La disputa legal entre Blake Lively y Justin Baldoni sigue escalando, y la actriz ha tomado una decisión que ha sorprendido a muchos: contratar a Nick Shapiro, exsubjefe de gabinete de la CIA y exasesor del director John Brennan, para gestionar su estrategia de comunicación en medio de la batalla judicial. Este movimiento revela la gravedad del conflicto, en el que ambas partes han presentado demandas multimillonarias, convirtiendo el caso en uno de los escándalos más mediáticos de Hollywood.
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Un fichaje inusual para una crisis sin precedentes
Según Variety, el equipo legal de Blake Lively en el bufete Willkie Farr & Gallagher contrató a Nick Shapiro con el propósito de manejar la estrategia de comunicación en la demanda por acoso sexual y represalias que la actriz presentó contra Justin Baldoni. Shapiro, quien fundó la firma de crisis 10th Avenue Consulting en 2015 tras su paso por el gobierno de EE.UU., cuenta con un historial en la gestión de crisis nacionales, habiendo trabajado en casos como el atentado del Maratón de Boston, el derrame de petróleo en el Golfo de México y la tragedia de Sandy Hook.
Su incorporación al equipo de Lively marca una diferencia con respecto a otros casos de celebridades, ya que rara vez se recurre a figuras con antecedentes en inteligencia y seguridad nacional para una disputa en la industria del entretenimiento. No obstante, la actriz y su equipo consideran que el nivel de amenazas, ataques y filtraciones mediáticas han elevado el caso a una crisis que requiere un manejo especializado.
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Batalla legal en escalada y múltiples frentes
La controversia entre Lively y Baldoni comenzó cuando la actriz presentó una queja ante el Departamento de Derechos Civiles de California en diciembre de 2024, acusando al director de acoso sexual y de orquestar una campaña de desprestigio en su contra. Esto desencadenó una serie de demandas cruzadas: Baldoni demandó a The New York Times por $250 millones por difamación tras la publicación del caso y, posteriormente, presentó una querella de $400 millones contra Lively, su esposo Ryan Reynolds y su publicista Leslie Sloane, acusándolos de extorsión y difamación.
Por otro lado, Lively respondió con una nueva demanda contra Baldoni y su equipo por represalias, argumentando que han intentado destruir su reputación. En este conflicto también se han visto envueltos otros actores clave, como la publicista Stephanie Jones, quien demandó a Baldoni y su estratega de crisis Melissa Nathan, y el empresario digital Jed Wallace, quien presentó una demanda por difamación contra Lively tras ser señalado como el artífice de una “campaña digital” en su contra.
¿Un nuevo giro en la guerra mediática?
El fichaje de Nick Shapiro por parte de Blake Lively ha llamado la atención no solo por su inusual perfil, sino porque la actriz previamente criticó el uso de estrategas de crisis por parte de Baldoni. Durante el verano de 2024, cuando comenzaron a surgir reportes sobre la tensa relación entre los coprotagonistas de ‘It Ends With Us’, la prensa y los fanáticos especularon sobre una guerra de relaciones públicas entre ambos. Sin embargo, la contratación de Shapiro por parte de Lively sugiere que la actriz ha reconocido la necesidad de una defensa más estructurada ante el constante flujo de información y filtraciones.
Además, el éxito inesperado de ‘It Ends With Us’, que recaudó $351 millones a nivel mundial con un presupuesto de $25 millones, ha mantenido el caso en el ojo público. Con el juicio programado para marzo de 2026, la industria de Hollywood sigue de cerca cada nuevo movimiento en este escándalo, que no solo ha sacudido a sus protagonistas, sino también a la forma en que las crisis mediáticas se manejan en la industria del entretenimiento.
Con información de Variety.
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