Las imágenes generadas por computadora (CGI, por sus siglas en inglés), son un tema que las audiencias aman debatir hasta el absurdo desde hace casi tres décadas. Quienes están en contra de ellas (en pleno 2015) citan constantemente los peores ejemplos de lo que el medio puede ofrecer, en que los gráficos se ven baratos, falsos, “brillosos” y en general hacen a la película quedar en ridículo; quienes las defienden (en pleno 2015) se basan principalmente en el hecho de que un buen CGI es el que jamás notas por lo bien que se mezcla con el resto de las imágenes.
Desde colocar objetos de fondo que no se encontraban en la toma original, hasta crear vida en el panorama de una ciudad, personas y vehículos incluidos, un buen trabajo de CGI puede pasar desapercibido, y al mismo tiempo aumentar la inmersión de la película y su ambiente, así como arreglar pequeños desperfectos en el set, montar escenas de material separado, en incluso hacerle un retoque a la cara o el tatuaje de los actores y actrices.
Todos los puntos anteriores y más son tocados en el siguiente video de RocketJump Film School, quienes tratan a forma de ensayo las formas tan diversas que el CGI se ha vuelto casi omnipresente en las grandes producciones cinematográficas, y cómo esto no es bueno ni malo de forma inherente, sino que debe ser tratado como cualquier recurso visual; en momentos apropiados y con la discreción que amerite (lo cual no quiere decir que un espectáculo de CGI no pueda ser… pues, espectacular.
¿Cuáles son tus ejemplos favoritos de buen/mal CGI?