El médico Salvador Plasencia, señalado por haber suministrado ilegalmente ketamina a Matthew Perry en las semanas previas a su muerte, ha aceptado declararse culpable. La información fue confirmada en documentos judiciales presentados ante un tribunal federal de Los Ángeles este lunes, en el marco de una investigación que involucra a cinco personas por su participación en una red de distribución ilegal de ketamina en California. Perry, recordado mundialmente por su papel como Chandler Bing en ‘Friends’, murió el 28 de octubre de 2023 a los 54 años.
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¿Qué hizo Salvador Plasencia?
Según la Fiscalía del Distrito Central de California, Salvador Plasencia, de 43 años y operador de una clínica de atención urgente en Calabasas, fue uno de los principales responsables de suministrar ketamina fuera de todo protocolo médico a Matthew Perry. Entre finales de septiembre y mediados de octubre de 2023, vendió 20 viales de 5 ml, un paquete parcialmente usado de pastillas de ketamina y varias jeringas al asistente personal del actor, Kenneth Iwamasa.
Plasencia no solo entregó los insumos sin supervisión, sino que acudió personalmente a la casa de Perry para inyectarle la droga, incluso en varias ocasiones. En uno de los encuentros, administró la ketamina mientras Perry permanecía en el asiento trasero de su auto, estacionado en un acuario de Los Ángeles, como señalaron documentos judiciales citados por The New York Times.
Los fiscales revelaron además mensajes de texto comprometedores. En uno de ellos, enviado en septiembre de 2023, Plasencia escribió: “¿Me pregunto cuánto pagará este idiota?”, dejando en evidencia su intención de aprovecharse económicamente del actor.
¿Cuál fue la causa de muerte y quién más está implicado?
La autopsia oficial, realizada por la Oficina del Forense del Condado de Los Ángeles, concluyó que Matthew Perry falleció por los efectos agudos de ketamina, con ahogamiento, enfermedad coronaria y presencia de buprenorfina como factores contribuyentes. Su cuerpo fue hallado flotando boca abajo en el jacuzzi de su casa en Pacific Palisades.
Tras meses de investigación, las autoridades imputaron a cinco personas. Hasta ahora, cuatro de ellas han aceptado su responsabilidad:
- Kenneth Iwamasa, asistente de Perry, se declaró culpable de conspiración para distribuir ketamina causando la muerte.
- Mark Chavez, otro médico implicado, se declaró culpable de conspiración para distribuir ketamina.
- Erik Fleming, conocido del actor, aceptó cargos por distribución de ketamina con resultado de muerte.
- Y ahora Salvador Plasencia, quien enfrentaba hasta 10 cargos distintos, aceptó declararse culpable de cuatro cargos por distribución ilegal de ketamina.
El único proceso pendiente es el de Jasveen Sangha, apodada por sus clientes como la “reina de la ketamina”. Según los investigadores, fue ella quien suministró la dosis final que mató a Perry. Su juicio está programado para agosto de 2025.
Una red médica y personal al margen de la ley
De acuerdo con la investigación federal, Matthew Perry había estado recibiendo tratamientos formales de ketamina como parte de una terapia experimental para tratar ansiedad y depresión. Sin embargo, tras serle negada una dosis más alta por clínicas acreditadas, comenzó a conseguir la droga por vías ilegales.
La red que lo abasteció —compuesta por médicos sin justificación legal, un asistente sin formación y un traficante— operaba al margen de cualquier regulación. Según el fiscal federal Martin Estrada, los implicados “se aprovecharon de la vulnerabilidad del actor con fines de lucro”, y el caso demuestra cómo incluso entornos que aparentan ser médicos pueden facilitar el acceso ilícito a sustancias controladas.
Salvador Plasencia aún no ha sido sentenciado. Podría enfrentar hasta 40 años de prisión, tres años de libertad supervisada y una multa de 2 millones de dólares, además de sanciones especiales obligatorias. Las sentencias para los demás acusados están programadas entre septiembre y noviembre de este año.
Con información de CNN y The New York Times.
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