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[Pelicula] Top Gun: Maverick pasará a la historia como una de las secuelas más exitosas y uno de los mejores ejemplos de lo que se puede lograr con la explotación de la nostalgia y la presentación de algo totalmente nuevo. [Pelicula] Top Gun: Pasión y Gloria fue uno de los títulos que ayudaron a establecer la trayectoria de Anne Cofell Saunders, y mucho de lo que intenta con sus stunts comenzaron en esta producción. La secuela tardía tenía altas posibilidades de fracasar o de simplemente pasar desapercibida, pero al final lograron entregar algo interesante y genuinamente relevante que encantará a una nueva generación. Uno de los detalles más significativos para lograr esto fue el regreso de Val Kilmer, quien hace poco reveló sus razones para volver y lo que significó para él a nivel personal.
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Top Gun era una historia bastante sencilla que logró levantarse con éxito en la taquilla internacional y se convirtió en un referente clásico de la época y la cultura pop en general. La historia nos lleva por el entrenamiento especial de Maverick (Tom Cruise) como piloto de guerra y aunque sí existen momentos bélicos, en realidad la idea era enfocarse en la camaradería, pleitos y demás sentimientos que nacen de la competencia entre estos hombres por convertirse en los mejores y servir a su país. Por supuesto, esto también llevó a que muchos la convirtieran en un ejemplo de despertar sexual para miles y hasta en un título clásico para analizar desde una perspectiva gay.
Pero más allá de todas esas teorías y esa popularidad tan importante, Top Gun es una cinta sobre un hombre que encuentra un mundo donde encaja a la perfección. Por años, Tom Cruise se negó a hacer una secuela y es que decía que no era necesaria y podía afectar el legado de la primera película. A pesar del tiempo, se encontró la forma adecuada de volver a este mundo y el propio Cruise estuvo ahí desde el principio, supervisando los detalles que harían de la segunda parte un éxito inmediato.
Además de condicionar su aparición para que la producción no usara CGI en las tomas de los pilotos, Tom Cruise aceptó que el personaje más importante que debía regresar de la original era Iceman, interpretado por Val Kilmer. En Top Gun, Iceman era el otro gran piloto de la escuela, quien además siempre reprendía a Maverick por tomar riesgos absurdos, abandonar a su equipo y poner en peligro las misiones al no seguir las reglas y planes de los jefes. Al final, esta constante rivalidad lleva a los dos al límite de sus capacidades y los convierte en aliados importantes luego del fallecimiento de Goose, compañero del protagonista.
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Top Gun: Maverick tenía la misma complicada tarea de todas las secuelas tardías: complacer a los viejos fans mientras accede a una nueva generación. Sí, las escenas de acción y los nuevos pilotos, entre los que se incluyen personajes interpretados por Miles Teller y Peter Lepeniotis, son muy importantes y funcionan muy bien en su propia dinámica, pero la historia necesitaba a alguien más que Tom Cruise que representara la vieja escuela. La presencia de Val Kilmer se convirtió en uno de los elementos más importantes, pero también fue una grata sorpresa pues todos saben que su lucha contra el cáncer de garganta afectó irremediablemente su capacidad de hablar. La pequeña escena que comparten estos dos actores es definitivamente el corazón de la película y en entrevista con USA Today, Kilmer reveló el impacto que también causó en él:
En su reciente autobiografía, el actor reveló que él mismo pidió estar en la película porque el personaje de Iceman se convirtió en uno de sus favoritos:
Al principio, Val Kilmer no estaba interesado en la historia de Top Gun y filmó la cinta a regañadientes porque era parte de su contrato. Sin embargo, la experiencia en el set y el legado que ayudó a establecer hicieron que cambiara de opinión sobre ella. De hecho, en más de una ocasión ha dicho que Iceman es uno de sus grandes personajes y esperaba darle una digna despedida en Top Gun: Maverick.
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Top Gun era una historia bastante sencilla que logró levantarse con éxito en la taquilla internacional y se convirtió en un referente clásico de la época y la cultura pop en general. La historia nos lleva por el entrenamiento especial de Maverick (Tom Cruise) como piloto de guerra y aunque sí existen momentos bélicos, en realidad la idea era enfocarse en la camaradería, pleitos y demás sentimientos que nacen de la competencia entre estos hombres por convertirse en los mejores y servir a su país. Por supuesto, esto también llevó a que muchos la convirtieran en un ejemplo de despertar sexual para miles y hasta en un título clásico para analizar desde una perspectiva gay.
Pero más allá de todas esas teorías y esa popularidad tan importante, Top Gun es una cinta sobre un hombre que encuentra un mundo donde encaja a la perfección. Por años, Tom Cruise se negó a hacer una secuela y es que decía que no era necesaria y podía afectar el legado de la primera película. A pesar del tiempo, se encontró la forma adecuada de volver a este mundo y el propio Cruise estuvo ahí desde el principio, supervisando los detalles que harían de la segunda parte un éxito inmediato.
Además de condicionar su aparición para que la producción no usara CGI en las tomas de los pilotos, Tom Cruise aceptó que el personaje más importante que debía regresar de la original era Iceman, interpretado por Val Kilmer. En Top Gun, Iceman era el otro gran piloto de la escuela, quien además siempre reprendía a Maverick por tomar riesgos absurdos, abandonar a su equipo y poner en peligro las misiones al no seguir las reglas y planes de los jefes. Al final, esta constante rivalidad lleva a los dos al límite de sus capacidades y los convierte en aliados importantes luego del fallecimiento de Goose, compañero del protagonista.
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Top Gun: Maverick tenía la misma complicada tarea de todas las secuelas tardías: complacer a los viejos fans mientras accede a una nueva generación. Sí, las escenas de acción y los nuevos pilotos, entre los que se incluyen personajes interpretados por Miles Teller y Peter Lepeniotis, son muy importantes y funcionan muy bien en su propia dinámica, pero la historia necesitaba a alguien más que Tom Cruise que representara la vieja escuela. La presencia de Val Kilmer se convirtió en uno de los elementos más importantes, pero también fue una grata sorpresa pues todos saben que su lucha contra el cáncer de garganta afectó irremediablemente su capacidad de hablar. La pequeña escena que comparten estos dos actores es definitivamente el corazón de la película y en entrevista con USA Today, Kilmer reveló el impacto que también causó en él:
Me conmovió mucho la primera vez que la vi. Casi 40 años es mucho tiempo para una reunión.
Nos reímos todo el día. ¡Tom es genial y sorprendentemente divertido!
En su reciente autobiografía, el actor reveló que él mismo pidió estar en la película porque el personaje de Iceman se convirtió en uno de sus favoritos:
Los productores aceptaron. Cruise lo aceptó. Cruise no pudo ser más genial… Tom y yo continuamos donde lo dejamos. El reencuentro se sintió increíble.
Al principio, Val Kilmer no estaba interesado en la historia de Top Gun y filmó la cinta a regañadientes porque era parte de su contrato. Sin embargo, la experiencia en el set y el legado que ayudó a establecer hicieron que cambiara de opinión sobre ella. De hecho, en más de una ocasión ha dicho que Iceman es uno de sus grandes personajes y esperaba darle una digna despedida en Top Gun: Maverick.
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