Disney despide a Disney por animaciones extremadamente racistas

En un movimiento inesperado y sorprendente, Disney despide a Disney después de que viejas animaciones extremadamente racistas salieran a la luz. Las redes sociales mostraron su indignación esta semana por el contenido de entre 1930 a 1940 cuyo mensaje ofende a la moral y fomenta la violencia racial. Por si fuera poco las producciones de este ámbito, aunque de forma más moderada, continuaron incluso hasta entrada la década de 1990.

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Disney actuó rápido, eliminando de sus registros todas las imágenes y filmes relacionados al escándalo. Sin embargo el daño ya estaba hecho y numerosos fragmentos de este material ya se habían viralizado, pero el intento fallido de Disney por desaparecer la evidencia dejó de manifiesto para la opinión del público que incluso podrían haber peores contenidos.

Dentro de las animaciones que circulan por Internet, sobresale el corto animado de 1933, Mickey’s Mellerdrammer, en donde el icónico ratón de la compañía se tiñe el rostro de negro, al mero estilo de Al Jonson, para interpretar a una persona de raza negra en una adaptación teatral de La Cabaña del Tío Tom.

Más tarde, se hizo pública la animación de 1943 Der Fuehrer's Face , en donde el Pato Donald es un ciudadano alemán durante el régimen Nazi. Aunque el final de la cinta contiene un giro hacia una actitud ultra patriótica estadounidense que raya en lo grotesco, el filme expresa imágenes de verdadera admiración por las ideas de Adolph Hitler. La producción del corto respondió a una acusación contra el entonces CEO de la compañía, Walter Disney, sobre una presunta afinidad por el líder de extrema derecha. A Walter Disney usted lo recordará por películas pseudo biográficas como Walt, el soñador o El sueño de Walt - 78%, esta segunda donde Tom Hanks dio vida al hombre de negocios.

La animación de Donald tuvo reconocimientos durante los años de guerra, para después entrar en una fase de censura hasta 2004 cuando se liberó para su distribución en video casero.

En su libro Para leer al Pato Donald el autor chileno Ariel Dorfman ya había puesto el dedo sobre el renglón, señalando el constante racismo de la compañía, sobre todo en sus historietas (cuando Dorfman escribió su libro todavía no existía la serie animada) de Pato Aventuras, en la cual, los personajes recorren el mundo encontrándose con versiones estereotipadas y racistas de los extranjeros, caníbales salvajes en el Congo, árabes mañosos en Egipto, ratones panzones y flojos en México.

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Estas muestras de racismo también inundaron sus largometrajes, como La Dama y el Vagabundo - 89%, en donde un par de dientonas gatas siamesas, se vuelven la pesadilla de la perruna protagonista. Las gatas hablan un inglés entrecortado y cantan una canción altamente ofensiva "Shanghai, Hong Kong, egg foo young / La galleta de la fortuna siempre se equivoca.”

Cuando la tormenta fue incontrolable, la compañía realizó finalmente una declaración:

Esta clase de racismo no tiene lugar en el Disney de hoy. De manera inmediata Disney termina su relación con Disney para deslindarse de cualquier atrocidad realizada en su pasado

Los entusiastas detractores de la compañía festejaron la salida de la compañía de la compañía, presentando el siguiente mensaje a través de un comunicado (vía Tim Colwill):

Pasó décadas haciendo creer a las masas que los ratones eran ficción, cuando en realidad eran aterradoras ratas que crecen en nuestras alcantarillas engordadas por las hormonas homosexuales que proveen en las escuelas trans.

¡Agur! Bien por Disney al demostrar congruencia con sus principios y tomar una resolución tan rápida de cortar toda relación con la inefable Disney, que porta un pasado tan oscuro.

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