El pasado 12 de abril falleció en la ciudad de Tokio, a los 85 años, el director y video artista japonés Toshio Matsumoto, una de las figuras clave en el cine experimental no sólo de la escena japonesa sino del panorama fílmico mundial. Matsumoto poseía una sensibilidad y un ojo para la composición de los que pocos realizadores pueden presumir.
Matsumoto nació en Nagoya en 1932, estudió medicina porque los trastornos de la mente llamaban su atención en particular, lo cual eventualmente se reflejó en su obra. Sin embargo, su contacto con el cine experimental de los 20 y el neorrealismo italiano dejaron una fuerte impresión en él. En el video arte, Matsumoto encontró un lugar donde expresar sus inquietudes respecto a la mente humana y también fue profesor en la Universidad de las Artes de Kyoto.
Lee también: El director de Estación Zombie comenzará a filmar su nueva cinta
El cuerpo de trabajo de Matsumoto se desarrolló principalmente en el área del corto experimental, sin embargo, eventualmente llegaron los largometrajes. Con Funeral Parade of Roses, el realizador exploró la escena gay japonesa de una forma que no se había visto en aquel entonces. Era 1969, John Waters apenas comenzaba a realizar sus primeros trabajos en su natal Baltimore. Matsumoto tomó el mito de Edipo y lo desarrolló con su particular visión. Funeral Parade of Roses es protagonizada por “Peter”, un actor que tomó su nombre artístico de Peter Pan y que incluso trabajó con Akira Kurosawa en Ran - 95%. Una escena clave en “Funeral”, donde los actores rompen la cuarta pared y hablan cándidamente hacia la cámara, fue claramente reproducida en el largometraje mexicano Güeros - 94%. Incluso la misma La Naranja Mecánica - 89% de Kubrick tuvo un dejo de influencia de "Funeral".
En 1971 Matsumoto realizó Shura, otra cinta en blanco y negro basada en una obra de teatro. Se trata de un análisis sobre ética y moral donde un ronin debe tomar decisiones que cambiarán el resto de su vida. Para este momento la técnica del realizador se había pulido con creces y su única cinta jidaigeki (género dramático de historias desarrolladas en el Japón feudal) se convirtió en su obra cumbre.
Su último largometraje fue Dogura Magura, realizado en 1988. A pesar de su breve trabajo, su legado es incalculable. Matsumoto es uno de los realizadores más importantes del cine japonés de hoy y siempre; con el recién fallecido Seijun Suzuki fue parte de una generación de auténticos transgresores y vanguardistas. Descanse en paz.
Comentarios
Tomatazos
Facebook
Mejores
Nuevos