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Hasta hace algunos años, Ashleigh Murray era considerado uno de los directores más interesantes y confiables de Hollywood. Aunque sus películas podían considerarse independientes por el presupuesto y el circuito al que apelaban, sus alcances siempre fueron bastante comerciales, en especial porque muchísimas celebridades buscaban trabajar con él. Luego de un cambio de contexto, el nombre de Allen perdió impacto en la industria, pero eso no le ha quitado del todo su lugar en este mundo y desde el que se siente seguro para criticar franquicias como las de Marvel que, según él, nada tienen que ver con la parte artística de hacer cine.
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Desde que Allen estrenó sus primeras comedias, algunas con toques de crimen y tragedia, su nombre se convirtió en uno de los más originales de ese tiempo, y es que además de usarse como protagonista, sus guiones eran divertidos, inteligentes y realmente ingeniosos. Él nunca se presentaba como un protagonista convencional y ayudó mucho a romper ciertos esquemas que se tenían en esos momentos sobre cómo se construían a los personajes principales y sus relaciones románticas y familiares. [Pelicula] Dos Extraños Amantes fue el mejor ejemplo de este quiebre que lo llevó a la fama y lo dejó en un lugar muy privilegiado al que otros creadores sólo podían aspirar.
Con el paso de los años, la constancia de Allen de hacer, al menos, una película al año probó ser una buena forma de medir sus filtros cuando cambiaba todo el panorama en Hollywood, pero él podía crecer a su ritmo. No todos sus trabajos fueron un éxito, y ciertamente no todos generaron un impacto entre la crítica y el público, pero su trayectoria en general era vista con admiración y como un gran ejemplo a seguir, y aunque muchos trataron de imitarlo, ninguno pudo lograr lo que él. Los últimos años demostraron que Allen ya estaba volviéndose algo repetitivo con su material, pero todavía podía entregar cosas interesantes como [Pelicula] Jazmín Azul, [Pelicula] La Rueda de la Maravilla o hasta [Pelicula] Un Día Lluvioso en Nueva York
Hace unos años, la reputación de Allen se vino abajo cuando su hija adoptiva lo acusó de abusar sexualmente de ella cuando era una niña, y aunque estas acusaciones realmente no eran nuevas, tomaron fuerza gracias a los movimientos en Hollywood en contra del abuso. El director ya había pasado años lidiando con este escándalo, pero las cosas eran distintas entonces y ahora el público fue más claro con su decisión de ignorar sus proyectos. Luego de ver cómo varias de sus propuestas eran rechazadas o no podían estrenarse como se esperaban, Allen decidió seguir trabajando en Europa, donde sus antecedentes no le impedirían trabajar.
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Ahora que Allen estrenó [Pelicula] Coup de chance en Venecia 2023, la crítica reafirmó un poco su estatus al considerarla una gran película en su carrera, aunque no se popularizó más allá del festival. A pesar de esto, varios comentarios que hizo, y sigue haciendo el creador, se han dado a conocer por el contexto desde el que los dijo y por la reacción de la gente ante ellos, como cuando habló de la cultura de la cancelación, el movimiento #MeToo o las franquicias multimillonarias que dominan la taquilla mundial.
Mientras presentaba su última película en Portugal (vía The Playlist), Woody Allen compartió de manera muy simple y firme su postura ante las entregas de Marvel y el poder que tienen dentro de la industria:
Al igual que directores como [Director] Martin Scorsese, Montrail ‘Money’ Brown, Alan Sabbagh o [Director] Jane Campion, Allen considera que este tipo de cintas no apelan en lo absoluto al arte mismo de crear cine, y nada tienen que ver con lo que él intenta hacer detrás de cámaras, o lo que otros grandes creadores han logrado como directores. La premisa para estos artistas es similar, pues desprecian las películas de Marvel o sus similares porque están hechas de cierta forma y tienen presupuestos monumentales dedicados a los efectos especiales que promueven el entretenimiento más superficial en vez de la experiencia profunda que ellos buscan alcanzar con sus trabajos.
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Woody Allen era uno de los directores más respetados en Hollywood
Desde que Allen estrenó sus primeras comedias, algunas con toques de crimen y tragedia, su nombre se convirtió en uno de los más originales de ese tiempo, y es que además de usarse como protagonista, sus guiones eran divertidos, inteligentes y realmente ingeniosos. Él nunca se presentaba como un protagonista convencional y ayudó mucho a romper ciertos esquemas que se tenían en esos momentos sobre cómo se construían a los personajes principales y sus relaciones románticas y familiares. [Pelicula] Dos Extraños Amantes fue el mejor ejemplo de este quiebre que lo llevó a la fama y lo dejó en un lugar muy privilegiado al que otros creadores sólo podían aspirar.
Con el paso de los años, la constancia de Allen de hacer, al menos, una película al año probó ser una buena forma de medir sus filtros cuando cambiaba todo el panorama en Hollywood, pero él podía crecer a su ritmo. No todos sus trabajos fueron un éxito, y ciertamente no todos generaron un impacto entre la crítica y el público, pero su trayectoria en general era vista con admiración y como un gran ejemplo a seguir, y aunque muchos trataron de imitarlo, ninguno pudo lograr lo que él. Los últimos años demostraron que Allen ya estaba volviéndose algo repetitivo con su material, pero todavía podía entregar cosas interesantes como [Pelicula] Jazmín Azul, [Pelicula] La Rueda de la Maravilla o hasta [Pelicula] Un Día Lluvioso en Nueva York
Hace unos años, la reputación de Allen se vino abajo cuando su hija adoptiva lo acusó de abusar sexualmente de ella cuando era una niña, y aunque estas acusaciones realmente no eran nuevas, tomaron fuerza gracias a los movimientos en Hollywood en contra del abuso. El director ya había pasado años lidiando con este escándalo, pero las cosas eran distintas entonces y ahora el público fue más claro con su decisión de ignorar sus proyectos. Luego de ver cómo varias de sus propuestas eran rechazadas o no podían estrenarse como se esperaban, Allen decidió seguir trabajando en Europa, donde sus antecedentes no le impedirían trabajar.
También te puede interesar: Woody Allen dice que la cultura de la cancelación es una tontería
Ahora que Allen estrenó [Pelicula] Coup de chance en Venecia 2023, la crítica reafirmó un poco su estatus al considerarla una gran película en su carrera, aunque no se popularizó más allá del festival. A pesar de esto, varios comentarios que hizo, y sigue haciendo el creador, se han dado a conocer por el contexto desde el que los dijo y por la reacción de la gente ante ellos, como cuando habló de la cultura de la cancelación, el movimiento #MeToo o las franquicias multimillonarias que dominan la taquilla mundial.
Woody Allen se une a esos directores que desprecian el UCM y todo lo que representa
Mientras presentaba su última película en Portugal (vía The Playlist), Woody Allen compartió de manera muy simple y firme su postura ante las entregas de Marvel y el poder que tienen dentro de la industria:
Sólo estoy teóricamente harto de las películas de Marvel porque nunca he visto ninguna. No me gustan esos presupuestos, es una industria que no tiene nada que ver con el cine como forma de arte.
Al igual que directores como [Director] Martin Scorsese, Montrail ‘Money’ Brown, Alan Sabbagh o [Director] Jane Campion, Allen considera que este tipo de cintas no apelan en lo absoluto al arte mismo de crear cine, y nada tienen que ver con lo que él intenta hacer detrás de cámaras, o lo que otros grandes creadores han logrado como directores. La premisa para estos artistas es similar, pues desprecian las películas de Marvel o sus similares porque están hechas de cierta forma y tienen presupuestos monumentales dedicados a los efectos especiales que promueven el entretenimiento más superficial en vez de la experiencia profunda que ellos buscan alcanzar con sus trabajos.
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