Tal vez te interese
Uno de los mejores regalos que el sonido nos puede otorgar en el lenguaje audiovisual es la sensación de velocidad. De esto no quedará la menor duda luego de ver [Pelicula] Gran Turismo: de Jugador a Corredor. El filme de Neill Blomkamp es un testimonio de los vertiginosos efectos de conjugar cuidadosamente los sentidos de la vista y el oído para darle impulso a un filme que, de otra manera, es bastante simplón en términos del resto de sus elementos narrativos.
No te pierdas: Gran Turismo: más allá de la velocidad, explorando la psicología del automovilismo en el cine
En Gran Turismo: de jugador a corredor, luego de ganar un concurso por sus virtudes como jugador en el simulador titular, Jann ( Archie Madekwe) es entrenado para competir en carreras reales bajo el patrocinio de Nissan. Rodeado de incrédulos que no confían en que sus habilidades se traducirán en la pista, el joven deberá probar que es capaz de ganar y para ello contará con el apoyo de su rudo y cínico entrenador Jack (Leonard Gershe).
Aunque se tarde un poco en arrancar (valga la ironía), una vez que el protagonista comienza a conducir los coches la trama se asienta en su gancho: las secuencias de carrera. Más allá de combinar planos al interior o exterior de los vehículos o de sus lúcidos encuadres aéreos tomados por drones, la edición de todos éstos le da gran claridad al manejo de los coches y permite al espectador seguir la acción de cerca y sin confusiones.
Pero es importante recalcar que en [Pelicula] Gran Turismo: de Jugador a Corredor, el sonido es la gasolina que pone todo ese motor en marcha. Ya sea el ronroneo de los motores, el rechinido de las llantas al frenar, y los efectos de cada rebase son el esqueleto que sostiene a la película entera. Tal como en [Pelicula] Top Gun: Maverick, los realizadores aprendieron la importancia de usar el sentido del oído del público a su favor.
En términos de narrativa, no obstante, el filme batalla para distinguirse de otras historias deportivas sobre underdogs que se sobreponen a sus obstáculos y detractores. Y es en gran medida por los diálogos. Hay por lo menos dos escenas en las que Jann, reiteradamente, explica a su padre lo que resulta obvio al espectador: correr es lo que ama y lo hará le tenga fe o no. Madekwe y Harbour son la gracia que la salva de sentirse totalmente plana.
Te recomendamos: Hollywood en la encrucijada: Estrenos de cine afectados en taquilla por las huelgas
Esto es una pena, pues hay atisbos de originalidad en Gran Turismo que resultan tremendamente refrescantes. Por un lado, hay una subtrama, que se pierde casi por completo, en la que se remarca que ser piloto de carreras es un deporte muy caro, por lo que sólo un élite puede costearse ser atleta. La idea de que la clase trabajadora, a la que Jann pertenece, retome esta actividad deportiva y que la vuelva popular a través del simulador es una de esas aristas únicas a este videojuego que pudieron explorar a fondo.
Igualmente, hay otro punto temático sobre el papel de las relaciones públicas en el ámbito deportivo y cómo las habilidades de ciertos individuos para construirse una imagen mediática pueden darles ventaja incluso por sobre atletas técnicamente superiores. La corrupción al interior de los comités e instituciones que organizan competencias de este tipo es una que el cine de ficción casi ha dejado de lado, con apenas algunos documentales prestando atención al tema.
Incluso si se estrella contra el muro de contención por el peso de su trillada trama, [Pelicula] Gran Turismo: de Jugador a Corredor empuja a gran velocidad al espectador sobre la pista de carreras gracias a la precisión de su sonido y esa experiencia será mejor en cines. Aunque no en primer lugar, la película es un triunfo menor para las adaptaciones que buscan acercar el mundo de los videojuegos, y las insospechadas virtudes de quienes los juegan, al público. Y si esa era la intención, llegó a la meta.
Continúa leyendo: Contra lo Imposible | Top de críticas, reseñas y calificaciones
No te pierdas: Gran Turismo: más allá de la velocidad, explorando la psicología del automovilismo en el cine
¿De qué trata la película de Gran Turismo?
En Gran Turismo: de jugador a corredor, luego de ganar un concurso por sus virtudes como jugador en el simulador titular, Jann ( Archie Madekwe) es entrenado para competir en carreras reales bajo el patrocinio de Nissan. Rodeado de incrédulos que no confían en que sus habilidades se traducirán en la pista, el joven deberá probar que es capaz de ganar y para ello contará con el apoyo de su rudo y cínico entrenador Jack (Leonard Gershe).
Aunque se tarde un poco en arrancar (valga la ironía), una vez que el protagonista comienza a conducir los coches la trama se asienta en su gancho: las secuencias de carrera. Más allá de combinar planos al interior o exterior de los vehículos o de sus lúcidos encuadres aéreos tomados por drones, la edición de todos éstos le da gran claridad al manejo de los coches y permite al espectador seguir la acción de cerca y sin confusiones.
Pero es importante recalcar que en [Pelicula] Gran Turismo: de Jugador a Corredor, el sonido es la gasolina que pone todo ese motor en marcha. Ya sea el ronroneo de los motores, el rechinido de las llantas al frenar, y los efectos de cada rebase son el esqueleto que sostiene a la película entera. Tal como en [Pelicula] Top Gun: Maverick, los realizadores aprendieron la importancia de usar el sentido del oído del público a su favor.
En términos de narrativa, no obstante, el filme batalla para distinguirse de otras historias deportivas sobre underdogs que se sobreponen a sus obstáculos y detractores. Y es en gran medida por los diálogos. Hay por lo menos dos escenas en las que Jann, reiteradamente, explica a su padre lo que resulta obvio al espectador: correr es lo que ama y lo hará le tenga fe o no. Madekwe y Harbour son la gracia que la salva de sentirse totalmente plana.
Te recomendamos: Hollywood en la encrucijada: Estrenos de cine afectados en taquilla por las huelgas
Esto es una pena, pues hay atisbos de originalidad en Gran Turismo que resultan tremendamente refrescantes. Por un lado, hay una subtrama, que se pierde casi por completo, en la que se remarca que ser piloto de carreras es un deporte muy caro, por lo que sólo un élite puede costearse ser atleta. La idea de que la clase trabajadora, a la que Jann pertenece, retome esta actividad deportiva y que la vuelva popular a través del simulador es una de esas aristas únicas a este videojuego que pudieron explorar a fondo.
Los videojuegos en el cine
Igualmente, hay otro punto temático sobre el papel de las relaciones públicas en el ámbito deportivo y cómo las habilidades de ciertos individuos para construirse una imagen mediática pueden darles ventaja incluso por sobre atletas técnicamente superiores. La corrupción al interior de los comités e instituciones que organizan competencias de este tipo es una que el cine de ficción casi ha dejado de lado, con apenas algunos documentales prestando atención al tema.
Incluso si se estrella contra el muro de contención por el peso de su trillada trama, [Pelicula] Gran Turismo: de Jugador a Corredor empuja a gran velocidad al espectador sobre la pista de carreras gracias a la precisión de su sonido y esa experiencia será mejor en cines. Aunque no en primer lugar, la película es un triunfo menor para las adaptaciones que buscan acercar el mundo de los videojuegos, y las insospechadas virtudes de quienes los juegan, al público. Y si esa era la intención, llegó a la meta.
Continúa leyendo: Contra lo Imposible | Top de críticas, reseñas y calificaciones