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[Pelicula] La Quimeraes una película que sigue la historia de Arthur, un joven arqueólogo inglés que acaba de salir de la cárcel y está obsesionado con encontrar a su difunta esposa, Beniamina. En su búsqueda, se reencuentra con su grupo de "tombaroli", un colectivo alegre y despreocupado que se gana la vida saqueando tumbas. A diferencia de sus compañeros, Arthur no está interesado en los artefactos que encuentran, sino que está decidido a encontrar una puerta legendaria que supuestamente lleva al inframundo, donde espera reunirse con su amada esposa.
A lo largo de la película, vemos cómo Arthur se sumerge cada vez más en su obsesión por encontrar esta puerta al inframundo. A pesar de los peligros y las advertencias de sus compañeros, él sigue adelante, convencido de que esta es la única manera de volver a estar con Beniamina. Esta búsqueda lo lleva a enfrentarse a desafíos físicos y emocionales, así como a encontrarse con personajes misteriosos que lo ayudan o lo obstaculizan en su camino.
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El reparto está encabezado por Josh O'Connor en el papel de Arthur, quien retrata de manera convincente la determinación y la obsesión del personaje. Isabel Rossellini y Ephraim Sykes también destacan en sus papeles secundarios, aportando profundidad y matices a la historia.
A medida que la trama avanza, Arthur se encuentra cada vez más dividido entre la realidad y la fantasía, y el espectador se ve inmerso en un mundo donde los límites entre lo real y lo imaginario se desdibujan. La película explora temas de amor, pérdida, obsesión y redención, ofreciendo una experiencia cinematográfica emocionante y reflexiva.
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‘La Quimera’ es una obra que seduce y desconcierta con su mezcla de comedia, intriga y nostalgia. La actuación de Josh O'Connor es fascinante y confusa, llevando al espectador a preguntarse cómo una película puede equilibrarse tan ágilmente entre el pasado y el presente.
La película encanta con sus espacios decadentes y actuaciones vibrantes, invitando al espectador a desenterrar misterios enterrados hace mucho tiempo. Es una celebración de la vida, una exploración de la fragilidad de las cosas bellas y un viaje existencial a través del pasado y el presente. Aunque puede tener algunas inconsistencias, sigue siendo un tesoro en la filmografía de Rohrwacher.
Shelagh Rowan-Legg de Screen Anarchy:
Jake Coyle de Datebook:
Matt Schimkowitz de The A.V. Club:
Hayley Croke de Loud and Clear Reviews:
Diego Lerer de Micropsia Cine:
Diego Batlle de Otros Cines:
Lee Marshall de Screen Daily:
Savina Petkova de AwardsWatch:
Pete Hammond de Deadline:
Rory O'Connor de The Film Stage:
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A lo largo de la película, vemos cómo Arthur se sumerge cada vez más en su obsesión por encontrar esta puerta al inframundo. A pesar de los peligros y las advertencias de sus compañeros, él sigue adelante, convencido de que esta es la única manera de volver a estar con Beniamina. Esta búsqueda lo lleva a enfrentarse a desafíos físicos y emocionales, así como a encontrarse con personajes misteriosos que lo ayudan o lo obstaculizan en su camino.
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El consenso de la crítica
‘La Quimera’ es una obra que seduce y desconcierta con su mezcla de comedia, intriga y nostalgia. La actuación de Josh O'Connor es fascinante y confusa, llevando al espectador a preguntarse cómo una película puede equilibrarse tan ágilmente entre el pasado y el presente.
La película encanta con sus espacios decadentes y actuaciones vibrantes, invitando al espectador a desenterrar misterios enterrados hace mucho tiempo. Es una celebración de la vida, una exploración de la fragilidad de las cosas bellas y un viaje existencial a través del pasado y el presente. Aunque puede tener algunas inconsistencias, sigue siendo un tesoro en la filmografía de Rohrwacher.
¿Qué dijo la crítica de ‘La Quimera’?
Shelagh Rowan-Legg de Screen Anarchy:
Con una mezcla ecléctica de comedia, intriga y añoranza, La Quimera refleja su título en que el significado que cada personaje busca siempre se les escapa, especialmente aquellos con demasiado corazón.
Jake Coyle de Datebook:
Como tantas cosas en “La Quimera”, la actuación de O’Connor es fascinante y confusa. ¿Cómo puede una película estar tan ágilmente equilibrada entre el pasado y el presente? No puedes evitar preguntarte. La materia de los cuentos de hadas es lo que la propia Rohrwacher quiere desenterrar. “¿Estabas soñando?” Buena pregunta.
Matt Schimkowitz de The A.V. Club:
La Quimera encanta al espectador con sus espacios decadentes y sus animadas actuaciones. El torturado O'Connor tiene un gran poder en la quietud y el silencio a través de su conexión con el mundo de los espíritus, un reino al que desea unirse (…) La película es una delicia formal que no depara sorpresas. Requiere más visitas, pidiéndonos que desenterremos los misterios enterrados hace mucho tiempo. En el mundo de Rohwacher, la magia está en todas partes y en ninguna, y los secretos del pasado no pertenecen a nadie ni a todos. Si excavamos en el lugar correcto, tal vez encontremos lo que perdimos.
Hayley Croke de Loud and Clear Reviews:
La Quimera es una celebración de la vida . Es el tipo de película que posee el tipo de rareza que te hace creer que las películas tienen magia. Existe en contradicciones, a la vez refrescantemente referenciales y absolutamente únicas. Te muestra que la belleza no se trata de la perfección sino de las imperfecciones que hacen que las cosas sean únicas. Te hará querer vivir más audazmente, amar más intensamente y apreciar la belleza de todo lo que te rodea.
Diego Lerer de Micropsia Cine:
La Quimera puede tener algunas inconsistencias o reiteraciones, es cierto, pero es un cine abierto, generoso, que respira, transmite vitalidad, amor por el mundo y por la gente que lo habita. Acá no hay héroes ni villanos ni juicios de valor acerca de los personajes, algo que otros directores dejarían en claro de entrada. Aquí hay gente que se enamora, que extraña y que se deja llevar por esa quimera a la que nunca se renuncia del todo: la de vivir en un mundo mejor, aunque haya que inventarlo.
Diego Batlle de Otros Cines:
La Quimera es otro viaje fascinante e imprevisible de esos que propone la guionista y directora italiana, en el que lo real y lo onírico, lo terrenal y lo espiritual, las tradiciones y las canciones populares (hay algo de Aquel querido mes de agosto, de Miguel Gomes, en esta película), el amor y la codicia, se combinan y confunden en un relato marcado por constantes saltos temporales entre diferentes dimensiones y en el que quizás el único reparo sea una tendencia recurrente al simbolismo y la alegoría algo subrayada. Nada que, de todas maneras, afecte la capacidad de seducción y los múltiples matices y aristas de una cineasta dueño de un mundo, una estética y un estilo muy propios.
Lee Marshall de Screen Daily:
…un viaje existencial que es también una oda a la fragilidad de las cosas bellas de la vida y una advertencia sobre lo fácil que es perderlas. Al igual que su personaje central, un psíquico arqueológico interpretado por el actor británico Josh O'Connor, esta película extraña, desordenada y resonante tiene como objetivo desenterrar un tesoro enterrado. Y, al igual que las excavaciones ilegales que proporcionan su base narrativa, tiene éxito cuando no se preocupa demasiado por la pulcritud y la precisión.
Savina Petkova de AwardsWatch:
La Quimera muestra lo mejor de la directora italiana: la película más liberada e intuitiva hasta el momento, con un futuro aún más prometedor por venir (…) La película es al mismo tiempo una historia de amor perdido, un viaje existencial a través del pasado y el presente, una parábola mítica y un reflejo de nuestra sociedad consumista, pero su estructura de múltiples capas se combina con las impresionantes imágenes de Hélène Louvart para asegurar delicias que trascienden el necesidad cinéfila de que el cine de autor europeo sea impecable.
Pete Hammond de Deadline:
Lidiar con el pasado es un tema que claramente intriga a Rohrwacher, y lo ha llevado a niveles nuevos y siempre cambiantes con La Quimera, un tesoro en sí mismo y una entrada notable a una filmografía cada vez más impresionante y en crecimiento.
Rory O'Connor de The Film Stage:
Con L e Pupille y La Quimera, Rohrwacher avanza hacia un cine con menos asperezas y, además, más pobre (…) resulta más peculiar que encantadora. Esta es una línea muy fina y con consecuencias. En otras ocasiones es prácticamente empalagosa: justo cuando uno cree que ha eludido de su mente el glosario de gestos con las manos italianos de la película, le piden que aguante una conversación completa. Con su elenco de niños adorables, Pupille no era menos cursi, pero esa película tenía la doble ventaja de tener lugar en Navidad y durar solo 40 minutos. Cuando La Quimera llega a la mitad de sus 133, esa fantasía ya ha comenzado a corroerse.
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