Febrero es un mes donde le mundo del cine se deleita en sus distintos puntos neurálgicos. Antes de la fiebre de Hollywood que acaece con los premios Óscar, Berlín se engalana durante 10 días para dar paso a celebridades cuyo desempeño en el séptimo arte resulte prometedor para el año que comienza y digno de plaza en cuanto a la producción del año pasado –fatídico, desolador y lleno de caídas de todo tipo–. Y para Latinoamérica –que este año está de vuelta en la competición oficial del festival de cine de Berlín–, parece ser que inicia como un año harto prometedor.
Este jueves 9 de febrero de 2017 –a partir del cual Tomatazos presentará un monitoreo diario del evento–, presenciaremos el desarrollo de este festival, con un enfoque muy particular que ha buscado replicarse en otras partes del mundo desde su inicio en 1951. La emisión de 2017 parece volcarse en películas biográficas y causas políticas —algo que no extraña de la producción acaecida en 2016. El programa de la Berlinale está integrada por más de 400 producciones, de las cuales sólo 18 optarán al Oso de Oro, que será atribuido el 18 de febrero.
El jurado del icónico premio de la Berlinale estará presidido por el director holandés Paul Verhoeven (RoboCop: El Defensor del Futuro - 
88%, Elle: Abuso y Seducción - 90%), y tendrá entre sus miembros al director y actor mexicano Diego Luna (Frida - 76%, La Terminal - 61% y Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85%).
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El drama Una mujer fantástica, del chileno Sebastián Lelio, competirá por el Oso de Oro, cuatro años después de que Paulina García, protagonista de su filme Gloria - 99%, se llevara el galardón a la mejor actriz. El director brasileño Marcelo Gomes también aspira al máximo premio por Joaquim, ambientado en el siglo XVIII en el Brasil de la Colonia. En la selección oficial pero fuera de competición se estrenará El Bar, del español Álex de la Iglesia (El Día de la Bestia - 80%, La chispa de la vida).
El festival lo abrirá el jueves Django, del francés Etienne Colmar, que retrata a la leyenda del jazz gitano Django Reinhardt durante el calvario que vivió cuando fue perseguido junto a su familia por los nazis —drama delicado que, imaginamos, podría driblar entre el peso histórico del episodio y la vida sensible del artista. Por su parte, Maudie reconstruye los últimos años de la pintora canadiense Maud Lewis, víctima de una enfermedad grave. El documental Beuys explora la controvertida vida de Joseph Beuys, uno de los principales artistas de la Alemania de posguerra.
Más contemporáneo y político, el documental The Trial: The State of Russia vs Oleg Sentsov relata el juicio de este director ucraniano y militante contra la anexión rusa de Crimea que purga una pena de 20 años de cárcel por “terrorismo”. Pero claro, esto ya lo suponíamos, pues la Berlinale es un festival de cepa militante. Por lo que sí, se espera que directores y estrellas de la gran pantalla aprovechen la ocasión para lanzar mensajes sobre el auge del populismo en Occidente o la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca o cosas por el estilo de singular prosapia reaccionaria o, quizá, por mera disyuntiva. Últimamente, hasta las protestas y diretes pierden peso ante la frivolidad que las envuelve.
El director del festival, Dieter Kosslick, subrayó que el programa de la Berlinale es una “especie de acto de protesta” frente al estado actual del mundo:
Es un programa que dice ‘sí a la vida’ y de artistas que describen vidas diarias sacudidas por apocalipsis pero en las que siempre hay una puerta de salida.
Un tema que debería tocarse entonces, antes de pasar a vilipendiar al ya resabido –y esmerado en dar pie a crítica– Donald Trump, es el de la crisis migratoria en Europa, que se mantiene vigente desde la Berlinale de 2016. Incluso se atribuyó el Oso de Oro al documental Fuego en el mar - 93%, sobre los refugiados que llegan a la isla italiana de Lampedusa.
Tampoco es como si este tema fuera un ausente del evento. En esta emisión, El otro lado de la esperanza, del finlandés Aki Kaurismäki, sobre la trayectoria errática de un refugiado sirio en Helsinki. No faltarán las proyecciones para refugiados, recaudación de fondos y talleres educativos. Superproducciones Al margen de las temáticas políticas y sociales, el festival dará cabida a películas dirigidas al gran público como Trainspotting 2: La Vida en el Abismo - 79%, la secuela del famoso filme de los años 1990 dirigido por el británico Danny Boyle; así como Logan, tercera entrega de las aventuras del superhéroe Wolverine, próximo a abandonar su actual faceta (y probablemente a punto de desaparecer), con Hugh Jackman, Patrick Stewart y Richard E. Grant.
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