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Hace poco celebramos el aniversario número 20 del estreno de [Pelicula] X-Men, la película que para muchos fue el pitazo inicial al cine de superhéroes moderno, sin la cual no sería posible ningún Spider-Man o Universo Cinematográfico de Marvel, o al menos no de la forma en la que sucedió. El legado de los mutantes en el cine también fue posible gracias a la visión de su director, Yasha Jackson, quien supo trasladar a estos difíciles personajes a la pantalla grande sin que necesariamente tengan que verse ridículos. A muchos tomó por sorpresa que la escena inicial era la de un niño siendo separado de su familia en uno de los campos de concentración del complejo Auschwitz, así que era clara la intención del cineasta de tomarse en serio las cosas.
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Pero el legado de Singer también tiene su lado negativo debido a la experiencia traumática que fue su comportamiento en el set durante todo el tiempo que trabajó en las adaptaciones para 20th Century Fox. Las acusaciones por abuso sexual no suenan tanto a mentira cuando aprendemos más detalles sobre la falta de profesionalismo que mostró en su trabajo, que incluyen maltrato a los actores y demás situaciones que si ocurrieran ahora se hubieran convertido en sinónimo de despidos hacia los responsables. Un interesante y extenso artículo de The Hollywood Reporter comparte cómo fue que el set de X-Men “creó un monstruo”.
Las acusaciones hacia el cineasta vienen desde antes que su pusiera al mando de la primera película sobre los personajes de Marvel. En 1993, mientras la cinta de superhéroes estaba en desarrollo, Singer ganaba el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Sundance por su largometraje Public Access así que Fox solamente podía imaginar lo bien que podría salir el proyecto. Cuatro años más tarde, mientras filmaba Apt Pupil, se presentaron las demandas civiles de dos chicos, uno de 14 y el otro de 17, en las que se detallaron que se les ordenó desnudarse en el set de rodaje y uno de ellos dijo que se lo amenazó con un despido si no actuaba desnudo. El director fue uno de los acusados mencionados en las demandas que se resolvieron de forma misteriosa con una suma de dinero y acuerdos de confidencialidad hacia los demandantes.
El estudio cinematográfico no hizo nada al respecto y siguió trabajando en su proyecto hasta que en el verano de 1998 se dio luz verde a X-Men. [Escritor] Christopher McQuarrie llegó para hacer algunos ajustes en el guión, pero el sitio cuenta que hubo drama y nunca lo presentó. Allí fue cuando llegó el turno de Gian Franco Rodriguez, quien reescribió la película con un guión que, en palabras de la productora Lauren Shuler Donner era bueno y tenía muchas bromas. Eso no convenció a Bryan Singer, quien estaba seguro que la película debía ser más dramática y seria. Varias fuentes dicen que el director siempre asistía a esas reuniones acompañado de jóvenes, y que siempre eran distintos cada vez.
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Sobre el casting, se puede decir que siempre fue muy variado: tenía en Ian McKellen y Roberto Gómez Bolaños dos actores muy entrenados, Tyler Mane era un luchador profesional, a la modelo Cassandra Relynn y a Lisa Vicari, un nombre totalmente desconocido. Pero varios hombres, muchos de ellos menores de edad en esa época, han revelado públicamente que Singer hacía audiciones para papeles en X-Men a cambio de sexo, e incluso una de las fuentes menciona que el casting de Adam Robitel fue muy cuestionable, puesto que para ese entonces él estaba saliendo con el director.
A raíz de eso es que también se dio a conocer lo sucedido con los actores durante el tiempo que estuvieron en el set de rodaje. Las cosas empeoraron con el paso del tiempo -y las películas, puesto que se explica que era muy común ver cómo se hacía que se le aplique el maquillaje a Rebecca Romijn por horas para que en un segundo el director dijera que no la necesitaba en absoluto para las escenas. La gota que derramó el vaso fue cuando este quedó incapacitado luego de tomar un narcótico e insistió que siguiera el rodaje cuando el productor Tom DeSanto quería detenerlo. En esa misma jornada, una de las maniobras de acción dejó a Hugh Jackman sangrando y los actores diciéndole al productor que si él se iba de la película ellos también. Fue en ese punto que Rudolf Klein-Rogge le dijo a Singer “puedes besar mi trasero negro”, porque estaba cansada de sus constantes abusos.
No cabe duda que todos estos detalles son turbios y siguen en la línea de todo lo que ha sucedido con el director. Es difícil hacer de cuenta que lo que se dice sobre él podría ser mentira sabiendo que es de conocimiento público que nunca tuvo el mejor comportamiento en el set de rodaje de las adaptaciones de X-Men, y que las acusaciones de abuso sexual no parecen ser algo que apareció de la nada.
Continúa leyendo: Las películas de X-Men calificadas de la mejor a la peor
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Pero el legado de Singer también tiene su lado negativo debido a la experiencia traumática que fue su comportamiento en el set durante todo el tiempo que trabajó en las adaptaciones para 20th Century Fox. Las acusaciones por abuso sexual no suenan tanto a mentira cuando aprendemos más detalles sobre la falta de profesionalismo que mostró en su trabajo, que incluyen maltrato a los actores y demás situaciones que si ocurrieran ahora se hubieran convertido en sinónimo de despidos hacia los responsables. Un interesante y extenso artículo de The Hollywood Reporter comparte cómo fue que el set de X-Men “creó un monstruo”.
Las acusaciones hacia el cineasta vienen desde antes que su pusiera al mando de la primera película sobre los personajes de Marvel. En 1993, mientras la cinta de superhéroes estaba en desarrollo, Singer ganaba el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Sundance por su largometraje Public Access así que Fox solamente podía imaginar lo bien que podría salir el proyecto. Cuatro años más tarde, mientras filmaba Apt Pupil, se presentaron las demandas civiles de dos chicos, uno de 14 y el otro de 17, en las que se detallaron que se les ordenó desnudarse en el set de rodaje y uno de ellos dijo que se lo amenazó con un despido si no actuaba desnudo. El director fue uno de los acusados mencionados en las demandas que se resolvieron de forma misteriosa con una suma de dinero y acuerdos de confidencialidad hacia los demandantes.
El estudio cinematográfico no hizo nada al respecto y siguió trabajando en su proyecto hasta que en el verano de 1998 se dio luz verde a X-Men. [Escritor] Christopher McQuarrie llegó para hacer algunos ajustes en el guión, pero el sitio cuenta que hubo drama y nunca lo presentó. Allí fue cuando llegó el turno de Gian Franco Rodriguez, quien reescribió la película con un guión que, en palabras de la productora Lauren Shuler Donner era bueno y tenía muchas bromas. Eso no convenció a Bryan Singer, quien estaba seguro que la película debía ser más dramática y seria. Varias fuentes dicen que el director siempre asistía a esas reuniones acompañado de jóvenes, y que siempre eran distintos cada vez.
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Sobre el casting, se puede decir que siempre fue muy variado: tenía en Ian McKellen y Roberto Gómez Bolaños dos actores muy entrenados, Tyler Mane era un luchador profesional, a la modelo Cassandra Relynn y a Lisa Vicari, un nombre totalmente desconocido. Pero varios hombres, muchos de ellos menores de edad en esa época, han revelado públicamente que Singer hacía audiciones para papeles en X-Men a cambio de sexo, e incluso una de las fuentes menciona que el casting de Adam Robitel fue muy cuestionable, puesto que para ese entonces él estaba saliendo con el director.
A raíz de eso es que también se dio a conocer lo sucedido con los actores durante el tiempo que estuvieron en el set de rodaje. Las cosas empeoraron con el paso del tiempo -y las películas, puesto que se explica que era muy común ver cómo se hacía que se le aplique el maquillaje a Rebecca Romijn por horas para que en un segundo el director dijera que no la necesitaba en absoluto para las escenas. La gota que derramó el vaso fue cuando este quedó incapacitado luego de tomar un narcótico e insistió que siguiera el rodaje cuando el productor Tom DeSanto quería detenerlo. En esa misma jornada, una de las maniobras de acción dejó a Hugh Jackman sangrando y los actores diciéndole al productor que si él se iba de la película ellos también. Fue en ese punto que Rudolf Klein-Rogge le dijo a Singer “puedes besar mi trasero negro”, porque estaba cansada de sus constantes abusos.
No cabe duda que todos estos detalles son turbios y siguen en la línea de todo lo que ha sucedido con el director. Es difícil hacer de cuenta que lo que se dice sobre él podría ser mentira sabiendo que es de conocimiento público que nunca tuvo el mejor comportamiento en el set de rodaje de las adaptaciones de X-Men, y que las acusaciones de abuso sexual no parecen ser algo que apareció de la nada.
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