The Walking Dead tuvo los peores ratings de toda su historia

En 2010 se estrenó The Walking Dead - 81% y de inmediato se convirtió en una de las series más comentadas y populares. Así como Game of Thrones - 98% o Breaking Bad - 100%, el proyecto protagonizado por Andrew Lincoln provocó una gran ola de debates, teorías y especulaciones. En su momento también fue considerada realmente arriesgada y demostraba que los personajes principales no necesariamente estaban a salvo. Lo más interesante fue el desarrollo de este mundo post apocalíptico, pues los zombies son más una excusa para poner a prueba la humanidad y moral de los sobrevivientes, en vez de limitarse a ser un peligro latente del género.

El problema es que, con el paso de los años y diferencia de otras series, The Walking Dead no ha evolucionado mucho y las trampas y villanos son tan similares que no constituyen un elemento de interés para la audiencia. Después de pérdidas importantes en su elenco y de grandes posibilidades para la historia, la serie ha visto disminuido su rating con cada nueva temporada y la octava ha sido la peor hasta ahora.

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Muchos creen que el despido de Frank Darabont durante la segunda temporada afectó negativamente el desarrollo de la historia, pues los planes tuvieron que cambiar sin previo aviso, y no es que la serie siga al pie de la letra el cómic en el que está basada. Como sea, los personajes y los problemas a los que se enfrentan son cada vez más repetitivos y ni la aparición de Negan (Jeffrey Dean Morgan) logró solucionar las cosas.

Según Collider, The Walking Dead tiene el rating más bajo de su historia, pues el reciente episodio, que debía atraer a más seguidores por la importancia de la despedida de Carl (Chandler Riggs), obtuvo 2.9 de rating de entre 18 y 49 años de edad. Aunque el capítulo se promocionó muchísimo para llamar la atención y hasta prometió aclarar algunas dudas que se tenían sobre la temporada, sólo llegó a los 6.8 millones de espectadores. El último episodio en tener números similares fue “Better Angels” de la segunda temporada que reunió 6.89 millones de televidentes, y eso porque se trató de un momento de transición en el que muchos fans no estaban seguros de si seguirían viendo o no la serie.

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En general, y a pesar de los tropiezos, The Walking Dead iba en aumento. Hasta la quinta temporada, sus ratings iban subiendo y se estabilizaron, lo que es normal en un proyecto que lleva varios años. Sin embargo, el estreno de la sexta temporada no impresionó a nadie y la recepción no fue la esperada. Los episodios siguientes fallaron de nuevo y la dichosa recuperación que el personaje de Negan iba a conceder a la serie nunca llegó. Hubo un tiempo en que las redes sociales y las noticias de televisión versaban sólo sobre The Walking Dead, pero ahora parece que la mayoría de los leales fans sólo la siguen viendo, entre la frustración y el compromiso, para saber cómo acaba y no porque sientan la misma emoción de antes.

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