Chicago, de Rob Marshall, ¿qué dijo la crítica en su estreno?

Para los amantes del cine y los musicales, una producción cinematográfica que combina ambas debe ser una de sus mayores alegrías porque pensarían que el resultado debe ser disfrutable y, por qué no, tan espectacular como su fuente. Sin embargo, no siempre sale bien y se ha demostrado en varias ocasiones que pueden no ser la maravilla que se esperaba, como ocurrió con Los Miserables - 69%, o que terminan siendo un rotundo fracaso y de paso controversial, como Cats - 29%. Aunque hay algunas adaptaciones que cumplieron, se volvieron populares y gustaron, a pesar de que pudieron ser mejores, ninguna logra superar a la obra original o al menos convertirse en una obra maestra que pueda estar a la par de la producción de teatro. Aquí entra Chicago - 86%.

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Bajo la dirección de Rob Marshall, quien en la época era un novato como director de cine y tenía más experiencia como coreógrafo, Chicago - 86% llevó a la pantalla grande el colorido, estilo y diversión de una obra de Broadway a Hollywood en un momento en el que este tipo de producciones se encontraban ausentes. Podríamos decir que Amor en Rojo - 84% (Moulin Rouge!), de 2001, brilló poco antes aunque no se trataba de un musical que hubiera salido de Broadway precisamente y no tuvo el mismo reconocimiento a pesar de que sí se llevó un par de premios Óscar. Pero Chicago viene de más tiempo atrás y con sus raíces ancladas en el lado más famoso de los espectáculos teatrales.

Los orígenes de esta producción se remontan al musical de 1975, escrito por Fred Ebb y Bob Fosse, el cual se basó en una obra de teatro de 1926 que lleva el mismo nombre. La versión cinematográfica se estrenó en 2002, con un guión de Bill Condon y la dirección de Marshall. Idealmente, cada película musical estaría protagonizada por actores de Broadway que de otro modo no necesariamente tendrían la misma exposición a un medio masivo, en lugar de los mismos grandes nombres de Hollywood. Aún así, Chicago contó con estrellas como Renée Zellweger, Catherine Zeta-Jones, Queen Latifah y Richard Gere. Otros musicales, al presentar tanto famoso no consigue cumplir en todos los aspectos; por eso es que tener actores o personalidades del cine y la televisión no es garantía de que vocalmente vaya a ser espectacular.

Esta versión triunfa en ese sentido, ya que al igual que su cantidad de talento destacó tanto vocalmente como a nivel actoral. Gracias a eso fue que los participantes pudieron aportar nueva profundidad a los personajes en cada una de sus escenas. Los actores hacen que sus personajes sean moralmente complejos y, aunque ninguno de ellos interpreta a alguien que merezca una verdadera admiración, los espectadores no pueden evitar simpatizar con estos asesinos y manipuladores narcisistas.

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La película está ambientada en los años 20 y narra la historia de Roxy Hart (Renee Zellweger), una ama de casa y bailarina de un club nocturno que es enviada a prisión luego de asesinar a su amante luego de que amenazara con dejarla. En la cárcel conoce a Velma Kelly (Catherine Zeta-Jones), una mujer que además de ser habitual de la prensa es una gran cantante y se encuentra allí por un doble asesinato. Entonces, con la ayuda de un abogado de Chicago (Richard Gere) que le permita cambiar su crimen por titulares sensacionalistas, Roxy se abre paso al manipular a los medios de comunicación, además de engañar al público y a Velma, para evitar la condena.

Tratándose de la versión cinematográfica de un popular y exitoso musical, las expectativas en torno a la adaptación de Rob Marshall estaban por las nubes. La producción fue un éxito de taquilla que superó los US$300 millones a partir de un presupuesto de US$45 millones y recibió 12 nominaciones al Óscar. Ganó 6 premios, siendo la mayoría reconocimientos en las categorías técnicas de sonido y edición, además de diseño de vestuario y por su dirección de arte. Catherine Zeta-Jones se llevó la estatuilla a la Mejor Actriz de reparto y el filme se coronó como la mejor película de aquella edición. A pesar de que sin duda es una gran película, para algunos el reconocimiento debió ir a la película El Pianista - 96%, que también estaba nominada ese mismo año.

¿Qué dijo la crítica de Chicago, la película de Rob Marshall?

Chicago - 86% recibió la aprobación de la crítica en su estreno por ser una adaptación conmovedora y llena de energía que triunfa al llevar el espectáculo de Broadway a la pantalla grande, aunque también porque esta versión tuvo mayor profundidad y humor que la obra original. Muchos críticos estuvieron de acuerdo en que esta película es sumamente entretenida y que es tan sólida que podría encantar a quienes no son fanáticos de los musicales. Esto fue lo que dijo la crítica sobre la cinta ganadora del Óscar:

Namrata Joshi de Outlook:

Chicago es tan fascinante que incluso te olvidas de coger la Coca-Cola y las palomitas de maíz. ¿No es eso entretenimiento?

Barbara Ellen de Times:

En efecto, es teatro filmado, pero esto trae sus propias compensaciones: cuanto más falso parece Chicago, más real parece volverse.

Tim Robey de Daily Telegraph:

Cualesquiera que sean los escrúpulos que uno tenga sobre el material, su ejecución aquí es sólida como una roca en formas que siguen impresionando, hasta la secuencia de créditos finales más ingeniosa en años.

Anthony Quinn de Independent:

Como reproducción del espectáculo teatral, Chicago no está mal, pero no resulta convincente como película.

David Stratton de sbs.com.au:

Obscena, divertida y estimulante, Chicago es un gran entretenimiento.

Mark Johnson de Awards Daily:

Renée Zellweger y Catherine Zeta-Jones son increíbles como la pareja asesina encarcelada por sus malas acciones.

Matt Brunson de Film Frenzy:

No sólo para los aficionados al teatro, Chicago es un musical para personas a las que ni siquiera les gustan los musicales, y teje su historia delirantemente oscura con suficiente cinismo mezclado con cianuro para conquistar a personas que no conocerían Oklahoma. de ¡Oh! ¡Calcuta!

Danielle Solzman de Solzy at the Movies:

Chicago es todo un espectáculo musical.

Stephen Silver de Time Magazine:

Una película con mucho que decir sobre las intersecciones entre el asesinato, los medios y la fama.

Victor Pineyro de Seventh Art Studio:

No saber qué esperar fue lo mejor al acercarme a Chicago, su narración paralelizada es revolucionaria y como pocas que he visto en musicales.

Sam Adams de Philadelphia City Paper:

Puede que Chicago no esté entre los clásicos, pero es la mejor película musical tradicional en muchas lunas.

Alexander Walker de London Evening Standard:

Es una película totalmente inesperada y aún más bienvenida: una reproducción moderna que resucita el espíritu, la apariencia y el sonido de una gran era de profesionalismo de Hollywood.

Noel Murray de The Dissolve:

Chicago se convierte menos en una crítica literal de cómo los criminales famosos manipulan un juego amañado, y más en una pura fantasía, que no debe tomarse en serio.

Ben Nuckols de Associated Press:

Con intérpretes tan buenos como estos y la frescura del guión de Bill Condon y la dirección de Marshall, Chicago realmente tiene muy poco de malo. Lo que le falta es algo intangible: calor.

Joe Morgenstern de Wall Street Journal:

La versión cinematográfica de Rob Marshall del casi venerable programa se ve genial, en su estilo neo-Fosse deslumbrante suena bien, especialmente cuando la hermosa Roxie Hart de Renee Zellweger canta con todo su corazón.

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