La tercera temporada de ‘El juego del calamar‘ marcó el cierre de una de las series más influyentes de la última década, pero su final no fue el que originalmente tenía en mente su creador, Hwang Dong-hyuk (a continuación, se revelarán algunos SPOILERS de la tercera temporada, así que recomendamos leer sólo si ya vieron la serie). En entrevista con The Hollywood Reporter, el director surcoreano reveló que Gi-hun, protagonista de la historia, no iba a tener el desenlace que vimos en pantalla. El cambio, según explicó, se debió al impacto emocional que le provocó observar el rumbo del mundo en los últimos años.
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¿Cuál era el final original de Gi-hun?
Hwang confesó que, en su versión inicial, Gi-hun sobrevivía a los juegos y viajaba a Estados Unidos para reencontrarse con su hija. Esa idea lo acompañó durante buena parte del proceso de escritura:
“Al principio tenía una vaga idea sobre cómo terminaría la historia. En ese entonces, se trataba de que Gi-hun terminara el juego, de una forma u otra, sobreviviera y fuera a ver a su hija en Estados Unidos”

Incluso pensó que el personaje de Gi-hun sería quien presenciara la aparición de la reclutadora estadounidense en la última escena. Sin embargo, al avanzar en la escritura, la historia fue transformándose:
“Y empecé a pensar cada vez más en: ‘¿Qué quiero transmitir con el final de esta historia?’ y también: ‘¿Cómo debe ser el viaje de Gi-hun y cuál debe ser su destino?’”.
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Esa reflexión lo llevó a alejarse del cierre optimista. El contexto global (el aumento de desigualdad, conflictos y desesperanza) lo convenció de que el final debía ser más contundente, no solo narrativamente, sino también simbólicamente.
¿Qué buscaba transmitir con el cambio?
Hwang afirmó que tomó la decisión de modificar el destino de Gi-hun para entregar un mensaje de sacrificio, esperanza y advertencia.
“El mundo parece estar encaminándose hacia lo peor. Parece volverse, en muchos sentidos distintos, mucho más terrible con lo que viene. Pensé: ‘¿Qué tipo de sacrificios necesitamos hacer en la generación actual para poder dejarle a la futura generación un mundo mejor?’”
El resultado fue un cierre dramático en el que el protagonista, en lugar de escapar, actúa con la convicción de que hay cosas más importantes que la supervivencia personal.
“No quise terminar esa frase ni dar mi propia definición de lo que somos. Preferí dejar abierta la pregunta para que el público reflexione: ‘¿Qué somos los humanos?’ A veces tenemos un enorme corazón, y otras veces somos increíblemente egoístas. Creo que debemos estar dispuestos a soltar cosas que hemos estado aferrando con fuerza (el crecimiento, la competencia, la codicia) y tomar la decisión de renunciar a eso si queremos dejarle un mundo mejor a la próxima generación.”
El gesto final de Gi-hun no se define con palabras, sino con actos. Para Hwang, esa fue la mejor manera de cerrar la historia que comenzó en 2021 con un hombre endeudado que aceptaba participar en juegos mortales, y terminó con una figura dispuesta a desafiar al sistema con su propia vida.

Recepción de la crítica: ¿impactante o divisiva?
La decisión creativa de Hwang también provocó respuestas contrastantes entre la crítica especializada. En Tomatazos, la tercera temporada de ‘El juego del calamar’ recibió una valoración general de 77 %, una puntuación positiva aunque no entusiasta. Algunos críticos destacaron la ambición temática de la serie y el riesgo emocional del desenlace, mientras que otros señalaron una falta de frescura en el desarrollo de los juegos y ciertos momentos predecibles en el guion.
En Metacritic, la serie obtuvo una calificación de 66/100, correspondiente a “reseñas generalmente favorables”. Entre los comentarios más destacados, varios medios coincidieron en que la serie mantiene su fuerza visual y carga simbólica, pero también advirtieron que el impacto emocional del final puede resultar excesivo o incluso forzado para ciertos espectadores.
La actuación de Lee Jung-jae como Gi-hun volvió a ser uno de los aspectos más elogiados, junto con la breve pero llamativa aparición de Cate Blanchett como reclutadora en el epílogo. Aunque la tercera temporada no alcanzó el nivel de unanimidad crítica de la primera, su desenlace ha dado pie a un nuevo debate en torno al sistema que retrata la serie y la imposibilidad de desmontarlo del todo.
Con información de THR.
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