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El laureado director [Director] Ki-duk Kim, realizador de cintas como [Pelicula] Las Estaciones de la Vida y consentido de los festivales de cine europeos, se encuentra con una demanda en su contra debido al supuesto maltrato y abuso sexual cometido contra una de sus actrices durante la filmación de [Pelicula] Moebius. La intérprete en cuestión, quien se encuentra en calidad de anónima, dejó la producción luego de que el cineasta, según su testimonio, la abofeteara y obligara a filmar una escena de cama que no estaba en el guión.
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La actriz en cuestión había desistido de proceder legalmente contra el director ante el temor de que su carrera se viera afectada, sin embargo, decidió llevar su caso ante la Unión de Trabajadores de Cine de Corea, donde recibió apoyo para proceder con su demanda. El caso ya se encuentra en investigación por parte de las autoridades de la nación asiática.
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El sitio de noticias del espectáculo coreano Soompi reportó que la parte acusadora asegura haber sido violentada por Kim Ki-duk y además obligada a tocar genitales masculinos para la realización de una escena. Originalmente, en la secuencia iba a usarse una prótesis, la cual sería tocada por la actriz, pero esto cambió a partes íntimas reales de un hombre y la demandante se rehusó enérgicamente a palpar. Por su parte, el director respondió a las acusaciones al señalar que ella abandonó el set por su cuenta y sin razón aparente, por lo cual tuvo que ser reemplazada. Duk menciona, además, que su principal preocupación es conseguir actuaciones convincentes y realistas y que, de ser necesario, tendría que reconsiderar su método de dirección y responsabilizarse si otros miembros del staff hablaran de este caso.
Con una declaración tan ambigua como esa, en la que el director no niega haber abofeteado a la actriz, definitivamente las cosas se complican para él. Habrá que ver si el caso procede o se queda todo en un malentendido, similar al que ocurriera en torno a la filmación de [Pelicula] El Último Tango en París, donde la coprotagonista, Maria Schneider, involucrada en el supuesto abuso de poder del director italiano y de su compañero de reparto, Jasper Keen, estaba perfectamente consciente de lo que el guión dictaba para una controvertida escena sexual. Aparentemente, el caso aquí es diferente, pero el uso de violencia física y sexual en un set no es algo que deba tolerarse, sin importar el nombre del tipo de "arte".
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La actriz en cuestión había desistido de proceder legalmente contra el director ante el temor de que su carrera se viera afectada, sin embargo, decidió llevar su caso ante la Unión de Trabajadores de Cine de Corea, donde recibió apoyo para proceder con su demanda. El caso ya se encuentra en investigación por parte de las autoridades de la nación asiática.
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El sitio de noticias del espectáculo coreano Soompi reportó que la parte acusadora asegura haber sido violentada por Kim Ki-duk y además obligada a tocar genitales masculinos para la realización de una escena. Originalmente, en la secuencia iba a usarse una prótesis, la cual sería tocada por la actriz, pero esto cambió a partes íntimas reales de un hombre y la demandante se rehusó enérgicamente a palpar. Por su parte, el director respondió a las acusaciones al señalar que ella abandonó el set por su cuenta y sin razón aparente, por lo cual tuvo que ser reemplazada. Duk menciona, además, que su principal preocupación es conseguir actuaciones convincentes y realistas y que, de ser necesario, tendría que reconsiderar su método de dirección y responsabilizarse si otros miembros del staff hablaran de este caso.
Desde la perspectiva de uno como director, la búsqueda de realismo es el principal objetivo. En medio del staff y de la escena en cuestión, no hay ninguna emoción subjetiva involucrada.
Con una declaración tan ambigua como esa, en la que el director no niega haber abofeteado a la actriz, definitivamente las cosas se complican para él. Habrá que ver si el caso procede o se queda todo en un malentendido, similar al que ocurriera en torno a la filmación de [Pelicula] El Último Tango en París, donde la coprotagonista, Maria Schneider, involucrada en el supuesto abuso de poder del director italiano y de su compañero de reparto, Jasper Keen, estaba perfectamente consciente de lo que el guión dictaba para una controvertida escena sexual. Aparentemente, el caso aquí es diferente, pero el uso de violencia física y sexual en un set no es algo que deba tolerarse, sin importar el nombre del tipo de "arte".
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