Satoshi Kon dejó el mundo hace más de una década, pero sus filmes son una ventana a su ingenio, como un legado innovador que está presente tanto en el mundo de la animación como en el de la narrativa cinematográfica. El nombre del cineasta es una referencia obligatoria cuando hablamos de la expresión artística de la animación japonesa, donde en la actualidad nombres como el de Makoto Shinkai tienen una presencia algo frecuente, y aún podemos gozar del trabajo de colosos como Hayao Miyazaki. Satoshi Kon es una figura tan relevante a pesar de que en estos días se trate de un descubrimiento para muchos.
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Cada uno de los trabajos de este realizador ha sido brillante; algunos han inspirado a directores de Hollywood que de alguna manera han tratado de imitar sus relatos, y otros han sido considerados “víctimas” debido a potenciales similitudes con otros proyectos. En ese último rubro se encuentra Paprika - 84%, una obra maestra no solo de la animación sino también de la ciencia ficción, cuya historia permite que sus protagonistas viajen a través de los sueños de otras personas, con escenarios distorsionados y misterios en relación a un crimen.
¿De qué se tratan las similitudes? Paprika - 84% sigue a varios personajes, entre ellos a un detective llamado Toshimi Konakawa, quien está siendo tratado por sus pesadillas recurrentes. En esas imágenes, parece que está corriendo tras la pista de un criminal hasta que el pasillo en el que se encuentra cambia de forma y una alfombra no le permite mantener el equilibrio. Esa pesadilla termina ahí, porque al verse incapacitado no puede continuar para resolver el misterio. Dicho tratamiento solo es posible gracias a un dispositivo conocido como DC Mini, que le permite a su terapeuta explorar el subconsciente de una persona. Con esto en mente, es inevitable la comparación con El Origen - 86%, filme de Christopher Nolan que se estrenó en 2010, donde los sueños también son el tema central, en una historia que sigue a un ladrón que se encarga de entrar a ellos para obtener información.
Hay una escena en particular, donde la mano derecha de ese ladrón se enfrenta a otras personas en un pasillo que desafía la gravedad, donde él corre y salta por las paredes. Es un momento atrapante que además habla muy bien del logro que fue este trabajo en cuanto a efectos prácticos y de quienes hicieron posible la acción del filme. Ya sea por su concepto, o porque hay un par de escenas que se parecen, es que se habla de Paprika como su inspiración. Tal vez sí “presagió” el filme, pero se puede decir a rasgos generales que la producción animada hizo una labor más efectiva en cuanto a la exploración del mundo de los sueños y la manera en que logra confundir a los personajes y espectadores.
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Además de la misteriosa pesadilla del detective Konakawa, Paprika sigue también a la doctora Chiba Atsuko, quien trabaja como científica en el día, mientras que en la noche adquiere la identidad de “Paprika”, una detective que se desplaza por el mundo de los sueños. La simpática chica pelirroja usa el DC Mini para observar los sueños de sus pacientes y entrar en ellos, como se puede ver que hace con Toshimi Konakawa, pero también ha desarrollado un dispositivo llamado PT, un prototipo experimental que le permitiría entrar a los sueños para tratar las ansiedades de las personas, y uno de ellos ha sido robado del laboratorio. Así, poco a poco las mentes de los involucrados están siendo destruidas mientras los protagonistas intentan hallar al culpable antes de que sea tarde.
El filme de Satoshi Kon es sólido tanto en su concepto como a nivel visual y gana fuerza en el sentido de que a pesar de que pueda lucir complicado, en realidad no satura al espectador con una trama enmarañada. La razón por la que se ve tan distinto, y en muchas ocasiones “loco” es porque gran parte del esfuerzo realizado para llevar este filme a la vida es mostrar una visualización del mundo de los sueños y fusionar esas pesadillas despiertas y aventuras dormidas mientras el mundo de los protagonistas se desestabiliza con el paso del tiempo. Fuera de que es un auténtico viaje para los ojos, su trama puede seguirse sin mucho problema puesto que Paprika es de esas películas que hacen más con menos. Eso incluye el hecho de que no necesita niveles de sueños o reglas para no perderse en ningún momento, y ese tiempo lo utiliza para continuar en la construcción de ese mundo.
Paprika - 84% es una obra esencial de la filmografía del cineasta japonés Satoshi Kon que reta a la audiencia a dejarse llevar por su ambición y la forma en que desafía cualquier intento de poner reglas en el mundo de la ciencia ficción. Es una película atemporal que también nos enseña qué es lo que deberían estar haciendo los directores, y especialmente los estudios, en la actualidad: historias innovadoras, propuestas animadas que no se dejan encasillar, y películas atrevidas que tienen interpretaciones infinitas.
¿Qué dijo la crítica de Paprika?
El consenso de la crítica describe a Paprika como un viaje mental revelador que puede ser difícil de seguir pero que nunca deja de deslumbrar. Las reseñas destacan la forma en que la película toma al espectador y lo hace seguir la extraña lógica de los sueños entre imágenes y transiciones que son extremadamente creativas y que cautivan a la mente en todo momento. La crítica de Polygon dice que la última película de Satoshi Kon es una de las mejores de su filmografía, pero que también es una pieza memorable de la animación proveniente de Japón.
A continuación, les compartimos la opinión de la crítica sobre Paprika - 84%:
Nicholas Oon de Maximum Hype:
Partiendo de ideas de la psique humana así como del arte del cine, Paprika rebosa creatividad, proveniente de un escritor y director cuya comprensión de la animación era incomparable.
Toussaint Egan de Polygon:
La última película de Satoshi Kon no es sólo una de sus mejores, sino también una de las piezas de animación japonesa más emocionantes y memorables jamás producidas.
Aard Vijn de ScreenAnarchy:
Esto es lo que debe ser la animación.
Troy Patterson de Spin:
Aunque Kon a veces tiene visiones sorprendentes arrancadas directamente de tu cabeza anoche, en última instancia está más interesado en la teoría del cine que en el tipo freudiano, evocando sueños de una manera más fiel a las secuencias de sueños.
Anton Bitel de Projected Figures:
Su premisa inspiradora de Inception de una mujer joven que puede sumergirse expertamente en los sueños de otras personas explota plenamente las capacidades fluidas y plásticas de la animación para hacer realidad un mundo inestable y en constante cambio regido por la arbitrariedad y la identificación.
Scott Clark de Starburst:
Sí, Paprika es una obra maestra. El medio de animación se presta tan perfectamente a las travesuras oníricas que no sorprende que la última película de Kon sea considerada una combinación perfecta entre forma y tema.
Dorothy Woodend de The Tyee:
Paprika tiene el curioso efecto de hacerte sentir extrañamente feliz después, como si de repente te liberaras de una carga interna que ni siquiera sabías que llevabas. Canta. Ve a verlo, aunque no sea tu cumpleaños, puede que sientas que sí lo es.
Daniel Etherington de Film4:
Aunque no está a la altura de la flor y nata de las películas de anime, Paprika es una adición distintiva y de calidad al género.
Brian Gibson de Vue Weekly:
Su colisión visual de paisajes mentales, películas dentro de películas y sueños dentro de sueños cae en una cascada vertiginosa que fácilmente borra el diálogo monótono y la trama algo incompleta.
Larry Ratliff de [i]San Antonio Express-News[/i]:
Sólo como un recorrido mágico y misterioso de imágenes, sonidos y surrealismo, sin embargo, es una explosión animada única para los sentidos.
Marc Pavlov de Austin Chronicle:
Paprika, aunque ciertamente no es adecuada para niños, logra capturar el caos infantil y atropellado y la curiosidad de la mente humana mejor que cualquier otra película animada.
Ken Hanke de Mountain Xpress:
Simplemente la pieza de cine más refrescante que he visto este año.
Robert Roten de Laramie Movie Scope:
La animación muestra una brillante imaginación de los realizadores.
Rob Gonsalves de Rob’s Movie Vault:
Suena como el final y el comienzo del cine japonés: se contradice y contiene multitudes.
Tim Brayton de Antagony & Ecstasy:
Paprika me llena de un entusiasmo tan abrumador que me deja farfullando.
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