Theodore Kaczynski, mejor conocido como “Unabomber”, ha fallecido hoy a los 81 años en la prisión, así lo dio a conocer un representante de la Agencia Federal de Prisiones a The Associated Press (vía Deadline). Kaczynski fue encontrado sin vida en su celda esta mañana de sábado y fue declarado muerto a las 8 a.m., aunque la causa de muerte no fue reportada.

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Unabomber aterrorizó a Estados Unidos por 17 años enviando paquetes bomba a diferentes lugares y destinados a diferentes personas. Tres de sus víctimas murieron y 23 resultaron heridas, con diferentes grados de daño. Theodore Kaczynski nació el 22 de mayo de 1942 en Chicago, en una familia de ascendencia polaco-estadounidense. Por su notable inteligencia, con un cociente intelectual de 167, se le permitió avanzar de grado prematuramente en la escuela, pero este salto, según Kaczynski, marcó negativamente su vida, ya que no se adaptó a los compañeros mayores, experimentando acoso y aislamiento.

Ted mostró habilidades excepcionales en matemáticas desde temprana edad. Durante su bachillerato en Evergreen Park Community High School, avanzó rápidamente, asistiendo a una escuela de verano de inglés para completar su bachillerato dos años antes de lo habitual. Fue admitido en la Universidad de Harvard a los 16 años, en otoño de 1958. Allí, estudió con el famoso profesor de lógica Willard Quine, logrando ser el primero de la clase con una nota final de 98.9%.



Al tratarse de una de uno de los asesinos seriales que más dolores de cabeza dio al FBI, y que más terror causó entre la población estadounidense, su historia ha fascinado desde hace mucho, y ha aparecido en varios medios, como la televisión, en la película de TV Unabomber: The True Story (1996), la serie [Temporada] Manhunt: Deadly Games (1) (2017), la miniserie documental de Netflix Unabomber: En sus propias palabras (2018), y en la película Ted K (2021). También el anime Cowboy Bebop tiene un homenaje / parodia del personaje, el "Teddy Bomber".

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Durante su tiempo en Harvard, Kaczynski participó en un proyecto subvencionado por la CIA, liderado por el Dr. Henry Murray. Este proyecto se presentaba como un debate filosófico, pero en realidad, era una prueba de estrés. Los estudiantes eran amarrados a una silla y sometidos a ataques psicológicos prolongados mientras sus respuestas eran monitoreadas con electrodos. Todo era grabado en video y audio, y luego se les hacía revivir su ira impotente reproduciendo sus palabras. Aunque las grabaciones sugieren que Kaczynski era emocionalmente estable al inicio del estudio, sus abogados alegaron que su participación en este estudio contribuyó a su posterior inestabilidad emocional.

La motivación detrás de las bombas que enviaba Kaczynski quedó plasmada en su manifiesto, publicado por The Washington Post y The New York Times en 1995, titulado originalmente La sociedad industrial y su futuro, pero más conocido como El manifiesto Unabomber. En este texto se criticaba el rumbo que había tomado la humanidad a partir de la Revolución Industrial; culpaba a la tecnología de los problemas del mundo y aspiraba a destruir la sociedad industrial y volver a un estado de vida primitivo.

Sus víctimas estaban relacionadas con la investigación científica, el desarrollo tecnológico y las grandes corporaciones. A lo largo de su tiempo como Unabomber, Kaczynski perfeccionó sus bombas caseras, haciéndolas cada vez más letales, hasta que eran capaces de volar en pedazos a una persona.



Kaczynski fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas más 30 años por cometer 16 atentados con bombas entre 1978 y 1995. Su captura no habría sido posible de no ser porque su hermano reconoció las palabras de Ted en el manifiesto que publicaron los medios, y encontró un primer borrador de ese texto. Aunque algunos ambientalistas y activistas de todo tipo quisieron ver en él una especie de justiciero, él mismo confesó que el odio y el egoísmo eran lo único que lo impulsaba. CNN citó estas palabras de Unabomber:

No creo en nada. Ni siquiera creo en el culto de los adoradores de la naturaleza o de la vida silvestre. (Estoy perfectamente preparado para arrojar basura en partes del bosque que no me sirven; a menudo arrojo latas en áreas taladas).

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