Con la capa ondeando, los rayos cayendo y los fans enloqueciendo, el nuevo ‘Superman’ de James Gunn se aproxima más rápido que una bala. Pero por más que lo intente, por más músculos que tenga David Corenswet o cameos que incluya la película, hay una barrera que este nuevo intento no podrá romper: el legado de ‘El Hombre de Acero’. Porque, seamos sinceros, en esta batalla de titanes entre James Gunn y Zack Snyder, el segundo tiene un arma secreta: profundidad, tragedia de calibre griego y un Superman que llora.
¿De qué trata ‘El Hombre de Acero’ de Zack Snyder?
Esta película aborda la experiencia de ser un dios en la Tierra, odiado por unos, idolatrado por otros, y siempre dividido entre su herencia kryptoniana y su crianza humana. Zack Snyder no solo nos dio explosiones y peleas en 4K, sino una exploración filosófica sobre la alienación, la responsabilidad y el sacrificio. Este Superman no salvaba gatos de árboles, sino que destruía media ciudad luchando por su derecho a existir. Aunque algunos lloraron por los escombros en Metrópolis, otros vimos en Henry Cavill al primer Superman que no parecía una caricatura.
¿Por qué ‘Superman’ de James Gunn no vencerá a ‘El Hombre de Acero’ de Zack Snyder?
No es por falta de talento. James Gunn es bueno, lo sabemos. ‘Guardianes de la Galaxia’ fue una joya. Pero aquí está intentando mezclar el humor colorido de Marvel con el existencialismo DC, y tal vez eso no resulte bien. Las primeras imágenes de su Superman muestran un tono disonante: robots que sueltan chistes sarcásticos, un Krypto adorable y un Kal-El con expresión de “¿por qué me duele el alma si tengo abdominales perfectos?”. Esta versión quiere ser profunda pero sin dejar de lado el espíritu family-friendly.
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El problema es que Gunn intenta corregir lo que muchos creyeron que falló en Snyder: el tono oscuro, el dramatismo, la seriedad. Pero eso era precisamente lo que lo hacía especial. ‘El Hombre de Acero’ no pedía perdón por tomarse en serio. No necesitaba una escena postcréditos para que sintieras algo.
¿Por qué la visión de Snyder, a pesar de sus puntos negativos, es única?
Zack Snyder tiene la sutileza de un martillo. Pero qué martillo tan hermoso. En lugar de abrazar la fórmula Marvel, Snyder optó por construir una mitología. Su Superman no era un boy scout, sino una figura mesiánica que generaba debates morales, titulares de noticias y teorías conspirativas en foros. La narrativa era un viaje de redención, no un chiste entre cada explosión. Incluso cuando mató a Zod, la decisión dividió al fandom, y esa división es señal de que algo valioso está en juego.
Además, su universo no era solo Superman. Era un tapiz entrelazado de dioses, guerreros y seres humanos quebrados. Aunque Warner le cortó las alas, Zack Snyder marcó para siempre al género con solo tres películas. Una trilogía que aún genera discusiones, memes, fan arts y peticiones de restauración con más firmas que algunas campañas políticas.
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James Gunn y Zack Snyder pueden compartir un nombre dentro del multiverso DC, pero sus aproximaciones no podrían ser más distintas. Gunn busca el equilibrio entre la oscuridad y la comedia; Snyder caminaba directo hacia la tormenta con los brazos abiertos y zooms de locura.
¿’Superman’ de James Gunn será una buena película? Probablemente. ¿Será mejor que El Hombre de Acero? Es difícil asegurarlo por completo. Porque para superar algo, no basta con replicarlo o adornarlo con más colores y personajes. Hay que entender qué lo hizo grande.
Snyder entendió algo fundamental: Superman no es solo un héroe, es una pregunta, una interrogante flotando sobre nuestras cabezas: ¿Qué haríamos si existiera alguien así? ¿Lo amaríamos? ¿Lo temeríamos? Gunn, hasta ahora, parece más enfocado en hacernos reír y divertirnos que en lanzarnos ese espejo incómodo.
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James Gunn y Zack Snyder son dos cineastas con visiones poderosas. Pero en el campo de batalla del alma kryptoniana, uno ya dejó una estatua, literal y figuradamente, difícil de derribar.
‘El Hombre de Acero’ se estrenó en 2013, pero sigue flotando sobre nosotros como un dios que se niega a desaparecer. Aunque James Gunn tiene la oportunidad de ofrecer un Superman actualizado, lleno de fuerza, sensibilidad y carisma, está compitiendo contra una película que, pese a su polémica, logró ser algo más que entretenimiento: se convirtió en símbolo.
Puede que el nuevo Superman vuele alto, pero para superar a su antecesor necesita más que una buena recepción crítica. Necesita dejar una cicatriz. Y eso, hasta ahora, solo lo ha hecho Snyder. Así que sí, estamos listos para ver lo que Gunn tiene preparado. Pero en este camino a la victoria, el primer golpe ya lo dio Zack y se nos fue directo al corazón.
Con información de Comicbook.
