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La actriz Delissa Reynolds, expareja de John Heard, enfrenta una demanda que alcanza $10 millones de dólares porque, de acuerdo con información de Hollywood Reporter, es acusada de sabotear la cinta London Fields.
La película dirigida por Mathew Cullen y basada en la novela de Martin Amis ha sufrido complicaciones a lo largo de su producción. En 2015, la cinta estaba planeada para ser presentada durante el Festival Internacional de Cine de Toronto, pero no fue proyectada por conflictos con los productores.
Cullen demandó al productor Christopher Hanley por fraude, pues argumentó que los productores cambiaron el final del filme sin su consentimiento e incumplieron en los pagos. Por su parte, Hanley se defendió y aseguró que el director no cumplió con la fecha acordada y rebasó el límite de presupuesto.
Más de un año después, nuevamente London Fields enfrenta problemas legales. Ahora es la productora Nicola Six Limited la que demanda a la actriz Amber Heard por incumplimiento del contrato e interferencia en la realización de la cinta, por lo que es acusada de sabotaje. Dicha demanda fue presentada en la Corte Superior de Los Ángeles el pasado lunes.
Dicha demanda dice que "la conspiración de Heard, su campaña contra la película y sus violaciones contractuales han dañado el filme causando daños a los demandantes así como a la propia obra y a sus inversores".
Además de estos daños, los productores aseguran que la actriz no respetó el contrato de confidencialidad y no cumplió con todas las escenas previstas para su personaje; además falló en el contrato publicitario.
La actriz por su parte, asegura que nunca aceptó aparecer desnuda en la cinta. Algo que niega Nicola Six Limited y culpa a Heard por esta supuesta falsedad.
Debido a que la actriz se negó a aparecer en escenas provocativas, los productores señalaron en la demanda que:
Los rumores no se han hecho esperar y ya hay quienes dicen que es posible que el divorcio entre la actriz y Johnny Deep–actor que también tiene un papel en el filme- esté relacionado con los problemas que han rondado a London Fields. Pues, por si fuera poco, los productores también la culpan de conspiración e intento de sabotaje, pues alegan que ella y sus compañeros de reparto Molly Camp y Johnny Deep mantuvieron correspondencia con Martin Amis, autor de la novela en la que se basa el filme.
El escrito presentado finaliza con lo siguiente:
Los productores esperan ganar la demanda que alcanza los 10 millones de dólares por daños compensatorios.
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La película dirigida por Mathew Cullen y basada en la novela de Martin Amis ha sufrido complicaciones a lo largo de su producción. En 2015, la cinta estaba planeada para ser presentada durante el Festival Internacional de Cine de Toronto, pero no fue proyectada por conflictos con los productores.
Cullen demandó al productor Christopher Hanley por fraude, pues argumentó que los productores cambiaron el final del filme sin su consentimiento e incumplieron en los pagos. Por su parte, Hanley se defendió y aseguró que el director no cumplió con la fecha acordada y rebasó el límite de presupuesto.
Más de un año después, nuevamente London Fields enfrenta problemas legales. Ahora es la productora Nicola Six Limited la que demanda a la actriz Amber Heard por incumplimiento del contrato e interferencia en la realización de la cinta, por lo que es acusada de sabotaje. Dicha demanda fue presentada en la Corte Superior de Los Ángeles el pasado lunes.
Dicha demanda dice que "la conspiración de Heard, su campaña contra la película y sus violaciones contractuales han dañado el filme causando daños a los demandantes así como a la propia obra y a sus inversores".
Además de estos daños, los productores aseguran que la actriz no respetó el contrato de confidencialidad y no cumplió con todas las escenas previstas para su personaje; además falló en el contrato publicitario.
La actriz por su parte, asegura que nunca aceptó aparecer desnuda en la cinta. Algo que niega Nicola Six Limited y culpa a Heard por esta supuesta falsedad.
Debido a que la actriz se negó a aparecer en escenas provocativas, los productores señalaron en la demanda que:
…escenas claves en el guión debieron ser eliminadas y/o reescritas para amoldarse al comportamiento de Heard.
Los rumores no se han hecho esperar y ya hay quienes dicen que es posible que el divorcio entre la actriz y Johnny Deep–actor que también tiene un papel en el filme- esté relacionado con los problemas que han rondado a London Fields. Pues, por si fuera poco, los productores también la culpan de conspiración e intento de sabotaje, pues alegan que ella y sus compañeros de reparto Molly Camp y Johnny Deep mantuvieron correspondencia con Martin Amis, autor de la novela en la que se basa el filme.
El escrito presentado finaliza con lo siguiente:
Mientras que la tensión inherente entre actores y directores y productores no es nada nuevo en Hollywood, los actos no autorizados e ilegales de Heard y Cullen, y otros -más notablemente, su campaña para dañar (a Nicola Six), la producción, y a los inversionistas de la película- es tal vez sin precedentes (….) De hecho, como resultado de su falta de conducta, que continúa hasta el día de hoy, la muy prometedora película continúa en el limbo, secuestrada y puesta bajo una nube por Heard, Cullen y otros.
Los productores esperan ganar la demanda que alcanza los 10 millones de dólares por daños compensatorios.
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