La batalla por [Pelicula] Roma ha tomado un brusco giro. Las nuevas tecnologías y la evolución de los servicios de entretenimiento retan a las formas ya establecidas del mercado. Sabemos que Netflix no produjo Roma pero le fueron vendidos los derechos de distribución, por lo tanto ella decide donde proyectarla (además de su plataforma, claro). Cinépolis ha emitido un comunicado donde hace la invitación a Netflix de posponer el estreno en la plataforma para poder exhibirla en sus salas.

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Los negocios son agresivos y Cinépolis ha objetado en contra del modelo utilizado por Netflix, en el cual produce y estrena películas sin tener en consideración a las grandes cadenas de cine. Desde su creación Netflix se ha caracterizado por ser un transgresor que no se adapta a las reglas de la industria, y en mayo, cuando sostuvo pláticas con Cinépolis, le comunicó una oferta de exhibición que la cadena terminó por no aceptar.

En su comunicado Cinépolis señala a Roma como una joya de la cinematografía moderna que le gustaría incluir en sus salas, pero argumenta que las películas deben exhibirse dentro de un periodo en el cual no estén disponibles en ningún otro sitio. Estos periodos son conocidos como “ventanas” y duran aproximadamente noventa días.



Cinépolis comenta:

Invitamos a Netflix a posponer el estreno de ROMA en su plataforma para respetar la ventana tradicional de exhibición en salas de cine, y Cinépolis estará feliz de estrenarla a partir del 29 de noviembre en todos nuestros cines a nivel nacional que dan cobertura a más de 75 ciudades en todos los estados de la República Mexicana. Además, ofrecemos que el 50% de la recaudación sea donada a organizaciones sociales vinculadas con la causa del trabajo doméstico.

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Netflix no ha comentado su posición respecto a la propuesta de Cinépolis, pero teniendo en cuenta la dureza de los ejecutivos no podemos ni imaginar lo que sucederá. Roma está programada para ser proyectada en algunas salas del país donde predomina el cine independiente. Es una pena que el director mexicano esté pasando por tantas dificultades para exhibir la película en su propio país.

Roma, que ya es considerada una obra maestra, merece ser exhibida en todos los cines de México, comerciales o no. La poderosa historia personal de David Koechner y la carta de amor fílmica a las mujeres que adora, está siendo víctima de las grandes industrias que ponen el dinero en el más alto pedestal. Sabemos que así funciona el mercado pero no deja de ser una situación desafortunada para el director y para todos aquellos que ansiamos verla en pantalla grande.

En caso de que Netflix no ceda a las condiciones de Cinépolis, los amantes del séptimo arte de las grandes ciudades no tendrán que preocuparse pues muchas salas ya están apartadas para la proyección de Roma; no obstante, aquellos que vivan en lugares más pequeños o que no tienen a su disposición una cuenta de Netflix, se verán afectados por la decisión.
Esperemos que la situación se resuelva para bien y todos tengan la facilidad de acudir a su cine más cercano para disfrutar de Roma.

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