Crepúsculo: a 10 años de su estreno quieren reivindicar la primera película por su diversidad y feminismo

En 2008 se estrenó Crepúsculo - 48%, la cinta de basada en el libro juvenil del mismo nombre escrito por Stephenie Meyer . La adaptación fue dirigida por Catherine Hardwicke, y tanto en su momento como al día de hoy no es bien vista por la crítica especializada; sin embargo un artículo de Refinery29 asegura que la película se ha convertido en lo que es debido a que en esos años eran hombres blancos los que se encargaban de juzgar y dar el veredicto sobre el cine, pero la autora del texto defiende que Crepúsculo es más que romance adolescente.

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Crepúsculo es la historia de Bella Swan, una adolescente que se muda de Phoenix al pequeño pueblo de Forks para vivir con su padre, quien está divorciado de su madre. Forks es sombrío, su clima lluvioso y la espesa neblina impiden que los rayos del sol lo iluminen con totalidad. En su nueva preparatoria Bella conocerá a Edward Cullen, un atractivo y misterioso joven del cual se enamora perdidamente; pronto Bella descubre que Edward es un vampiro, dando inicio a un complicado romance en el cual él anhela beber su sangre pero al mismo tiempo la ama.

Las críticas hacia Crepúsculo en 2008 fueron escritas en su mayoría por hombres que la acusaron de ser la película ideal para niñas y adolescentes, sus hormonas disparatadas y sus abuelas. Desde entonces el filme ha sido visto como una burla, y a menudo se hacen chistes sobre sobre vampiros con piel brillante y triángulos amorosos entre lobos.

La autora del artículo asegura que diez años después de su estreno Crepúsculo se mantiene como una representación poderosa y oscura del menospreciado deseo femenino adolescente. Crepúsculo no solo se encargó de reivindicar los placeres ocultos de las mujeres, también fue la pionera que dio paso a las películas protagonizadas por mujeres jóvenes (Los Juegos del Hambre - 84%, Cazadores de Sombras y Divergente - 41%). Su directora piensa que de haber sabido que Crepúsculo se convertiría en un éxito, el estudio no la hubiera contratado, porque en esos años las grandes productoras no contrataban mujeres para proyectos importantes, algo diferente a la actualidad. Pese a todo, Hardwicke se quedó a cargo del proyecto y trajo consigo decisiones que tomaban en cuenta a la diversidad y al feminismo.

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Anne Cohen, la autora del artículo señala:

La película es sorprendemente diversa. Hardwicke seleccionó al actor keniano-estadounidense Edi Gathegi como el vampiro villano Laurent, mientras que Justin Chon y Christian Marie Serratos, quienes interpretan a los amigos de Bella, Eric y Angela, son estadounidenses de ascendencia coreana e italo-mexicana, respectivamente. La directora también insistió en que la mayoría de los actores nativos americanos fueran escogidos como la mayoría de los miembros de la tribu Quileute.

Hardwicke también intentó contratar a una actriz de ascendencia japonesa para el rol de Alice Cullen, pero Meyer insistió en que la familia de vampiros debía estar integrada por personas de piel blanca y rubia (con excepción del cabello oscuro de Alice).

Cohen también comenta:

Comparado con el resto de la saga, Crepúsculo es peculiar. Es extrañamente silenciosa, y visualmente vibrante, llena de exuberantes bosques húmedos y verdes. Las escenas dramáticas con Bella leyendo sobre vampiros se cortan con sueños eróticos góticos en blanco y negro de Edward inclinándose sobre ella como Drácula, con su vívida sangre roja goteando de sus labios.

¿Los medios habrán sido demasiado injustos con Crepúsculo? La cinta no es perfecta, pero sí que dio inicio a la época de lo diverso en un contexto donde la apariencia de los personajes no se modificaba por la presión social; también intenta abordar la sensualidad femenina desde lo vampírico, algo que a menudo se denigra o se le resta valor. Las emociones adolescentes no son ni más ni menos que las de otros y lo que ha hecho Hardwicke con Crepúsculo quizás deba ser visto desde nuevas perspectivas.

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