conclusión, esta tuvo una respuesta mayormente positiva. Después de diez temporadas, Rachel, Ross, Monica, Chandler, Phoebe y Joey encuentran su camino hacia la madurez, la estabilidad y el amor. El último episodio muestra la despedida del apartamento de Monica y Chandler, así como el romántico desenlace de Ross y Rachel. El final brinda un sentido de cierre y satisfacción para los fans, al ver a los personajes seguir adelante en sus vidas y mantener su amistad duradera.

Breaking Bad - 100% fue otra aclamada serie que contó con un final con una gran aprobación de la audiencia. El drama narró la transformación del profesor de química Walter White en un poderoso narcotraficante. El final cerrado de la serie muestra las consecuencias y el desenlace de las acciones de Walter funcionando como una metáfora de largo alcance para toda la historia contada a través de sus temporadas. Sin entrar en demasiados detalles para evitar spoilers, este desenlace ofrece un cierre completo a la historia y a los arcos de los personajes principales, proporcionando una conclusión satisfactoria y coherente a la trama.

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En el caso de El Señor de los Anillos - El Retorno del Rey - 94%, dirigida por Peter Jackson, se trata de una de las conclusiones más aplaudidas y estudiadas en la historia del género de fantasía. La película tiene múltiples finales que cierran las subtramas y proporcionan una conclusión épica a la aventura. Los personajes principales encuentran una suerte de paz tras enfrentar terribles desafíos, los villanos son derrotados y el mundo ficticio de la Tierra Media encuentra tranquilidad y renovación. El final ofrece así un sentido de conclusión y resolución para cada uno de los puntos de la historia.

Pero desde luego también existen aquellas obras donde el final no necesariamente llega a ser un cierre o una conclusión explícita de una trama. La Routledge Encyclopedia of Narrative Theory aborda los finales en relación a la satisfacción de expectativas y la respuesta a preguntas planteadas en narraciones. Algunas narrativas terminan sin cierre, como en el caso de los filmes de la corriente modernista y postmodernista que enfatizan lo 'anti-clausura' o 'abierto'. Los cierres pueden ser entonces inerciales o no, cumpliendo o desafiando expectativas sin necesariamente cerrar. El final se asocia con la sensación de completitud, tanto genérica como en términos de desarrollar lo que la obra se propone.

En la teoría crítica actual, el enfoque del cierre ha pasado de las cualidades formales del texto a las actitudes de los espectadores. Es así como la audiencia escéptica del cierre puede encontrar apertura en textos canónicos, siguiendo en cierta medida los lineamientos de la mirada posestructuralista, donde todo cierre se considera impuesto. No obstante, el cierre, desde una perspectiva histórica, permite dar orden y significado a los eventos en una narración, como un elemento clave en el arte de la historia al imponer un "significado moral" a los eventos.

Es así como los finales en el cine y la televisión han desempeñado un papel fundamental en la forma en que experimentamos y nos conectamos con las historias. Ya sea que se trate de que inviten a la reflexión, que mantengan el suspenso o aquellos que brinden una sensación de cierre, cada tipo tiene su propia función narrativa y emocional. Los finales desafían a los creadores a tomar decisiones creativas significativas y a considerar cómo estas decisiones afectarán la experiencia del espectador.

Además, los finales también ofrecen la oportunidad de explorar temas más profundos, plantear preguntas existenciales y fomentar debates y discusiones entre los espectadores e incluso algunos llegarán al debate público más allá de las fronteras de la pantalla. En última instancia, los finales son una expresión artística que nos invita a reflexionar sobre la vida, la identidad y el significado de nuestras propias experiencias.

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